Vámonos de aquí.

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-¿¡ Qué ha pasado?!
-me he despistado.
- Dime y júrame que no ibas borracha o drogada por favor.
-No te pongas melodramático, estaba conduciendo al trabajo, no iría en esas condiciones.
Asintió dudosamente mientras presionaba el algodón contra mi cabeza.
Gruñí suavemente al sentir un punzante dolor donde presionaba el algodón.
-Perdona.
-No se por qué tienes que curarme como si tuviese una hemorragia, es tan sólo un pequeño golpe por el impacto con el volante.
-Deja que me quede tranquilo.
- como quieras...
Adam frunció el ceño visiblemente molesto.
-Eres imposible.
- Claro, preferirías una chica como ella,¿Verdad? Que no te diese tantos dolores de cabeza, que no te molestase ni hiciese que tu cabeza explotase cada vez que sales con ella, eso sin incluir la parte de los orgasmos que tienes cada vez que...
-¡Para! No sabes ni lo que estas diciendo, siempre haces lo mismo, haces que me preocupe y a ti eso te molesta no entiendo por qué, luego si me acerco a otra chica te pones celosa cuando tú estás rodeada de chicos siempre y nunca te reprocho nada, además eres insufrible cuando intento explicarte las cosas, siempre te sales con la tuya y no es justo joder, me haces parecer diferente, parece que no soy yo sin haber cambiado un ápice. Muevo cielo y tierra por ti y tu en cambio solo te preocupas de tu terreno y de ti, ¿y tienes la osadía de reprocharme que preferiría a otra? Pues evidentemente no porque si así fuese, no estaría aquí.
Lo miro desconcertada. Me ha soltado un sermón en menos de dos minutos y su cara está roja de la ira y respira agitadamente y aun así, sigo mirando sus ojos café por un rato hasta que intento contestar de manera apropiada, porque para una vez en la vida, alguien ajeno a mi entorno se merece más de lo que le estoy dando.
-Yo...lo siento Adam. Tienes razón, soy una egoísta...debería tratarte de otra forma y me comporto como una imbécil...sólo...ayúdame por favor, ayúdame con esto...yo...tienes razón, no puedo sola con todo.
Él me mira mucho más relajado y sus brazos se ciñen en mi cuerpo en un cariñoso y delicado abrazo.  Permanecemos así un rato más, hasta que su cara se retira de mi cuello para mirar la mía, al notar la humedad en su camiseta que mis lágrimas han causado. Sus pulgares las retiran con delicadeza y ese gesto solo hacía  que broten más y más .
- Yo no quería esto Adam...yo sólo quiero vivir en paz.
- Lo sé Alex, lo sé...
Sus manos acariciaron mi espalda de  arriba a abajo con delicadeza.
-Yo...yo sólo...yo...
-Shh...no te esfuerces tanto Alexa, no voy a irme, tu me prometiste protegerme y yo te prometo quedarme,no voy a dejarte¿Entendido?
Asentí, con más ganas de llorar aún. Sus brazos agarraron mi cuerpo y caminó hacia la habitación. Me depositó en la cama con delicadeza y se tumbó a mi lado, abrazándome y acariciando mi pelo mientras las lágrimas seguían corriendo por mi rostro. Poco a poco el sueño me venció entre sus brazos, sabiendo que estaría protegida.
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Estaba oscuro,evidentemente era de noche y estaba todo en silencio. La bolsa que llevaba pesaba bastante, pero después de todo eran mis pertenencias y no podía dejarlas aquí.
-Vamos Alexandra- la voz de Nathaniel , en un susurro, me incitaba a seguir.
-Espera, tenemos que despedirnos de Dake.
Caminé  en completo silencio hacia la habitación donde dormía.
Abrí la puerta sin siquiera llamar y agité su cuerpo hasta que despertó.
-¿Qué haces aquí Alexy?¿No puedes dormir?
Un extraño sentimiento se instaló en mi pecho que hizo que mis lágrimas brotaran con rapidez.
-Nathaniel y yo nos vamos de aquí. No te lo hemos dicho porque sabíamos que estarías mal, pasado mañana te recogerá tu nueva familia y por fin serás feliz Dake.
-Pero,¿ Por qué?
-No puedo quedarme aquí sola, Nathan va a ser expulsado y tu te irás...Así que me voy con él.
