Pagina Nueve

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Querida Casie:

Ahora soy tímida.

No recuerdo haberlo sido alguna vez, pero ahora lo soy. Un montón. Terriblemente tímida.

Me da vergüenza pedir en los bares, o mirar a los ojos demasiado tiempo. Me da vergüenza hablar a los conocidos que me encuentro por la calle, incluso a mi familia. Me da vergüenza caminar por la calle. Me da vergüenza existir. Ser yo.

Estoy empezando a evitar las avenidas. Por allí pasan demasiadas personas.
Ahora tránsito callejones inhóspitos y atajos oscuros. Así evito a muchas personas.

No me gusta hablar. Pienso que lo digo no es interesante, y que se aburrirán si tardo mucho. Así que hablo a toda velocidad y acabo trabandome.

Ir de compras se a convertido en mi pesadilla. Preguntar por cosas, o pagar. Me trabó con mi propia lengua o hablo muy deprisa o muy bajo.

He terminado por no ir. Por evitarlo a toda costa.

Mis zapatillas están desgastadas hasta parecer ruinosas, mi chaqueta es fina como una hoja por el uso, y mis camisetas han perdido los estampados y el color.

En clase he dejado de levantar la mano. Incluso si sé la respuesta.
He dejado de salir a la pizarra. Aunque él profesor me llame y me regañe. Yo sigo en mi lugar. Sin mover una pestaña. Con la cara ardiendo y las manos sudorosas.
Todos se ríen. Mis antiguas amigas destacando.

Ya no hablo en la mesa.
Cuando mis primos vienen a comer ni siquiera me siento. Como en la cocina o en mi habitación.

No miro a los chicos. Aunque me gusten. Aunque me muera por ver sus caras. Miro el suelo.

Pienso que nadie quiere tener mi mirada encima. Pienso que se sienten asqueados de mí.

Tengo vergüenza hasta estando sola.

Recuerdos vergonzosos vienen y me alteran. Todos los actos ridículos que he protagonizado me torturan; cuando hable muy rápido en clase de Ciencias, cuando mire a un chico que era demasiado guapo, o cuando compre un refresco y se me resbaló y todos lo vieron.

Tener vergüenza todo el tiempo es doloroso. Como una enfermedad. Agotador.

Mi pecho se oprime y me siento mal. Me siento horrible.

Deseo que la tierra me trague. Últimamente cada vez más.

Cada vez más. Más. Más.

Querida CasieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora