Querida Casie:
He cambiado de colegio.
Mis padres no han parado hasta colocarme en el colegio más lejano al anterior.
He intentado hacer amigas. Catastrófico.
Estaba atacada y me trababa con mi propia lengua todo el tiempo. Hablaba demasiado rápido y no se me entendía una mierda.
Las chicas no se han mostrado muy receptivas. No han sido muy simpáticas.
Voy a rendirme. Lo intenté. Fracase. Fin.
La soledad me trata mejor que las humillaciones.
Soy como los lagartos mascota. Es mejor dejarme escondida en casa. Nada de paseos por el mundo. Es terrorífico. Todo es demasiado complicado. Ahí demasiadas personas. Muchos ojos mirándote.
No recuerdo como lo hacia antes; aquello de ser popular.
La biblioteca de este instituto es mucho mejor que la anterior. Esta llena hasta los topes de libros. Parece que los chicos aquí sí que devuelven los libros.
Vuelvo a esconderme allí.
Estoy en tensión durante todo el día. Solo tengo paz cuando estoy entre libros. Es como si un peso enorme fuera sacado de mis hombros cada vez que entro por las puertas de la biblioteca. Es un bálsamo.
Puede que las chicas que me hacían bully no estuvieran allí. Puede que estuvieran muy lejos, y que probablemente nunca las vería de nuevo.
Pero mi miedo seguía intacto. Mi pánico latía dentro como un segundo corazón. Estaba aterrada. Solo quería salir corriendo.
