Me mordí las uñas por milésima vez en treinta minutos.
Carl venía en camino. Tras su llamada me pidió que nos viéramos, para hablar y por fin enfrentar al elefante rosa en la habitación.
Me miré en el espejo y fingí sonrisas.
Enseñé todos mis dientes.
— Carl, qué sorpresa. No te esperaba.
Tonta, pero si acaban de acordar verse.
Sonreí sin enseñar los dientes.
— Hola Carl, pasa, ¿quieres un poco de té?
Rodé los ojos, nadie decía eso.
El timbre sonó sobresaltandome.
Respire y camine deprisa para abrir la puerta.
Y ahí estaba, y me estaba sonriendo. Dios, lo había extrañado tanto. Sentí mi corazón saltar y me puse como jitomate. Genial.
— Lucky girl.
Sonreí.
— Chico pizza.
Rió.
— ¿Vas a invitarme a pasar o seguirás mirándome como si fuera un trozo de pizza?
Y ahí estaba ese ego. Rodé los ojos.
— Morirías porque te mirara así.
— No puedo ir en contra de eso.
Me mordí el labio avergonzada. ¿Desde cuándo tenía comportamientos de niñata enamorada?
Tal vez porque estás enamorada, duh, exclamó mi voz interior.
¡Shh!
— ¿Estas bien, lucky girl?
— Si sí, pasa.
Entró y cerré los ojos mientras cerraba la puerta rogando porque todo saliera bien.
Nos sentamos y nos miramos en silencio. Hasta que él decidió romperlo.
— Y, ¿cómo has estado?
— Bien, ¿tu?
Dios, qué incómodo.
— Genial, ya sabes, en la pizzería.
— Oh, sí. ¿Y Ritha?
Sonrió.— Encontramos una actividad que no la pone en riesgo, al parecer las matemáticas son lo suyo.
Solté una carcajada.
— ¿Y aún no se saca un ojo con el lápiz?
— No, utiliza un gis, por el bienestar de todos.
Ambos reímos y nos miramos.
— ¿Has hablado con Sam? - preguntó de repente.
— No, ni una sola vez, ya ni siquiera pienso en lo que pudo ser.
Creí ver como sus ojos se iluminaban.
— Me alegro, digo, por ti.
Sonreí nerviosa.
— ¿Y tú?, ¿has estado viendo a alguien?
Desvío la mirada y frunció el ceño.
— Sí.
...
Hola chicas, lo prometido es deuda. Me cuesta decirles que a esta historia le quedan ya sólo unos cuantos capítulos, y le decimos adiós.☹
Siempre me he preguntado, ¿cómo se imaginan que son Carl y Laila?
Las ama,
B.
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El chico de la pizza.
Teen Fiction- Pizzas Carlo's, ¿en qué puedo ayudarle? - Mi novio es un hijo de puta... Bueno, ex novio. Me engañó y gracias al cielo que no tengo tantas cosas de él en mi casa. Sólo tuve que lanzar un par de camisetas por la ventana. Como sea, quiero una de pep...