— Hey...
— ¡Hola! Yo...
Su voz me interrumpió.
— Es Carl, si estás escuchando esto es porque estoy demasiado ocupado como para escucharte así que... ¡ten un gran día!
— Carajo.
No había hablado con Carl desde la visita de Sam y todo había sido mi jodida culpa.
Si me dieran un billete por cada vez que arruino las cosas, Bill Gates estaría lavando mi baño.
Suspiré y me tiré en el sofá.
El teléfono sonó y contesté sin mirar el identificador.
— ¡Es Laila!
Se escuchó una risa al fondo.
— Cuanto entusiasmo. Ojalá todas las chicas me contestaran así.
Rodé los ojos.
— Hola Francis, ¿en qué te puedo ayudar?
— Creo que me puedes ayudar en muchas cosas, nena, sí sabes a lo que me refiero.
Soltó una risita.
— Lo siento Fran, no sé cómo regresarte a la heterosexualidad.
— Ow, alguien está en modo perra en celo.
Resoplé.
— Peleé con mi novio.
Un gritito hizo que alejara el teléfono de mi oído.
— ¡Perrísima! ¿Por qué no lo sabía? Cariño, te tengo envidia y no de la buena.
— Jaja, eres un grano en el culo Francis pero te adoro.
— Cuéntamelo todo pero antes ven al hospital, no hay quien cubra el siguiente turno.
— Bien, te veo allá.
— ¡Adiós nena!
Oh, Zeus. Mi vida estaba llena de locos.
Me dirigí al hospital y llegué antes de lo esperado así que compré un emparedado y me senté. Hace tanto que no comía algo que no fuera pizza y oh, qué mal se sentía.
Te lo dije.
— Cierra la boca.
— Eso es todo lo contrario a lo que me piden los chicos. ¡Tan vulgares!
Francis estaba frente a mí con sus grandes ojos azules. Y es que, sí no fuera gay, que me perdone Dios pero yo habría dejado que me hiciera lo que quisiera.
— Te irás al infierno.
— Me iré al cielo porque te voy a ayudar, ¿qué sucedió?
Lo arruinó todo, sí, rarísimo.
— Lo arruiné todo, sí.
— ¿Por..?
Le conté la situación a Francis y escuchó con atención hasta que terminé.
— Nena, metiste la pata hasta el fondo. Mira que correrlo por tu ex, ¿en que estabas pensando? No, espera, ¡no estabas pensando!
— ¿Crees que no lo sé? Necesito tu ayuda.
— Claramente no quiere hablarte... así que búscalo, oblígalo a que te escuche pero si decide alejarse... no podrás hacer nada más, cariño.
Los ojos se me llenaron de lágrimas.
— Soy una idiota. No quiero perderlo.
Me abrazó.
— Lo sé, nena. Ahora a trabajar y límpiate esa cara que luces horrible.
Reí y nos levantamos para ir hacia el área de pediatría.
No tenía ni dos minutos ahí cuando alguien gritó mi nombre.
— ¡Laila!
Me giré y ahí estaba Ritha, la niña barbie y a su lado estaba un muy preocupado Carl.
Mierda.
. . .
¡Hola de nuevooooooo!💖
¿Como están? Espero que súper bien porque yo estoy muyyy contenta de traerles un nuevo capítulo.
Tres cosas:
1. El final del chico de la pizza está cerca :( sí, lo sé, a mi también me duele.
2. Estoy pensando en hacer un en vivo en ig para contestar sus preguntas acerca del final y de las dudas que tengan. Estaba pensando en hacerlo mañana por eso de las 6 de la tarde, ¿qué opinan?🌞
3. Chicas, yo ya les había comentado que había pasado por una situación verdaderamente difícil en mi vida, situación que obviamente yo NO pedí y que me hubiese gustado no tener que vivir pero así es la vida; me estoy adaptando a muchos cambios en mi vida, al mismo tiempo tengo que entrenar, cuidar una relación y seguir con mis deberes. Les abro un espacio para continuar la historia y no dejarla incompleta pero siendo franca, no está padre que me dejen comentarios o mensajes siendo groseras y exigiendo actualización. Si yo pudiese escribir todo el día, lo haría, créanme. Sólo les pido que sean más comprensivas.💘
No se olviden de comentar y votar. Ya saben que me encanta leerlas.
Sin más que decir, las amo,
B.
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El chico de la pizza.
Teen Fiction- Pizzas Carlo's, ¿en qué puedo ayudarle? - Mi novio es un hijo de puta... Bueno, ex novio. Me engañó y gracias al cielo que no tengo tantas cosas de él en mi casa. Sólo tuve que lanzar un par de camisetas por la ventana. Como sea, quiero una de pep...