— Lucky girl, hola– rodé los ojos.
Después de tres días, al fin aparecía mi chico de las pizzas, ¿quién se creía?
— Bastante tiempo sin saber de ti, comenzaba a creer que realmente Dios había perdonado mis pecados– me burlé.
Él rió.
— Vamos, sé que me extrañaste. Yo lo hice.
Mis mejillas se calentaron... Es que hacía mucho calor.
— ¿Me extrañaste, chico pizza?– pregunté con desinterés. O sea, no es como si me importara, saben.
Él no dijo nada y después respondió como si nada.
— Quisieras; me extrañé a mí mismo burlándome de ti cada vez que llamas.
Resoplé.
— Sí, claro. Quiero una pizza de queso con una fanta.
— Tengo un chiste con es...
— No, no eres fantástico si consumes fanta.
Él gruñó.
— Eres una pesada, lucky girl. No mereces ser fantástica así que elige otro refresco.
Chillé.
— ¡Te pago así que puedo pedir lo que se me venga en gana!
— Bien, refresco de manzana será.
Soltó una risita.
— ¡Quiero mi maldita fanta! Tengo contactos y si no me traes lo que te ordeno, puedo utilizarlos–
— ¿Contactos?, ¿me lanzarás al chico camisas?
Lo pensé.
— No, seguro podrías con él. Quiero pensar que no eres un chico de 17 años demasiado desgarbado.
Se rió entre dientes.
— Oh, no, lucky girl. Puedes estar segura de que estoy lejos de ser un chico desgarbado. Puedo comprobarlo.
Tragué duro. Yo no pienso en cosas pervertidas, o sea, me dicen María, lloro agua bendita... ¿Dijo que podía comprobarlo?
— ¿Cómo harías eso?
— Tal vez sea hora de que me vuelva repartidor de pizzas.
Me mordí el labio.
— No, tal vez deberías seguir al teléfono. A la gente se le iría el hambre sólo con verte– dije en broma para quitar el aire raro.
— De lo hermoso que soy, por supuesto– regresó la broma y de repente se puso serio de nuevo— Sólo tienes que pedirlo, lucky girl y me convertiré en repartidor al segundo.
— Sí, bueno... Como sea, tengo hambre.
Él rió.
— Pizza de queso y refresco de manzana a la orden– y colgó.
Pisé como niña chiquita.
— Estúpido, mi fanta, idiota.
...
¡Hola! Lamento la tardanza pero he estado un poco ocupada por asuntos escolares (y eso que sigo de vacaciones).
En fin, quiero hacer énfasis en dos temas que la verdad me tienen angustiada, triste e impactada. El primero es la muerte de la cantante Christina G, no podía creerlo. Es impresionante como la locura de una persona puede acabar con tanto en un segundo, ¿qué tan mal se tiene que estar? Le arrebató todo a una persona que jamás lo había dañado.
Lo segundo, fue la masacre que se vivió en Orlando, otro acto de locura. No sé qué opinión tengan ustedes respecto a los homosexuales (la respeto sea cual sea). Pero no se trata de aceptación, se trata de tolerancia; ellos no le hacen daño a nadie y simplemente aman. La lógica del mundo últimamente es: "si no piensas como yo, mereces morir."
Estas situaciones me enojan de verdad, porque son injusticias, MATAN a personas que no están haciendo nada malo.
Sólo quería mencionarlo porque son situaciones que no hay que dejar pasar, es momento de sentarnos y reflexionar que tanta tolerancia tenemos con lo que nos rodea y en lo que estamos haciendo mal. Es una cuestión cultural ante todo.
De acuerdooo, disfruten mucho este capítulo que actualizaré rápido jaja.🌚
No olviden comentar mucho, votar y toda la onda.🤘
Los amooo,
B.

ESTÁS LEYENDO
El chico de la pizza.
Novela Juvenil- Pizzas Carlo's, ¿en qué puedo ayudarle? - Mi novio es un hijo de puta... Bueno, ex novio. Me engañó y gracias al cielo que no tengo tantas cosas de él en mi casa. Sólo tuve que lanzar un par de camisetas por la ventana. Como sea, quiero una de pep...