28 | Nos vamos a casar

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Asher POV's.

"No quiero."¿Acaba de decir que no quiere ser mi novia? —tengo un vacío en mi estómago y estoy seguro que mi cara debe estar pálida.

—¿Qué quieres decir con que no quieres? Flavia —pregunto tratando de mantenerme algo neutral.

—No quiero ser tu novia, Asher —ella baja la mirada y observa el suelo.

No puedo creer lo que estoy oyendo—. ¿No quieres? Esa no era una opción de respuesta, Flavia —noto como la frustración va inundando mi voz—. Hice todo esto por ti, estuve planeando esto desde hace como una semana. No estoy entendiendo nada, Flavia. Se supone que tú dices que sí y somos felices por siempre. ¿Te costaba mucho decirme que si? ¿Tan mala opción soy? Yo te amo y tú me amas por qué me dices que n...—no pude terminar ya que Flavia se abalanzo sobre mi dándome un gran beso.

Me deja un poco sorprendido su actitud, pero, nunca me podré negar a sus besos.

Ella se separa del beso y suelta una pequeña carcajada—. No seas idiota, claro que quiero ser tu novia —me vuelve la vida al cuerpo y esta vez la beso yo a ella.

—Realmente quería matarte. Creí totalmente ese "No quiero" —suspiro y acaricio su mejilla. Su piel es tan suave.

—Por dios. Estuve temblando y llorando mientras leía esos tiernos cartelitos de allí —dice ella señalando en dirección al banco, donde se hallaban los carteles aún con la propuesta—. Lloré de alegría con tu audio, amé el vídeo, y apenas te vi no pude hacer más que llorar en tu hombro. Te amo desde que te conozco, te considero el amor de mi vida, eres mi mejor amigo. ¿Cómo podría rechazar semejante propuesta? Es la mejor pregunta que me han hecho en los últimos meses.

La beso repetidas veces, me encanta oírla hablar sobre nosotros. Tiene unos brillitos en los ojos que me hacen sentir mucha confianza en lo que dice. Estoy totalmente enamorado de ella.

—Somos novios.

—Si mi amor, somos novios —ella me sonríe de lado.

—¿Cuándo nos casamos?

—Cuando tú quieras, mi vida.

—Te amo —digo y la beso. Nuestro primer beso siendo novios.

—Te amo más, Asher.

— ¿Notaste que nuestro primer como novios, nos lo estamos dando en el mismo sitio done nos dimos nuestro primer beso real? —pregunto observando fijamente su hermosos ojos.

—¿Sabes cuánto tiempo tarde en notar que estaba yendo a todos los lugares que visitamos en nuestra primera cita? —ella ríe—. Me di cuenta en la pizzería.

Ambos reímos a carcajadas y la paz que siento es increíble.

Flavia desvía su mirada de la mía y observa las cajas de pizza—. Tengo hambre, amor.

—Me extrañaba que no habías dicho nada sobre comer —ambos reímos y nos sentamos a comer.

***

Entre rebanadas de pizza, besos y chistes malos (realmente malos, por parte de Flavia; ya que mis chistes son lo mejor que existe) se nos pasó el tiempo. Antes de siquiera notarlo ya eran pasadas las 11 de la noche. Algo parecido no pasó la última vez que estuvimos aquí.

—Es hora de irnos, o Diletta me mata.

—Asher, mamá te ama. Ella jamás le molestará que estemos juntos —ella habla risueña.

Hasta Que El Infierno Se Congele ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora