Pagina Cincuenta y una

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Querida Chica de la Biblioteca:

Soy Ridley. Tengo diecisiete.

Sí, te conozco. ¿Como no? Soy quien se pasó el primer trimestre queriendo hablarte —sin mucho éxito, como puedes ver—.

Tampoco soy del tipo que escribe cartas de amor. También es mi primera vez —ejem, con las cartas y eso—.

Podría ir y besarte ya está, pero también me desmayaría un poco —me encanto ese “poco”—.

Me gustas. Me gustas muchísimo.

Y sí, tampoco sabia tu nombre hasta hace doce horas, ni escuche tu voz, ni sabia tu edad ni nada de ti. Pero se te saltan las lágrimas cada vez que acabas un libro. Abrazas a todo el mundo todo el tiempo. No importa si no llevas mucho tiempo sin verlos. Cuando sonríes pones el alma entera. Como si un maldito foco dorado fuera puesto en tu cara —siento lo cursi—. Tu risa es graciosa. Acaba y empieza todo el tiempo, es muy rara. Miras el móvil cuando tienes vergüenza. Tus hombros se mueven cuando escuchas musica —¿lo haces a propósito o solo es instintivo?—. Y tu pelo nunca se mantiene en la coleta. Siempre escapan mechones castaños. Rizandose y siendo divergentes —¿leiste el libro? Esperó que sí, porqué sino nunca me casaría contigo—.

Y sí, también sé que sueno como un condenado acosador, pero tampoco lo soy. Lo prometo por las fotos que tengo tuyas mientras te duchas —lo siento, no es broma—. Me pasó el día mirándote, y aprendo muchísimo de tus rarezas —y si, tú también eres muy guapa. ¡MUCHÍSIMO!—.

Espero que eso que dices de Will Herondale sea mentira, porque me podría celoso. Y sí es cierto eso de que no podemos asegurar nada hasta los veinte, yo me adelanto y proclamó que me gustas, y me vas a gustar mañana también.

Así que ven, y pídeme la mano en matrimonio, ¿si? Te besaría sino lo haces.

PD: No, no se atarme los cordones de los zapatos.

Tuyo aunque Katniss Everdeen saliera del libro;

Ridley.

Querida CasieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora