Página Treinta y ocho

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Querida Casie:

Mi madre me ha dicho que el padre de Emma a tenido un accidente y que se debate entre la vida y la muerte.

Quiero que se muera. Sí. Con todo mi alma. Quiero que Emma sufra. Que sienta un dolor tres veces más grande que el que me hizo sentir. Quiero que nunca vuelva a ser feliz del todo. Que cada navidad su padre éste ausente. Que le eche de menos todos los días. Que cada sonrisa le duela.

Sí. El rencor me muerde, y me hace desear venganza. Quiero verlas hundidas. A cada una de ellas. Sin excepción.

Mi madre me dijo que eso no es correcto. Que me baja a su nivel. El de ellas.

Pero no me importa.

Me he cansado de ser siempre buena, siempre perfecta, siempre callada y educada. Basta. No me importa si a los demás no les gusta. Soy así. Soy humana, y estoy enfadada. Voy a seguir así tanto tiempo como quiera.

Por primera vez en toda mi vida voy a hacer algo porque quiero. No para agradarle a todos, y sigan pensando que soy un ángel fácil de amar. Basta. ¡Basta!

El mundo no se acaba por decir la verdad. Tampoco por no hacer lo correcto todo el tiempo. Podemos estar enfadados, y podemos tener errores. Miles de ellos. Y a quien no le guste, puede follarse a su almohada. Me la suda completamente.

Somos humanos, maldita sea. Tenemos margen de error. Metemos la pata, nos dejamos llevar por lo que sentimos y la cagamos. No pasa nada. La vida siempre nos da oportunidades para volver a volar. Siempre.

Querida CasieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora