¿Infidelidad?

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Narra Alex:
Había vuelto ya a la cafetería después de dos semanas que me había tirado en casa haciendo la nada ya que gracias a todos mis queridos amigos parecía inválida. Pero gracias a ellos mi mejoría había sido muy notoria y tan solo quedaba una pequeña cicatriz sin importancia alguna. Aunque aún tenía una enorme duda por la cabeza pensando que desgraciado había sido capaz de clavar ese cuchillo en mi estómago. Estaba claro que no era muy profesional ya que ni siquiera me mató,  tan solo me dejó una triste cicatriz. Pero no quería pensar más en eso. Hoy era sábado y ya estaba terminando mi turno de la cafetería. Además había quedado con Adam para cenar en casa y eso me emocionaba.
Cuando entré por la puerta el ya estaba poniendo la mesa y la cena estaba hecha.
-Vaya sorpresa.
El respondió con una sonrisa y siguió con su tarea mientras yo me quitaba el abrigo y la bufanda.
Me senté en frente suya para cenar mientras hablábamos de sus clases y sus notas.
Ambos quitamos la mesa e insistí en fregar los platos.
Cuando estaba terminando unas manos se cerraron en mis ojos impidiendo que viese.
Tomé sus manos entre las mías sonriendo y acaricié sus dedos lentamente, uno por uno.
Desde el incidente las sensaciones de mi alrededor se habían amplificado y disfrutaba más de las cosas.
Como por ejemplo ahora, disfrutaba acariciar sus manos, tomándolas y llevándolas a mis caderas para girarme y mirarle con lujuria.
-Alex aún no se si deberías...
-Shh...-lo corté- he aguantado más de dos semanas sin sentirte...te necesito Adam...
Besé sus labios despacio, dándonos tiempo. Introduje mi lengua en su boca y sus manos bajaron por mi pantalón tocando mis zonas sensibles, haciéndome estremecer.
-Te estás volviendo muy atrevido mi querido Adam...
-Eres tú quien me lo pide...
Ataqué su boca de nuevo, esta vez más salvajemente, mordiendo su labio inferior para hacerlo gemir.
Me levantó del suelo con facilidad, para enroscar mis piernas en su cintura y dirigirnos al sofá. Una vez allí su boca comenzó a morder mi cuello y dejando besos húmedos,mientras sus manos bajaban por mi pantalón, deshaciéndose de él. Mis manos hicieron lo mismo con los suyos no sin antes retirar su camiseta de un tirón.
Sus besos bajaron hasta mi ropa interior, que retiró con sumo cuidado para dirigir su boca ahí y...¡oh!
Adam estaba haciéndome retorcer lamiendo mis partes más sensibles. Tomé su cabello entre mis manos gimiendo, las sensaciones eran exquisitas y cada vez la temperatura subía más.
Sus dedos comenzaron a entrar y salir suavemente de mí, lo que me hizo enloquecer aún más. Gemí sintiendo que iba a correrme en cuestión de segundos y así fue. Adam levantó su cabeza y el muy descarado se relamió los labios. Lo acerqué  a mí para besarlo bruscamente y tiró de mi labio, incluso un sabor metálico apareció en mi boca haciéndome saber que me había hecho sangre.
Pero no me importó, lo empujé haciendo que él quedase tumbado en el sofá y mis manos se dirigieron a sus bóxers,que retiré en segundos para introducir su miembro erecto en mi boca, y comenzar a lamerlo e introducirlo en mi boca varias veces escuchando sus gemidos.
Sus manos retiraron con delicadeza mi boca de su miembro para volver a tumbarme y coger una de mis piernas mientras buscaba un preservativo.
-No, Adam,No...hazlo sin...
El asintió levemente y se hundió completamente en mí. Sus caderas comenzaron a moverse penetrándome una y otra vez sin piedad, haciendo que nuestros gemidos fueran uno. Siguió embistiéndome con más fuerza, haciéndome retorcer de nuevo, gimiendo su nombre.
