9 | ¿Y ahora qué?

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Asher se despierta antes de que suene la alarma, revisa su teléfono y son las 5:55 am, cinco minutos antes. Decide mantenerse acostado, esperando a que suene la alarma.

—¿Y ahora que vamos a hacer Flavia? ¿Los besos continuaran? ¿La confianza se arruinó? —piensa Asher—. Espero realmente que los besos no terminen. Me pregunto qué tan lejos habrá llegado Flavia con Andrew. Ayer, estaba tan decidida, tan mujer. Solo podía pensar en una cosa cuando la tenía sobre mí en ese banco, y no era nada casto y puro —Asher sabe que esa es su amiga de toda la vida, pero en ninguna parte dice que no puedes tener pensamientos calientes con tus amigas de toda la vida—. Yo no soy virgen, Alexa me la donó en la primera "cita". Pero, ¿Y Flavia? Nunca hablo de esto con ella, realmente no me importa si lo es o no. Quiero hacerla mía hoy, mañana y hasta que el infier...—suena la alarma interrumpiendo los pensamientos de Asher.

—Luego terminamos esta charla —dice Asher para sí mismo es voz alta, se despereza y se dirige al baño.

Flavia por su parte, despertó muy contenta y a la vez con miedo de ver a Andrew. Flavia siente que al ver a Andrew él lo sabrá. Sabrá con detalle cada cosa que pasó durante el día anterior. Lo que más le impresiona a Flavia de toda esta situación es que lleva millones de besos con Andrew, pero, ninguno de esos besos le hizo sentir ni la mitad de lo que siente con los besos de Asher. No quiere jugar a dos puntas, pero, por ahora necesita de los besos de Asher.

Flavia está discutiendo consigo misma desde que despertó— ¿Pero quieres a Asher? Claro que lo quiero, como no quererlo con esos hoyuelos. ¿Y Andrew? Ese es el problema conciencia, tú no estás ayudando mucho. También quiero a Andrew. ¿Y con quién te imaginas un futuro, una vida juntos? ¡HEY! ¿QUE PASA CONCIENCIA? ¿No te parece que hablar de una vida juntos es hablar de demasiado tiempo? Tengo 16 años, ni siquiera sé a quién de los dos quiero y ya tú me pides esposo. Vamo a calmano. A mí con frasecitas de Internet no, ¡eh! —Flavia sin darse cuenta ya se encuentra desayunando junto a su madre y hermana—. Por favor conciencia, ¿de qué lado estas? Pareces mamá. Estoy de lado que es mejor para ti. ¿En serio? ¿Y quién es mejor #TeamAsher o #TeamAndrew? Yo siendo tu conciencia debo mantenerme objetiva, pero por otro lado ¿has visto la atención que te da y como te cuida Andrew? Creo que soy #TeamAndrew... ¿¡QUE!? No puede ser, yo soy #TeamAsher diferimos en todo, pido cambio de conciencia.

—¡Carajo! —exclama Flavia luego de dar por terminada su discusión consigo misma.

—¿Todo bien pequeña? —dice Andrew.

Flavia ni se acuerda cuando llegó al Instituto, y tampoco recuerda que estaba junto a Andrew—. Conciencia discordante conmigo y aparte con mala memoria —dice Flavia en voz baja.

—Pequeña, hoy estás rara. No comprendo nada de lo que hablas —dice confundido Andrew.

—Mejor no lo comprendas —responde irónica Flavia en voz aún más baja.

—¿Ah? —Andrew parece hartarse en cualquier momento.

—Que te quiero —Hipócrita —le reprocha su conciencia a Flavia—. Tú cállate —Flavia dice esto en voz alta sin darse cuenta.

—No estoy hablando Flavia, y también te quiero —dice Andrew algo frustrado por no entender que le sucede a su novia—. Amor, no me respondiste.

—¿Qué preguntaste? —dice Flavia.

—Flavia hoy andas en las nubes. ¿Cómo te fue ayer con tu padre? —pregunta Andrew.

En ese preciso instante llega Asher y responde—. Le fue increíble.

Hasta Que El Infierno Se Congele ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora