Dangerous

Alice

Narra Alex:
Era lunes por la noche, salí del trabajo y tomé el coche para dirigirme al lugar donde había pasado tantas noches. Abrí la puerta con cuidado y entré en el lugar buscando mi objetivo. Me senté en la barra y pedí una cerveza. Cuando su cuerpo se acercó al mío, tiré del cuello de su camisa, atrayendo su cara hacia la mía con un gesto de sorpresa e incomodidad.
-Es la última vez, la última, que te acercas a mi novio y le besas, la última que te acercas,o si no, te prometo que te arrepentirás de haberlo hecho,no quieras tenerme como enemiga Alice,no te conviene.
Agarré la cerveza y salí con ella de la mano, para bebérmela por el camino.
Llegué a casa y me senté en el sofá mientras la cena se calentaba en el microondas.
Cuando terminé de cenar, caminé había la habitación pero me detuve al escuchar mi móvil sonar. Contesté después de ver el nombre en la pantalla.
-¡¿Qué le has dicho a Alice?! Me ha llamado llorando diciéndome que la has amenazado, sé que no te cae bien, pero ¡¿Tenías que hacerlo?! ¡¿Tenías que ser así?!
-Cálmate ¿Quieres?, solo la he dejado las cosas claras, si se ha sentido amenazada no es mi problema Adam, pero si prefieres su puta amistad antes que a mí, adelante, pero no pretendas que me quede de brazos cruzados si alguien intenta joderme, que tú no seas capaz de hacerlo, no significa que los demás tengamos que asumirlo.
Oí un suspiro de su parte y juraría que ahora mismo estaría pasando sus manos por su frente con nerviosismo y culpabilidad.
-Está bien...si...ya...ya lo hablaremos...
-Claro, Buenas noches.- colgué el teléfono y lo dejé en la mesilla de noche para meterme en la cama e intentar descansar.
Narra Adam:
Después de haber estudiado por dos horas y media,mi teléfono sonó haciendo que me sobresaltara en mi asiento.
-¿Dígame...?
-Adam...soy Alice.
Escuché su voz rota e incluso algún sollozo.
-¿Qué ocurre Alice? Es extraño que me llames después de todo... te dije que no quería saber más de ti...
-Lo siento-un sollozo salió de su garganta- es que... no sé a quién acudir...siento lo del otro día...no quería besarte...bueno sí quería pero no debí haberlo hecho...es que yo...estaba trabajando en el bar y...ella ha aparecido...me ha amenazado si no dejo de verte y acercarme a ti...y yo...Adam sigues siendo un gran amigo para mí...
-Tranquila Alice...no pasará nada...por que tu y yo sólo somos amigos...
-Sí, claro que si...
- Bien, voy a cenar, mañana en el instituto nos vemos...
Marqué el número de Alex para llamarla.
Después de la larga conversación en la que Alexandra me dejó sin argumentos ya que parte de la razón la tenía ella, me tumbé en la cama, pero no conseguía dormir.
Aún recordaba el pasado sábado. La cena con Alex, la salida nocturna, el beso de Alice, la discusión con Alexa y la bofetada que me propinó por haberme dejado besar.
Recuerdo perfectamente que me dolía el pecho al no encontrarla por el camino, y que, aunque me diese una bofetada que me dejó roja la mejilla, me sentía feliz de tenerla a mi lado, porque sabía que ella había estado celosa,y quién diría que alguien como ella, fuese a actuar así.
Al día siguiente todas las clases me parecieron eternas, además de tener que estudiar prácticamente toda la tarde, y a la noche,había planeado visitar a Alex.
Salí de clase para pasarme la interminable tarde estudiando y además con ganas de irme de casa.
Cogí el coche de mi madre y conduje hasta su casa y abrí la puerta sin llamar ya que la copia de llaves de Nathaniel la tenía yo.
-¿Alex?
Su esbelto cuerpo salió por la puerta del baño con tan sólo un conjunto de ropa interior que estaba haciendo a mi cuerpo reaccionar inmediatamente, pero que decidí ignorar ya que no venía a eso.
-¿ Por qué te estás comportando así?
-¿Así cómo Adam?
-Pues...así, estas comenzando a ser ese tipo de chica celosa y...y...dominante...controladora y...
-Y soy así - se aproximó a mi con cara de enfado- no estoy cambiando nada- escupió las palabras.
-Tú...antes no hacías esto...-elevé ligeramente el tono de voz, pero ella no se quedó atrás, superó mi tono y sus manos comenzaron a moverse enérgicamente en una cadena de gestos y expresiones que comenzaban a activar mi cuerpo.
-¡Me niego totalmente a que me culpes a mi, solo el mundo me ha hecho así!
-¡No te culpo, pero podías ser más amable!-cuánto más subía mi tono, más subía el suyo, sus manos encontraron mi pecho empujándome hacia atrás en pequeños golpes.
-¡No me digas como debo ser, ni se te pase por la cabeza!
Tomé sus muñecas en mis manos en un intento de que parase de empujarme.
-¡Quieres dejar de hacerte la dura! ¡ También tienes derecho a tener ayuda de vez en cuando! ¡No podrás tu sola!
-¡¿ Y quién va a hacerlo?!
-¡Yo,joder!
-¡¿Cómo?!
-Así.
Pegué mis labios a los suyos soltando sus muñecas para apretarla contra mí. Al principio se resistió pero lentamente cedió para dejar paso a su lujuria normalmente presente.
Soltó un gemido cuando mis manos tiraron de su ropa interior retirándola con delicadeza.
-Deja de hacerme esto- susurró en una voz ronca que hizo mi cuerpo estremecer.
-¿ El qué?
-Deja de volverme loca...para el juego - jadeó desnudando mi cuerpo y arrastrándome hasta la oscura habitación, de la que no salimos hasta horas después.
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-Hey Adam.
-Daniel...
Daniel es mi amigo desde que somos pequeños, es muy atlético y hace natación pero aún así, le gusta gastar su tiempo conmigo desde que somos críos. Imagino que me aprecia de alguna forma.
-¿Qué es eso hermano?- su mano toquetea el borde de mi camisa haciéndome estremecer y recordar la noche anterior. Es una de las tantas marcas que Alex me ha dejado en la piel.
-N-no es nada...
- Tío, todo el mundo sabe de esa chica, es decir, como no...es...espectacular y...
Le dirijo una mirada asesina mientras blasfema sobre mi chica, el inmediatamente capta el mensaje y se calla mirándome dubitativo.
-Es mi novia, sé que es algo extraño, ni yo entiendo por qué está conmigo pero en fin...ella es mía Carter,¿Entendido?
-Tranquilo, tío duro, soy tu amigo a pesar de todo. Pero oye,¿ Qué ha pasado con Alice?
-Ella y yo ya no...no somos amigos¿Sabes? Se está comportando fatal con Alexandra y bueno...
-Se llaman celos Adam...
Negué con la cabeza mientras caminábamos hacia clase.
-Carter, la chica está enamorada de ti, que no quieres que sea así porque no te gusta hacerle daño a las chicas,no es mi problema.
Él se hizo el ofendido, después una sonora carcajada salió de lo profundo de sus labios y me empujó suavemente riendo por el pasillo, a punto de llegar a clase.