Cada vez aumentó más su velocidad, haciéndome saber que ambos explotaríamos a la vez, y así fue. Minutos después noté como se corría dentro de mi, al igual que yo explotaba dentro de mí por él.
Se tumbó a mi lado abrazándome y  envolviéndose conmigo.
-Dios Alex... ha sido...
-Increíble...
-si...
Ambos nos miramos y sonreímos, quedándonos dormidos,enredados en el diminuto sofá y agotados.
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Nos encontrábamos ambos en el coche, dirección al bar ya que habíamos quedado con nuestros amigos para salir de fiesta. 
Cuando digo amigos me refiero a Alan,Jared, Nathan y Thiago, Carly, mi compañera de trabajo a la que había invitado y otras dos chicas, Amigas de Jared.
Una vez allí dejé a Adam en la pista con los chicos y me fui a pedir una bebida con Carly, que al ser algo tímida, la costaba integrarse por lo que la eché una mano. Parecía llevarse muy bien con Alan, ya que de los chicos del grupo, parecía el más extrovertido.
Pedimos una cerveza y nos reunimos con los chicos en la pista,pero Adam no estaba allí.
Pregunté por el y me dijeron que se había ido al baño tranquilizándome. 
Nathan y yo decidimos ir a bailar a la pista, aunque no fue la mejor idea, ya que minutos después encontré la cabeza de Adam, pero junto a la de ella.
Adam y Alice se estaban besando, en mi cara.
Nathan pareció verlo también ya que me miró con la expresión deformada por la sorpresa e incluso algo de dolor, si a mi me dolía, a él también.
Salí a toda prisa del bar pero me dí cuenta de que no había traído mi coche, habíamos venido en el de Adam.
Caminé poco a poco por el camino que había escogido, no sabia a donde llevaba pero sabía que estaría bien.
No sé cuánto llevaba caminando, no sentía frío ni nada. Hasta que oí su voz llamándome.
-¡Alexandra! ¡vuelve!
Seguí caminando, no quería verle, pero sus brazos me detuvieron abrazando mi cuerpo.
-Escúchame.
-No, no quiero, no quiero escuchar mentiras.
-No son mentiras Alexandra te lo prometo.
-¡No! ¡No prometas cosas que no vas a cumplir!-me zafé de su agarre para encararle- te has liado con ella, ¡me has puesto los cuernos en mi puta cara! Después de haber estado cenando juntos y de dártelo todo...¡Todo! ¡ Te he dado mi vida para que la mejores y así lo haces! ¡Traicionándome! ¡Encima con ella! ¡ Delante de mis narices! ¿¡ con quién te crees que juegas, niñato!?
- Lo primero no me levantes la voz, no estoy sordo, lo segundo,¡ me ha besado ella! ¡ Yo no quería!
-¡ No me cuentes historias! ¡ No es mi culpa que sea una zorra pero no te permito que te excuses así!
-¡ No he podido apartarme, no me ha dejado!
-¡Eres un imbécil! ¡ Vete a follártela y déjame en paz!
-¡ No me da la gana! ¡ Vete tú con Jared!
No le dejo terminar la frase cuando mi mano ha impactado en su mejilla creando un ambiente aún más tenso. El se lleva la mano a la zona afectada y me mira con incredulidad.
- Te lo he advertido una y otra vez. Las cosas son como yo quiero que sean.¿ Entendido?
Me mira sin saber que hacer,entonces mis labios se apoderan de los suyos mientras mis manos agarran su cara firmemente. Me separó instantes después, y con una mirada lobuna repito:
-¿Entendido?
El me mira y asiente incrédulo. Entonces camino de vuelta mientras el me explica que llevo una hora caminando, pero que él solo ha tardado media porque ha cogido el coche, que está un poco más adelante.
Una vez dentro, intentamos resolver nuestro problema sin violencia ni gritos. Conseguimos entendernos mejor que antes y volvemos al bar con los demás.  Como si nada hubiese pasado.

DangerousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora