El lado oscuro y la proposición

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Narra Alex:
-No entiendo como ha podido suceder o quien ha podido tener el valor de hacerlo- dijo Alan mientras bebía de su cerveza.
-Tiene que haber sido alguien cercano a ti, si no,¿Cómo sabían que estabas allí?
-Inútil ,pueden tenerla vigilada.
-Nos habríamos dado cuenta.
-Eso es cierto- intercedí entre Alan y Jared- No he notado nada extraño...
-Esto es horrible...puede pasarte algo muy turbio...
El sonido de un teléfono interrumpió nuestra conversación. Miré el móvil confundida y miré la hora. Las 12:35¿Pero no tenía que estar en clase? Atendí el teléfono un poco asustada.
-¿Qué ocurre Adam?
-oh, nada serio no te preocupes.
-Oh...
-Yo...sólo...¿Puedes venir a buscarme a la salida? Comemos juntos si quieres...
-Eh si...claro...
-Bien, adiós.
-Adiós...
Ambos me miraron
-¿Y bien?-Inquirió Alan.
-Nada, marcharé a comer con él.
Asintieron con la cabeza y seguimos bebiendo la cerveza mientras hablábamos y reíamos de cosas triviales.
La hora de ir a buscar a Adam llegó muy rápido, y cuando me quise dar cuenta ya estaba apoyada en el capó del coche  esperando que saliese del centro. Como siempre, los niñatos de su edad me miraban como si fuese una presa. Imbéciles.
Adam salió cabizbajo mientras se reunía conmigo.
- y bien,¿Cuál es el motivo?
- Te lo cuento luego. -Asentí y subí al coche y él hizo lo mismo.
Llegamos al centro comercial y entramos para mirar dónde comeríamos.
Agarré su mano para arrastrarlo a los baños. Y miré mi cara en el espejo. Tenía los ojos rojos y más color que de normal en las mejillas.
-¿Qué te ocurre Alex?
-Yo...esto...
-¿Estás...borracha?
-¡No!-mi voz salió aguda y comencé a tener calor- sólo bebí un par de cervezas, no más, es...
-No sigas,¿estás loca? Has conducido pasada de alcohol¿Y si te hubiese pasado algo?
Miré a todos lados algo desorientada, no sé qué me ocurría. Mis brazos empujaron su cuerpo a uno de los cubículos y mi espalda se fijó contra la pared mientras mis manos atraían su cuerpo al mío.
-¿Alexandra?
Gemí bajo mientras mis manos se deshacían de su cinturón.
-Alexa aquí no,nos van a...-callé su boca con la mía mientras mis manos tomaban las suyas para dirigirlas hacia mi trasero.
-Adam por favor...-gemí su nombre cerca de sus labios sabiendo que eso lo provocaría más.
-Alex - jadeó al sentir mis labios sobre su cuello mordiéndolo sin piedad.-esto no está bien...
-No nos descubrirán, lo prometo...-sus manos dejaron de ser sujetadas por las mías y comenzaron a moverse por todo mi cuerpo logrando que me calentase más. Me giró poniendo mi pecho contra la pared, moverse aquí era más difícil de lo que parecía. Sus manos trazaron mi cuerpo efusivamente y la cordura desapareció. Bajé sus vaqueros y el hizo lo mismo con los míos para entrar en mi, no sin ponerse el preservativo antes, gemí mientras se movía contra mí despacio, lento. Lo escuchaba gruñir mientras mis manos se aferraban a su cuello y tiraban de su pelo suavemente. Siguió moviendo sus caderas haciéndome correr poco después que él. Otra vez el lado oscuro ganaba, lo hacía perder el control sin que el pudiese detenerme.
Después de arreglarnos decentemente, salimos hacia un sitio para comer. Una vez que nos decidimos, nos sentamos para hablar tranquilamente.
-Yo...siento lo de antes...he sido muy brusca y...
-Descuida, es sólo que temía que pudiese haberte pasado algo y...
-Sí, lo siento...Querías decirme algo¿No es así?
-Sí...yo...verás...
-Adam, cálmate, tan solo soy yo.
-Mi madre ha decidido irse a vivir fuera...pero no fuera de a otro pueblo si no fuera de...el país...se va a China.
-¿Se?
- Sí yo...me quedo aquí para terminar mis estudios...mis abuelos pagarán mi piso...pero quería proponerte...
-Sí es matrimonio ni de coña Adam, aún soy joven...
-No no, es solo...podíamos...podíamos vivir juntos en algún sitio dentro de un año o un par...quiero decir empezaré la carrera y tu estás sola entonces...
Me quedé pensativa. Quizá tenía razón, quizá era lo mejor.
-¿Alex?
-De hecho, puedes venirte en cuanto tu madre se marche, puedes vivir en mi casa... sé que no es perfecta pero...
-C-claro que si Alex, eso sería magnífico.
-Bien.
Salimos del restaurante de comida rápida y conduje hasta su casa.
