Jared

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NARRA ALEX:
Estaba con Jared en casa viendo una película.
El me estaba acariciando mi mano con ternura mientras yo estaba sentada encima de él.
Estaba aburrida por lo que pensé en divertirme un poco. Me giré sobre mí misma dándole la cara a Jared mientras el miraba confundido, aunque en seguida entendió lo que pasaba por mi cabeza.
-Alexandra Jekins estamos viendo una película.
-Podemos hacerla nosotros.  La película digo.-Reí maliciosamente.
- Cuando quieras nena.
Comencé a besarle despacio quitando su camiseta mientras él quitaba la mía.  Seguimos besándonos hasta que estuvimos completamente desnudos y comenzamos a tener sexo en el mismo sofá, hasta que oímos algo caerse.
Nos giramos para ver a Adam, que se encontraba en la puerta mirándonos atónito.
-Lo siento, no quería molestar.-Hizo una mueca y me miró decepcionado mientras se marchaba.
Decidí ignorarlo y continuar con lo que estaba haciendo, pero mi tranquilidad no duró mucho.
Al final del día,  Jared se había marchado y yo estaba cenando sola. Los remordimientos rondaban mi cabeza constantemente,  no me dejaban pensar en nada más,  ni cenando, ni viendo un rato la televisión, ni siquiera intentando dormir. Pero,¿Qué mierdas me estaba pasando? Yo no era así,  que se jodieran todos, yo debía poder hacer lo que se me viniese en ganas. No era justo que ahora me preocupase por un niñato del cual conocía el nombre y la vivienda...y ahora que lo pienso, no sé ni cuantos años tiene, joder,  ni siquiera sé si es mayor de edad.
Tenía que solucionar esto.
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La una del mediodía, yo, en casa del friki, llamando a su puerta.
Salió su madre que al principio se asustó pero le aseguré que venía en son de paz y que su marido no dejó deudas y se tranquilizó.
-Vera señora...
-Sleyer
-Señora Sleyer,  he estado buscando a su hijo por todas partes pero no lo encuentro y necesito hablar con él, de veras no quería verlo así pero fue superior a mi, es mi culpa por ser así pero necesito que me perdone...necesito verle
Alex, no necesitas a nadie, te lo prometiste.
-Mi hijo está en el instituto...puede ir a buscarlo y traerlo a casa, así no tendrá que venir andando...
-Sí, gracias, lo haré.
Salí de la casa para meterme en el coche y dirigirme al puñetero instituto para ver a esos mocosos insolentes.
Aparqué en el maldito centro y le esperé fuera del coche, apoyada en el capot del mismo.
-Oye Belleza,¿Tienes novio?
Sonreí,  un  niñato tirándome los tejos,  eso sí que era divertido.
-Pero bueno, para ser un crío sabes hablar - reí levemente- Cariño, para ti estoy casada, y tengo amante.
El chico me miró arrogante mientras se daba la vuelta y se marchaba.
Sonó el bendito timbre y comenzaron a salir grupos y grupos de adolescentes, a los cuales se quedaban mirándome algo extrañados.
Divisé a Adam con aquella chica castaña. Siempre estaba en el puto medio. Me acerqué poco a poco hacia ellos tomando a Adam del brazo.
-Lo siento, voy a robártelo un rato¿Vale?-tiré de él hacia el coche pero el muy imbécil ponía resistencia y no se dejaba agarrar.
-Mira Adam esto es jodidamente simple - le solté el brazo- te metes en el puto coche sin quejarte, te pones el puto cinturón,  te estás calladito mientras yo te digo lo que te tengo que decir y te dejo en tu puta casa con tu madre, ella misma me ha pedido que te lleve en coche asique hazme caso porque mi puta paciencia tiene un jodido límite.
El chico me miró algo asustado y se metió en el coche tal y como le había dicho.
Arranqué el motor y comencé a conducir hacia su casa mientras le hablaba.
-Lo siento¿Vale?
-¿ Sientes el qué? No somos nada asique no tienes que disculparte.
-Adam...
-¿¡Qué?! ¿¡Por qué te disculpas?! ¿¡Por utilizarme, por confundirme, por reírte de mí,  por jugar conmigo o por todo lo anterior?!
Le miré confundida. Sus palabras me estaban afectando, tenía razón pero...Otras veces no ocurría lo mismo...¿Qué me ocurría con Adam?
-Adam...perdóname...por favor...no puedo soportar el hecho de haberte hecho daño...esto es...diferente para mí...
-¿En qué sentido?
-No lo sé...eres tú...es tu culpa...es...extraño...
-Sí...claro que si...
Aparqué en frente de su casa y apagué el motor.
-¿Vas a perdonarme?
-No sé Alex, desde que llegaste a mi vida solo me traes problemas,  he discutido con mi mejor amiga al menos unas tres o cuatro veces,  mi padre ha muerto y me despisto con facilidad sin mencionar las veces que habré ido detrás tuya...
-Te digo que lo siento Adam...sé que es difícil estar conmigo pero dame una oportunidad...sabes que en el fondo merezco la pena...
-Joder - salió del coche sin decir nada más y entró en su casa. Esto era extraño, ni con Jared ni Alan me pasaba esto, solo con Nathaniel y porque era como mi hermano y sentía la necesidad de tenerlo cerca pero con alguien ajeno...no era buena idea, me largaba a trabajar.

Ya era de noche cuando salí de casa y con el coche me dirigí a esas discotecas. Allí haría buena caja.
Caminé entre la gente y comencé a vender la cocaína a todo el que se me ponía por delante.  Ese era mi trabajo. Si, era traficante pero no me quedaba de otra.
Cuando terminé de vender todo lo que tenía,  me fumé dos porros de marihuana.  Había buen ambiente asique me quedé un rato más.
Horas después salí del local para dirigirme a casa algo colocada pero no podía llamar a Nathan porque se enfadaría.
Pero en mi trayecto hacia el coche, dos hombres me agarraron por los hombros y me cayeron al suelo. Era casi de madrugada,  serían las 6:30 de la mañana o así, pero a estos hijos de puta les daba igual.
-Esto es tan sólo una advertencia, deja de correr nuestro territorio con tu droga, porque sino, las cosas se pondrán muy feas.-comenzaron a darme patadas en las costillas y la espalda. Al estar colocada no podía defenderme y me estaban dando una buena paliza. De hecho me sangraba la boca y creo que la cabeza, eso sin contar que el brazo me dolía como el jodido infierno.
Cuando terminaron se marcharon dejándome tirada en el suelo.
Hijos de puta. Esto no iba a quedar así.
Me levanté y me metí en el coche. Conduje lentamente hacia el apartamento pero no sabía como volver, por lo que aparqué en frente de casa de Adam, ya que era lo poco que recordaba en ese momento. Salí del coche y llamé al timbre como pude. Al poco salió Adam mirándome preocupado. Me hizo entrar en casa y me sentó en la cama de su habitación. Que olía a su perfume. Se sentía tan conocido y cálido. Parecía que estuviese en casa.

*sensual Jared en multimedia
Gracias por leer y espero que os esté gustando.
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Brocken_pieces_falls    *

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