Vacaciones De primavera II

21 1 0
                                    

Un bar. Que irónico. 
Ni siquiera me lo pienso y entro en el bar dando amplias zancadas.  Me despedí de Eddie hace quince minutos y he entrado en otro bar.  Para beber y olvidar.  Sobretodo lo segundo.  Más bien beber para olvidar. 
---
No se cuantos minutos,o quizá horas,  han pasado. Ni siquiera recuerdo haber llegado al hotel caminando.  No soy consciente de ello hasta que sé que Adam está gritándome y yo estoy apoyada en la pared, porque no podía ser de otra forma,  o besaría el suelo. 
ADAM  P. O. V.
Llevo dos horas intentando localizarla.  Llamé a Eddie incluso pero el aseguró haberla dejado hace tres horas,pensando que había vuelto,  pero no ha sido así.
Cuando estoy al borde del colapso mental,  la puerta se abre de manera automática y una, muy borracha,  Alexandra se contonea dentro de la habitación. 
-¿Alexandra?
Ella levanta la mirada y ni siquiera puedo reconocerla.  Sus ojos están más rojos que de costumbre y sé de sobra que no sólo ha bebido alcohol.  Ella intenta balbucear algo pero no es capaz de hacerlo. 
Algo en mí explota y mis palabras salen a borbotones.
-¡¿Pero que te crees que haces?! ¿¡Como puedes venir así?!  ¿¡No tienes vergüenza?!  ¿¡Puedes dejar de ser tan sumamente egoísta?! ¡JODER!
Mis últimas palabras salen demasiado bruscas por que la veo encogerse contra la pared.  Gesto que me tensa.  Está asustada y eso es nuevo para mí.  Me acerco a ella y con delicadeza la siento en el borde de la cama.  Ella me mira desconcertada y desorientada. Tomo una toallita desmaquillante de su neceser de viaje y la paso por su cara suavemente hasta dejarle la cara limpia.  Retiro su ropa de su cuerpo y yo del mío.  Enciendo la ducha y doy al agua caliente.  La meto conmigo bajo la ducha.  Al principio no parece gustarle y se revuelve entre mis brazos, pero poco a poco parece acostumbrarse y parece encontrarse mejor. La enjabono el cuerpo y el pelo con suma delicadeza y cariño.  Con cautela.  Después la aclaro todo el jabón mientras ella se queda quieta.
Cuando salimos de la ducha parece estar un poco más consciente pero sigue estando desorientada. 
-Alex, voy a bajar a por algo de comida y vas a comer.  ¿Vale?  - acoto mientras la pongo una de mis camisetas sobre su ropa interior.  Ella asiente desganadamente y me apresuro en vestirme y bajar a por algo de comer.  En cuanto veo la fruta picada cojo un plato y echo algunos trozos de manzana, cojo también una botella de agua y subo a la habitación. 
Cuando entro me encuentro a Alexandra en la misma posición que la dejé, sentada en el borde de la cama con mi camiseta y el pelo húmedo. Dejo el plato en la mesilla e intento levantarla de la cama pero se niega. La tomo en brazos y la siento en la taza del váter para secarle el pelo.  Entonces se deja hacer con la mirada perdida. Luego la obligo a comer un poco de manzana y a tomarse una pastilla para después no morirse del dolor de cabeza.  Ella se tumba después en la cama y tira de mi brazo.  Me tumbo con ella y se acurruca en mi pecho.
Lo que más me asusta es que aún no ha pronunciado ni una palabra. 
-Alex,  ¿Qué ha...?
-No no no no no
Repite el monosílabo una y otra vez,  entonces entiendo que no quiere hablar del tema.  La abrazo más fuerte contra mi y aspiro su aroma a champú.  La ha crecido tanto el pelo desde que la conocí... La veo apaciguarse y como su respiración se calma, y a los pocos segundos está dormida. Debe de estar agotada y en ese mismo momento me doy cuenta de que yo también,  y sin quererlo,  me quedo dormido.
...
...
...
Mi cerebro parece conectar con la realidad y mis ojos se abren despacio.  Entonces veo que no hay rastro de luz y miro la hora, que indica que son las once de la noche. El estómago me ruge y veo mi móvil vibrar.  Es una llamada de Nathan.  Tomo el teléfono entre mis manos y cuelgo la llamada para escribirle un mensaje, diciendole que hoy Alex y yo pasamos de salir, que se diviertan por nosotros. Éste me contesta al instante con un simple 'Vale'. Llamo al servicio de habitaciones para pedir algo de cena aunque es algo tarde.  Pido algo para Alexandra también ya que debería comer algo.
Me acerco a ella y la muevo ligeramente para despertarla. Ella se mueve un poco y parece sonreír. Entonces me acerco a su cabeza y deposito un beso en su sien.  Esta vez su cuerpo reacciona y abre los ojos lentamente, pero veo que han perdido su brillo habitual. 
Ella me mira y sonríe, como una niña pequeña.
Entonces llaman a la puerta y un chico entra, después de mi aprobación, con una bandeja de comida.  Sonrió satisfecho y el chico se retira sin añadir nada más.
Alexandra se sienta en la cama y se rasca los ojos. Me mira como un ciervo asustado y yo tan solo aparto la mirada sorprendido, por no saber como actuar. 
