Familia

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Habían pasado tres meses desde lo de Nathaniel. Yo aun seguía preparando la venganza,aunque Nath no estuviese de acuerdo, pero no podía dejarlo pasar.
Hoy se acabaría todo. Tenía a ese hombre atravesado desde el primer día que lo conocí, y cuando ví su situación familiar ya no lo soporté más.
Estaba metida en el coche esperando a ver a ese cabrón de Peter. Salí del coche y me metí en el callejón donde había quedado con él.
Guardé bien el revolver en mi abrigo y esperé su aparición. Cuando llegó, el muy inocente se pensó que estaba sacando la bolsa con cocaína cuando estaba realmente sacando el arma. Disparé directo a su pecho haciendo que las balas impactaran directas. Cuando ví que no pasaba gente, volví a meterme en el coche y me marché a casa.
Nathaniel había estado preocupado desde que me fui. Pero el sabía que yo tenía cuidado cuando realizaba estos trabajos. No era la primera persona a la que le pegaba un tiro, por lo que ya no me costaba hacerlo.
-¿Por qué Alexandra? Podías haberle dado una paliza o dejar de venderle pero no...no has dudado en sacar el revólver y menos en pegarle un tiro...¿Por qué?
-Qué, ¿Por qué? Mira Nathaniel, ese hijo de puta maltrataba a su mujer y a su hijo, lo ví con mis propios ojos, además no pagaba a tiempo y los de arriba se estaban cabreando conmigo. No tengo tiempo para un imbécil que se dedica a joder a su propia familia, no valoran lo que tienen Nath, tu sabes perfectamente como me joden estas cosas, sabes que no puedo soportar que la gente no aprecie a sus familias, no lo aguanto Nathan...
Él solo se limitó a acariciar mi cabeza con suavidad.
-Está bien Alex...tranquila...
Suspiré derrotada, por eso sólo confiaba en él, el había estado siempre, él era mi familia.
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Estaba metida en la cama de Nath, se había marchado a ver a Thiago y yo me había quedado dormida. Unos golpes me sacaron de mi sueño y me arrastré hasta la puerta, la abrí y volví a meterme en la cama sin siquiera mirar quien era.
-Fuiste tú¿Verdad?
-¿Mm?
-No sé si agradecértelo o enfadarme contigo...seguía siendo mi padre ¿Sabes?-Se sentó en el borde de la cama- Bueno, ahora mi madre está un poco en shock pero pronto se recuperará de todo esto...
Lo tomé por la cintura y lo atraje hacia mí.
-cállate, estoy intentado dormir.
Adam se removió incómodo y sorprendido mientras yo lo abrazaba.
-Suéltame - siguió moviéndose intentando librarse de mi agarre. Hasta que mi mano viajó hasta su miembro, el chico soltó un leve jadeo mirándome desconcertado.
-¡¿Q-qué?! ¡Suéltame!
Seguí masajeando su pene despacio, viendo como su cara se transformaba poco a poco en una mueca entre placer y resistencia.
Mientras le tocaba, mordía su cuello despacio, dejándole marca.
Un gemido salió de sus labios y yo continué hasta que se corrió.
Lo miré, sonriendo malévolamente.
-Si quieres más, no dudes en pedírmelo...
Se giró dándome la espalda, mientras yo lo abrazaba.
-Vamos, reconoce al menos que te ha gustado...
El chico seguía ignorándome pero veía como su cara estaba roja.
-Adam...
-Me marcho
Sin decir nada más, se levantó y se fue, como si nada.
Suspiré aburrida.
-¡Qué sepas que otros tíos podían haberlo disfrutado! -grité antes de oír la puerta cerrarse.
Me giré en la cama incómoda y me levanté mosqueada.
¿Pero qué le pasaba a este chico?
Mientras desayunaba mi móvil comenzó a vibrar. Ví el mensaje, que parecía decir que mis jefes me reclamaban, me puse los vaqueros y los tacones negros junto con una camisa granate. Parecía hasta una mujer formal. Cogí las cosas que me hacían falta y salí de la casa rápidamente. Me metí en el coche y me dirigí hacia la planta de negocios "Lycie" donde mis jefes a parte de ser una empresa que se dedicaba a la administración de las empresas menores.
Cuando entré me recibieron con una sonrisa como siempre, excepto muchas trabajadoras que debían tenerme celos porque siempre me intentaban mirar por encima del hombro, aunque a mi nadie de esas zonas llegaba a interesarme.
Entré en la sala de reuniones sin llamar y me senté en una de las sillas libres.
-Vaya Alexandra, por fin estás aquí.
-Sí sí...Deprisa, no tengo todo el día.
-Bien Alexa...Este mes vamos a darte cargamento doble ya que el mes que viene no sé si podremos verte, por ello te pagaremos por mes pero tendrás un mes sin vernos, sabemos que eso para tí es alegría- El señor Zairie rió levemente. Gilipollas.
Esperé a que sus hombres me trajeran la mercancía de cocaína mientras los dos imbéciles que tenía delante hablaban.
En cuanto lo tuve en mis manos salí de allí y me metí en mi coche.
Conduje hasta casa despacio. Cuando llegué, me cambié de ropa e hice la comida para mí sola, ya que Nathaniel se quedaría un par de días con Thiago.
Y otra vez, volvía a darme cuenta de lo sola que me sentía sin él, Nath era el único que estaba siempre pero cuando faltaba sentía que necesitaba algo.

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