Flavia intentó llamar a Asher unas tres veces mientras esperaba por el elevador. Asher no respondió nunca, ella se esperaba eso ya que por la hora Asher seguro estaba en Kickboxing todavía. Luego de unos minutos el elevador llega y Flavia entra, y marca planta baja. Esos minutos que tarda el elevador en llegar a planta a Flavia le parecieron los minutos más eternos, estaba nerviosa, tenía ganas de llorar y unas ganas brutales de comerse una hamburguesa. Pone el teléfono en silencio, respira profundo y baja del elevador.
Llega a la recepción del edificio y ve a Andrew junto a las escaleras cabizbajo, no puede evitar sentirse culpable. Solo quiere abrazarlo. Andrew levanta la cabeza, sus miradas se unen y Flavia siente como el mundo le da vueltas.
Flavia camina en dirección a Andrew. No sabe realmente que decir o hacer. Es la primera vez que discute con Andrew y no sabe realmente como es él. Decide hablar y dice—. Ehm... hola Andrew —no sabe si abrazarlo o que espera él que ella haga. Así que no hace nada.
—Flavia —contesta Andrew sin mirarla.
—¿Cómo estás? —Flavia sabe la respuesta de esta pregunta. Está mal. Esta es la charla más incómoda que ha tenido con Andrew desde que lo conoce.
—Flavia... basta de rodeos ¿okey? Llevamos tres meses en este pequeño juego y... —Andrew comienza a desahogarse.
Flavia con la vista fija en el suelo, recuerda que siguen en la entrada del edificio, levanta la mano y le dice a Andrew que pare—. Andrew, espera. Sígueme, aquí no vamos a hablar. Este edificio está lleno de chismosos y no quiero ser la comidilla del edificio —comienza a caminar en dirección al jardín del edificio. En el jardín hay algunos bancos, y es mucho más callado. Aparte allí no los verá nadie, a excepción del jardinero, claro.
Llegan al jardín Flavia se sienta en el banco más apartado que ve y le pide a Andrew que continúe.
—Flavia, llevamos tres meses en esto. Y parece que para ti es solo un juego, mientras, que para mí es algo real. Me gustas, de verdad, me gustas y lo último que pretendo es lastimarte. Yo sé que he cometido errores, sé que te molesta que te cele de Asher, pero, es que el verlos juntos me vuelve loco de celos. Y siempre estas con él; Flavia, yo no te importo, eso siento. Siempre que te necesito, él te necesita más, yo al lado de Asher siempre seré un cero a la izquierda, no sé realmente si Asher es solo tu amigo o que carajos de relación comparten. Solo sé que no puedo estar con alguien que no se interese por mí del mismo modo. Y hoy Flavia fue la gota que derramó el vaso. Realmente necesitaba hablar contigo hoy, por eso te invité a mi casa luego de clases, pero, estabas con Asher. Ni siquiera te acordabas que yo te había propuesto el ir a mi casa. Yo creo que... —Andrew baja la cabeza, y se controla para que su voz no se quiebre—...yo creo que yo no te gusto, ni nada, solo soy un amigo más, o puede que incluso un pasatiempo y ya —concluye finalmente Andrew con larguísimo suspiro.
Flavia no aguanta más y rompe en llanto, aun así con la voz quebrada dice—. Andrew, Asher es mi mejor amigo, hemos estado juntos durante 9 años, es prácticamente mi mano derecha e izquierda, sé que discuto mucho con él, pero, igual es mi mejor amigo y eso no va a cambiar. No puedo prometerte que me alejaré de él, ni decirte que dedicaré todo mi tiempo a ti, ya que sería una vil mentira. Sólo te digo que me gustas, cuando estoy contigo la paso muy bien, me siento tranquila cuando estoy contigo, y me encanta estar con personas que me hagan estar tranquila. Tienes todo el derecho de reclamarme esto, sé que pareciera que no me importas, que no me preocupo por ti, y todo eso. Pero te juro que no es así, mi vida —Flavia necesita detenerse, respira profundo y continua—. Ya ni siquiera sé si pueda seguir llamándote mi vida —Flavia baja la cabeza, y ve a Andrew por primera vez desde que están en el jardín—. Andrew, esto es lo que soy. Cometo errores, soy humana y puede que no me dé cuenta de muchas cosas. Pero me doy cuenta de que me quieres de verdad, se te ve en tus lindos ojos. Sólo te pido que me des la oportunidad de demostrarte que también te quiero de la misma manera. No me alejaré de Asher, y mucho menos lo haré de ti, hallaré la forma de que esto funcione, solo... —Flavia no puede más, sube las piernas al banco, y se esconde tras ellas.
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Hasta Que El Infierno Se Congele ©
RomantizmAsher Beckett. Flavia D'Ambrossio. Él no es ni el popular, ni el perdedor de la clase, es solo Asher y con eso bastó. Ella no era nadie, era complicada, no le gustaba la atención pero tenía una personalidad tan fuerte que destacaba por si sola. La...