-Bueno Alex, nos vemos- besó mis labios delicadamente y se encaminó hacia su casa. Mi rostro comenzó a formar una media sonrisa mientras conducía de nuevo hacia casa.
Cuando entré encontré todo el salón revuelto.
-¿Nath? ¿Thiago?
Nada, ni un ruido.
-¿Alan?- inspeccioné toda la casa-¿Jared?
No había nadie. No faltaba nada.¿Qué era esto?
Tomé mi teléfono y marqué el número de Alan, pidiéndole que viniese a casa. En breves estaría aquí.
Cuando llegó miró la casa con desesperación .
-¿Qué ha...?
- No lo se Alan, cuando llegué todo estaba así.
Inspeccionamos de nuevo la casa juntos pero no encontramos nada.
Excepto yo, que vi ese anillo en el suelo. Estaba claro que eso no era mio,pero de todas formas lo tomé, guardándolo en mi bolsillo.
Alan comenzó a recoger y yo lo ayudé, aunque más bien debería de haber sido al revés.
-Alex esto...no puede seguir así...ya van dos atentados...el tercero podía ser el último...
-sé defenderme solita Alan, llevo siempre el machete encima.
-"llevo siempre el machete encima"-imitó mi voz agudizando la suya.
-Alain Bretòn si vuelves a...
-No vuelvas a decir ese nombre nunca, jamás Alexandra.
Odiaba que lo llamaran por su nombre, siempre lo hizo, su padre era francés y cuando los abandonó a su madre y a él, dejándolos solos, dijo que jamás querría oír sonar su nombre en francés, y tampoco su apellido. De todas formas podía haberlo cambiado por el de su padrastro pero tampoco quiso ya que decía que se había casado con su madre, no con él, y Alan seguía siendo un orgulloso en todo su ser.
Su mirada cruzó la mía haciéndome sonreír levemente.
-Deja de mirarme así Alain.
-¡Alexandra!
Reí levemente y el me dio un golpe suave en el hombro para unirse a mis carcajadas.
-¿segura que estarás bien?
-Sí Alan, de verdad.
El asintió mientras salía de casa. Cuando todo quedó más o menos estable. Saqué el anillo mirándolo con determinación. Ese anillo lo había visto en algún sitio, era conocido pero no recuerdo donde.
De repente escuché la puerta. Me levanté a abrirla para encontrarme con un Jared con la cara preocupado y agitado.
Se tiró a mis brazos fastidiando mi equilibrio.
-Alex...
-No Jared, estoy bien, cálmate.
-No pienso volver a dejarte sola, esto es...
-Jared,  está bien, eres igual de paranoico que Alan.
-Deberíamos estarlo Alexandra, te intentaron acuchillar y te han entrado en casa, la siguiente vez no va a fallar.
-Gracias por aumentar mi esperanza de vida- rodé los ojos con ironía, a lo que el respondió con un suspiro.
Se quedó un rato más haciéndome compañía y se marchó al rato, decidí tumbarme en la cama, tras el día tan agotador que había tenido.
Después de todo lo mejor que podía hacer era dormir.
Miré el teléfono viendo la hora. 23:43. Aún era pronto pero aún así, el sueño ganó a mi cuerpo y pronto me quedé dormida.
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Allí me encontraba otra vez, frente a esas puertas.  Entré en el edificio y subí por el ascensor. Llamé al despacho del "jefe" y entré sin esperar respuesta. Mi actitud cambió rápidamente para adoptar algo más natural y amenazante.
-Vengo a explicar una cosa y a dejar todo claro. No sé si sois vosotros quiénes estáis detrás de todo este lío pero exijo que lo detengáis antes de que ataque vuestro pequeño negocio. No vais a lograr nada de mí,  na-da.  No pienso volver, dejadme en paz porque no podréis conmigo tan fácilmente y alguien como tu deberías saberlo.
Mi ex - jefe me miró atónito ante mi discurso.
-Bien,no se a lo que te refieres, no hemos vuelto a tratar tu tema por lo que no tengo ni idea de lo que me hablas. Igualmente , tengo otros negocios que atender así que si has terminado agradecería que abandonases mi despacho.
Asentí, desconcertada.
-Padre...-escuché decir mientras salía del despacho. Asi que, el jefazo tenía un hijo...si supiese como era su padre...
Tomé el coche y me dirigí al trabajo, aún con la pregunta en la cabeza. Estaba segura que él no me habría mentido, me habría chantajeado quizá pero no mentiría.
Sin darme cuenta ignoré las distancias y aceleré demasiado. En pocos segundos mi coche estaba a milímetros de otro. Mi corazón se aceleró cuando frené, a tiempo de no estrellarme. Esto terminaría por volverme loca. O matarme.
****
Buenas a tod@s y feliz san Valentín dígamos que intenté tener el capítulo para hoy, estrujando mi cerebro para poder terminarlo.
Espero que os guste la historia y ya sabéis que podéis comentar y votar, no como a nadie .
Un besito para todos vosotr@s ♡♡♡.

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