Las lágrimas seguían fluyendo por mi rostro haciendo que la despedida fuese aún más difícil.
-Siempre voy a quererte Alexy, siempre vas a ser mi familia...
Las lágrimas brotaban cada vez más mientras los tres nos abrazábamos.
-Alex...
Esto no tenía que haber sido así, Dake tenía que estar con nosotros...
-Alex
Fue mi culpa...
-¡Alexandra!
Abrí los ojos de golpe. Otra vez ese sueño, mis mejillas estaban empapadas y tenía una angustia que me impedía respirar bien. Adam me abrazó fuerte para calmarme, y lo consiguió.
-¿Qué ocurre?
-E-era él...Dakota...ha...ha vuelto...
-¿Dakota? ¿ Ha vuelto?
- Sí yo...creo haberle visto estos días de atrás pero estoy segura que estoy histérica con toda esta historia...
-Seguramente sea así, no llores, ven.
Me apretó más contra sí, haciendo que mi cuerpo se relajase. Abracé su cuerpo con mis brazos lo más fuere que pude, no podía dejarlo ir, no ahora.
-Adam.
-¿Mm?
-Te quiero.
-Te quiero Alexa, siempre voy a quererte.
Enterré mi cara en el hueco de su cuello volviendo a cerrar los ojos. Lo escuché suspirar suave, sabía que le encantaba eso. Me quedé dormida de nuevo en cuestión de minutos.
Desperté palpando los lados de mi cama al notarla vacía, pero en seguida escuché música en la cocina y sabía que Adam estaba preparando el desayuno. Miré el reloj. Las once de la mañana.  Era sábado y por ello Adam estaba aquí y no estudiando. Me levanté de la cama y fui hacia la cocina para encontrarlo de espaldas, sin camiseta y haciendo un par de tostadas. Me acerqué por detrás y abracé su cuerpo pegando mi mejilla a su espalda.
-Buenos días.
- Y tan buenos- dí un suave mordisco a su espalda recibiendo una pequeña risa de su parte.
Colocó las tostadas en un plato y se dió la vuelta para abrazarme.
-¿Has descansado?
-Sí,  estoy mejor.
-Me alegra oír eso - una sonrisa escapó de sus labios lo que provocó una de mi parte.
De repente una canción extrañamente conocida pero reciente sonó en la radio y Adam me miró con los ojos brillantes. Tomó mi mano y puso la otra en mi cintura mientras yo ponía la mía en su hombro. Se deslizó lentamente, con mi cuerpo pegado al suyo, por la sala, que aunque no era demasiado grande, nos bastaba para hacerla nuestra pista de baile.
Sus pasos eran decididos lo que hizo que los míos también lo fuesen. Nos movimos al ritmo de la música, lenta, juntos y compaginados.
Agarró mi mano para darme una vuelta y de nuevo recuperarme en sus brazos, moviéndose de izquierda a derecha con una gran sonrisa en los labios. Le sonreí también, para hacerle ver que yo también disfrutaba de estos momentos.
Baby, I'm dancing in the dark with you between my arms, barefoot on the grass, listening to our favorite song
When you said you looked a mess, I whispered undernearth my breath but you heard it, darling you look perfect tonight.
Seguimos bailando "Perfect de Ed Sheeran" hasta que la canción terminó, con un pequeño beso de nuestra parte.
-Eres perfecta.
Abracé a mi chico una vez más. Él y solo él podía hacerme sentir tan especial.
Nos sentamos para desayunar dándonos miradas cómplices durante todo el desayuno, con sonrisas imposibles de retener, y risas.
-Vayamos a algún lado el resto del fin de semana Alex.
-¿Qué?
-Sí,  elige un sitio, coge el coche y vámonos donde quieras, juntos y solos, a liberarnos de todo esto, a relajarnos.
-Bien, vamos a ir a un pueblo cercano a las montañas, yo me ocupo de todo, vete a casa a hacer la maleta, ropa de abrigo, allí hace falta.
-Bien.
-Te recojo en una hora.
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Bueno aquí os dejo otro capítulo. Este va incluido con un gran amor si os gusta Ed Sheeran.
Debo confesar que me ha encantado escribir este capítulo y espero que lo disfrutéis. ♡♡♡

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