Al día siguiente, lo único que hice fue recostarme y escribir como una loca en la computadora.
Tenía la intención de entrar a tumblr y escribir frases tristes, pero alguien tuvo la idea primero y terminé llorando.
Escribí "mandalas" en el buscador, dispuesta a imprimir uno y colorearlo para alegrarme un poco; mi madre decía que funcionaban y las mamás no mienten, ¿o sí?
Solté una risita al recordar el tatuaje que Sam, mi ahora ex novio, se había hecho en la espalda baja. El tatuaje era nada más ni nada menos que... Tambores, por favor, ¡mi nombre!
Solté una carcajada sólo con imaginar la cara de su secretaria al verlo. ¡Boom perra! ¡Punto para Laila!
El teléfono sonó y me levanté para contestar.
— ¿Hola?
— ¿Laila? Hola, cariño– cerré los ojos resoplando. Dios, dame paciencia porque si me das fuerza, lo mato.
— ¿Qué quieres, Sam?
— Tenemos que hablar, linda. Deja que te explique todo.
— ¿Tu secretaria vio el tatuaje y te mandó a la mierda o algo así? ¡Déjame en paz! No quiero hablarte, no quiero verte y no quiero saber nada de ti en lo que me resta de vida, cabrón– lloriqueé– Después de esto, me iré al infierno definitivamente.
— La...– colgué el teléfono móvil.
Volví a resoplar. Esta llamada merecía una pizza de tres quesos pero después de lo de ayer, no quería ni imaginar el volver a llamar a la pizzería.
Revisé la nevera y sólo había jugos de fresa, jitomates y un pedazo de queso. Tendría que hacer las compras ya.
Podría preparar una ensalada de jitomates con queso acompañada de jugo de fresas importado desde... El supermercado de la esquina.
A la mierda con el chico de las pizzas. Si yo quería mi pizza de queso, tendría mi pizza de queso.
— Pizzería Carlo's, ¿en qué puedo ayudarle?- respondieron después de que tuve el valor de llamar. No podría reconocer su voz, porque rayos, sólo hablamos una vez pero esperaba que no fuese él.
— Eh, sí. Una pizza de tres quesos, por favor.
— ¿Lucky girl?– y entonces el cielo se abrió y Dios me miró enfadado, pensé. Ya decía yo que tendría un castigo por tener una boca tan pecaminosa. Sin malpensar, por favor.
— Vas a cobrarme la pizza de ayer, ¿verdad? No te preocupes, la pagaré junto con esta– le dije nerviosa y él río.
— No realmente. Tómalo como un regalo– rodé los ojos. — ¿Seguimos sufriendo por el chico dos camisas?
— No sé qué es lo que tienes por ponerle apodos a la gente, pero no. Para que lo sepas, ese tema ya es pasado.
— Bien. ¿Te incluyo un refresco de manzana?
Él tomaba refresco de manzana.
— Que sea de toronja.
Él odiaba el de toronja.
— ¿Está vez sin veneno?– preguntó con gracia.
— No sé si esto sea de tu gracia, pero te aseguro que no sólo con mi ex aplico el veneno. No me hagas enojar, chico pizza.
— En el colegio llamaban así al chico de los granos. No me haces sentir muy bien con el apodo, lucky girl.
— ¿Y quién dijo que quería que te sintieras bien?– él rió.
— En menos de 30 minutos llega tu orden.
— ¿Será gratis?
— No pierdas la fe, lucky girl. No la pierdas.
Bastardo. Eso fue lo que pensé cuando 10 minutos después me cobraron por la pizza y el refresco de toronja que había ordenado.
. . .
Hola, de nuevo. Antes que nada quiero agradecer por el apoyo y los buenos comentarios que he estado recibiendo; sin duda, fue lo que me inspiró a subir capítulo hoy.✨
Por otro lado, quiero agradecer inmensamente a @PandaLectoraObsesiva por la porta; es fantástica.😍
Espero disfruten del capítulo porque es total y únicamente para ustedes (obvio).
Probablemente actualice el fin de semana o el lunes, no estoy segura. Pero de que actualizo, actualizo.
Nuevamente, ¡muchísimas gracias por el apoyo! Los veo luego.💜👀

ESTÁS LEYENDO
El chico de la pizza.
Fiksi Remaja- Pizzas Carlo's, ¿en qué puedo ayudarle? - Mi novio es un hijo de puta... Bueno, ex novio. Me engañó y gracias al cielo que no tengo tantas cosas de él en mi casa. Sólo tuve que lanzar un par de camisetas por la ventana. Como sea, quiero una de pep...