-¿Puedes encontrar una explicación para esto?-suelto después de unos segundos de incómodo silencio. 
-Solo salí a beber un par de copas pero se me complicó un poco y...
-Y fumaste María y...
-Vale sí, me pasé.  Sólo te pido una cosa... No quiero hablar del tema nunca, no quiero que me hables sobre este día y no quiero volver a mencionar esto. 
Entonces mi cabeza intenta asimilar sus palabras y decido respetar su decisión, porque es peor presionarla. 
Asiento con la cabeza y ella asiente también.
-Entonces, ¿Qué hay de cena?
-Creo que para ti nada-respondo en tono burlón para deshacer la tensión que se ha creado. 
-¿ah no? - se sienta en mi regazo y coge una patata frita llevándosela a la boca. 
-Mm... No sé...
-¿Quieres hacer algo? 
-¿ Algo como qué? - cojo una pinchada de guiso de carne que nos han traído y me lo llevo a la boca. 
-Divertido.
-Define divertido- frunzo el ceño esperando la peor de las respuestas.
-Vayamos a bañarnos al lago.
-Alexandra no hace ni dos horas que nos hemos duchado y...
-Oh vamos no pongas excusas, no hace falta mojarse el pelo o podemos ducharnos.  Todos están de fiesta pasándolo bien y nosotros aquí...
Me mira con ojos de cachorro abandonado y mis sentidos ceden ante su chantaje. 
Me levanto y ella hace lo mismo.  Ambos nos ponemos el bañador y nos encaminamos hacia allí, con toda la pereza del mundo. 
Llegamos en unos quince minutos al lugar.  Alexandra parecía muy emocionada y se quitó el vestido que traía puesto.
-¡Vamos! 
Se metió en el lago de golpe y soltó una especie de grito al sentir el frío en su piel. 
Me animé y me quité la ropa para meterme con ella.
Nadamos y nos salpicamos durante un rato, jugando como auténticos niños. 
Entonces ella se abrazó a mi espalda y comencé a nadar con ella agarrada a mí. 
-Adam...
-¿Si?
-Lo siento
Un pequeño susurro salió de sus labios. Agarré sus brazos y la giré sobre mi cuerpo teniéndola de frente a mi. 
-Sabes que voy a perdonarte por esto mil veces más.
Asintió tímidamente.
Abrazó mi cuello con sus brazos y me besó profundamente, sabiendo lo que conllevaría.
-------
Alex P. O. V.
-NO QUIERO.
-Joder Alan, ven aquí. 
-No, no y no. 
-Alan.
-Vale.
Se acercó lentamente y se sentó en la silla.  Agarré su pelo y metí el cepillo en él,haciendo gritar a Alan. 
-SABÍA QUE ME DOLERÍA. ¡JARED!
-No voy a meterme, si no acabará intentando peinarme a mi también. 
-Carly te rechazará si vas con esos pelos.
Cepille su cabello con suavidad a pesar de sus gruñidos y gemidos. 
Cuando terminé miré el pelo de Alan con admiración. 
-Vaya, pareces hasta guapo,  si fuese mujer te comería toda la...
-¡Tss Jared!
-Vale, vale.
Alan y Jared siempre tenían ese ambiente gay que realmente parecía que estuviesen saliendo.
De hecho, una vez que Jared se echó una novia que se llevaba fatal con Alan, acabó siendo dejada por Jared por odiarle. Era una regla que teníamos, si alguien nos odiaba, nosotros los odiábamos aún más.
-Eh eh, decidme que os acordáis de Elena. - soltó Alan refiriéndose a la ex-novia de Jared.
-Esa tía era una petarda.
-Pues salías con ella Jared.
-Tss nadie tiene por qué saberlo.
Comenzamos los tres a reír.
-Recuerdo aquel día...cuando estábamos en el bar y le retiré la silla cuando iba a sentarse - miró el cielo nostálgico- vaya guantazo me dio después- comenzó a reír.
Todos reímos con el al recordar aquella escena.
Terminamos de aconsejar a Alan y conseguimos que saliese decente en su cita con Carly aquí.  Era nuestro último día y habíamos dicho de un plan romántico. 
Nathan y Thiago habían salido.  Carly y Alan también saldrían, incluso convencí a Adam de salir juntos.  El problema era Jared que no paraba de llorar por las esquinas porque no tenía pareja. 
Entonces encontramos a un par de chicas y conseguimos que una tuviese una cita con Jared. 
Me vestí y peiné para salir con Adam y juntos salimos a dar un paseo.
Comimos en el hotel pero por la tarde volvimos a salir a la playa, por estar un tiempo solos.
En seguida se llegó la noche y tuvimos que subir al hotel para dejar las maletas preparadas para salir la madrugada siguiente. 
Nos arreglamos para nuestra última noche de desfase y fuimos a una discoteca que Eddie nos había recomendado. 
Como no, ni siquiera habían pasado dos horas y estábamos todos borrachos como cubas. 
Era divertido. Todos bailábamos y reíamos de manera constante, era un no parar. 
Decidimos irnos cuando comenzamos a ver los rayos del sol ya que nos tocaría conducir y debíamos descansar.
Nos metimos un par de horas en la cama y bajamos a desayunar para marchar de nuevo a casa. 
Hicimos las maletas rápido y corriendo y nos montamos en nuestro vehículo de retorno a casa. 
Me eché sobre el hombro de Adam y acabé quedándome dormida de camino, a pesar de ser largo.

DangerousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora