Veintitres.

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5 meses después...

— Maldición.

Lucas me miró con los ojos bien abiertos como regañándome.

— Sí, sí. Yo sé que digo malas palabras, a veces. ¿A quién le importa?

Su mirada se mantuvo en mí.

— ¿Tienes hambre?

Se dio la vuelta y se escabulló por el pasillo del departamento.

— ¡Lucas! Ven aquí.

Esperé a que regresara y no fue así. Lo amaba, pero estaba volviéndome loca.

Suspiré, de todas formas siempre me había visualizado como la señora solterona de los gatos... Aunque en mi fantasía ellos no me abandonaban.

Dios santo. ¿Qué tan mala tiene que ser tu vida para no aspirar ni a eso? Oh Zeus, tienes una deuda bien grande que saldar cuando llegue al Olimpo.

Mis tripas rugieron y maldije. Hace cinco meses que no comía pizza y me sentía hambrienta.

Las ensaladas y comidas bajas en grasas me estaban matando. Había quienes se mataban por ser como Kylie Jenner, pero no, señores, a mí me encantaba ser Christina Aguilera. Yo era jodidamente feliz así.

Mordí mi labio y pensé seriamente... ya había pasado bastante tiempo. Ya era hora de que esto terminara.

Carraspeé y sentí mis manos sudar.

- No me hagas golpearte, Laila. Relájate.

Marqué el tan famoso número y esperé.

Primer pitido.

Segundo pitido.

Tercer pitido.

- Pizzas Carlo's, ¿en qué puedo ayudarte?

Joder.

...
Qué bien se siente regresaaar.💖
Chicas, lamento desde el fondo de mi corazón la tardanza pero tengan que seguro que terminaré esta historia y les dedicaré más tiempo.
Mil gracias por la espera, ojalá aún quieran seguir con la historia.
Las extrañé un montón y espero que puedan disfrutar del capítulo tanto como yo.🌚
Las ama siempre,
B.

El chico de la pizza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora