Drugs and vodka.

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Narra Adam:
-Adam....¡Adam!- sus pequeñas manos impactaron en mis brazos-¿Me estás escuchando?
-Sí....no,perdóname, estaba pensando en el exámen de química, no se si superaré el seis....me ha salido mal.
-No te preocupes Adam, seguro que no es así y sacas mejor nota. Lo que te decía era que si podías acompañarme hoy a la cafetería de la calle Morgan, quizá me contraten de camarera y si estás allí me sentiré más segura...
-Claro, iré.
-¡Muchas gracias!- sus brazos rodearon mi cuerpo abrazándome.
Nos dirigimos a clase para terminar el día.
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"Drugs and vodka". Eso ponía en el cartel del bar donde Alice Cooper, amiga de la infancia, había ido a su entrevista de trabajo para ser camarera. Decía que mientras estudiaba quería ganar algo de dinero para la universidad.
Entré algo indeciso y asustado al lugar, ya que yo no frecuentaba estos lugares. Me senté en la barra y pedí un café mientras Alice terminaba.
Me di la vuelta tropezando y cayendo mi café al suelo, manchando la ropa de una chica. Y ahí fue cuando la vi y temí por mi vida. Esa mujer me daba miedo. Y qué podía hacer yo, si era un saco de problemas. Era tan torpe..
Me miró furiosa. Cogí una servilleta y se la ofrecí para que se limpiase pero parecía no gustarle.
-Vamos imbécil, muévete.
Sus ojos negros miraron los míos con desafío.
-S-s-s-sssi p-p- perdón.
La chica movió su esbelto cuerpo retirándose de mi hacia el baño de mujeres. Su pelo brillaba bajo las luces del bar. Era un color notablemente teñido, pero era bonito, era grisáceo pero se notaba que ella era morena y le daba un toque caliente.
¡¿Qué?! ¡¿Caliente?! ¡¿En serio, Adam?!
Debía quitarme esa idea de la cabeza.
Alice apareció con una enorme sonrisa que me desvelaba que serían malas noticias para mí.
-Me han contratado, soy la nueva camarera de Drugs and vodka.
Genial, esto iba a complicarse más de la cuenta.
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-Señor Sleyer,¿Interesante lo que ve por la ventana? -la profesora de Biología me miró con una ceja levantada. Llevaba toda la mañana distraído por la actitud de mis padres esta semana...discutían más que antes y eso me preocupaba.
En cuanto salí de clase me dí toda la prisa posible por llegar a casa.
Cuando entré supe que mi padre no estaba en casa, de hecho, ya se había ido. Miré el destrozo en el salón suspirando. Todos los días igual... las fotos tiradas al suelo y los jarrones que mi madre compraba rotos en el suelo.
-¿Madre?-La ví sentada en la cocina- ¿ Te encuentras bien?-Ella asintió con la cabeza con la mirada en el suelo- Ven, vamos a curarte esa herida - tomé su mano y la llevé hacia el baño. Saqué el botiquín y curé suave y delicadamente la herida que estaba en su brazo izquierdo.
-Lo siento mucho Adam...
-Está bien Madre...no es tu culpa - besé su cabeza- Ya está.
Olvidé comentar que mi padre es un drogadicto y alcohólico, cuando viene a casa borracho o drogado se dedica a joder la vida de mí madre y en ocasiones la mía.
Hoy ha destrozado el salón, hace dos días destrozó la habitación y hace dos semanas la vajilla de la cocina.
Para nosotros es normal pero no sabemos qué hacer.
Recogí el desastre para que mi madre pudiese descansar y me fui a mi habitación a estudiar.
Cuando fue la hora de la cena, bajé las escaleras para ayudar a mi madre a prepararla.
Cenamos ambos tranquilos y nos fuimos a dormir deseando que mi padre no apareciese por aquí. Pero lo que yo no sabía es que mi vida iba a cambiar a partir de ese día.

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