Flavia besa a Asher, y pregunta con dulzura—. ¿Por qué me dices esto?
—Porque no creo que sepas todo lo que provocas en mí, ni te lo imaginas, controlarme ante ti es casi un reto. Pero yo esperaré por ti hasta que te sientas lista de dar "ese" paso —Asher se acuesta a un lado de Flavia y quedan ambos mirando hacia el techo.
—¿Cómo sabes que no me siento lista? —pregunta Flavia girando la cabeza para ver el perfil de Asher.
—¿Te sientes lista? Nunca habíamos hablado al respecto —Asher mantiene su vista en el blanco techo.
—La verdad no. No me siento lista, muchas chicas de mi edad se reirían de mí. Pero yo considero que para hacer algo de esa magnitud necesito estar totalmente segura, y ni siquiera estoy lo suficientemente segura de mi cuerpo, como para eso —Flavia lanza una risa amarga y coloca sus manos sobre su estómago.
—Flavia D'Ambrossio hablando sobre sus inseguridades. Eso sí que es nuevo, nunca te atreviste a hablarme de esto, yo nunca te presioné. Lo que si te voy a decir es que me gusta cada poro y lunar de tu cuerpo. Y me excitas de una forma que ni te imaginas —Asher le toma la mano con total confianza.
—Puede que sea verdad todo esto que me dices, Asher, pero, ¿sabes cuánto me cuesta creerte? —Flavia siente como sus ojos comienzan a nublarse.
—¿Porque no crees en lo hermosa que eres? Ojala te vieras con mis ojos, Flavia —suspira Asher.
—Te recuerdo que siempre fui la niña fea, alta y gorda del salón. Siempre intente alejar esos pensamientos de mi mente, siempre me mostré segura ante todos. Pero, cada vez que me veía frente al espejo solo veía eso que esas niñas idiotas veían. Nunca pude ver algo más —Flavia siente como rueda una lágrima, trata de mantener su mirada en el techo. No puede ver a Asher.
—¿Por qué nunca me hablaste de esto? —pregunta Asher tomando la mano de Flavia con fuerza.
—No quería trasladar mis problemas a ti, ni a nadie más. Y no lo sé, creo que algunas cosas nunca salen de tu cabeza del todo. Ese grupo de niñas aún siguen en mi mente. ¿Por qué tenían que arruinar así mi confianza? Nunca supe porque se ensañaron tanto conmigo. Ahora, ellas continúan en el instituto, pero ya no están en nuestras clases. Pero cada vez que cruzamos en los pasillos, eso pasa por mi mente —Flavia ya no puede contener sus lágrimas, sorbe por la nariz algunas veces.
Asher se sienta en la cama, la observa y la besa—. Es el grupo de Ashley, ¿no? —Asher siente como su furia aumenta.
—¿Se nota mucho? —Flavia medio sonríe con las mejillas empapadas.
—Flavia, no eres fea. Eres preciosa, hermosa, eres una maravilla, hasta los ciegos concordarían conmigo ¿por algo tienes a dos hombres babeando por ti? No eres gorda —Asher ríe fuertemente. Le sube la camisa y la observa—. Una gorda no tendría este cuerpo, no tienes abdominales pero, ¿y eso que? tu cuerpo es perfecto —Asher le da muchos besos en el abdomen. Flavia ríe—. Y respecto a lo de ser alta, las mujeres más hermosas del universo no miden 1,50 ¿o sí?
Flavia ríe ante el comentario de Asher, no puede creer que todo lo que Asher acaba de decirle—. Eres increíble —se muerde lo labios y lo observa incrédula.
Asher coloca su cabeza sobre el abdomen desnudo de ella—. Así que me encantaría que dejes de permitir que esa clase de gente de mierda, altere tu paz. Eres perfecta, y cada vez que sientas que no es así ven corriendo a donde sea que yo esté. Te aseguro que yo te lo recordaré, y te daré muchos besos sea necesario o no.
Flavia lo levanta y le planta un beso, un beso de agradecimiento, un beso lleno de confianza, un beso que solo podría tener con Asher.
Se separan y ella se recuesta sobre el pecho de él, cierra los ojos sintiendo esa paz que solo Asher puede trasmitirle. Asher la abraza, besa su frente y cierra los ojos.
ESTÁS LEYENDO
Hasta Que El Infierno Se Congele ©
RomanceAsher Beckett. Flavia D'Ambrossio. Él no es ni el popular, ni el perdedor de la clase, es solo Asher y con eso bastó. Ella no era nadie, era complicada, no le gustaba la atención pero tenía una personalidad tan fuerte que destacaba por si sola. La...