Corrí al baño para verificar que mi cara no estuviera echa un asco.
Tomé el maquillaje y por primera vez, agradecí que mi madre se preocupara porque pareciera toda una mujercita.
Suspiré y me miré a través del espejo.
— ¿Y a ti desde cuando te importa lucir como una barbie para un chico?
Rodé los ojos y decidí quedarme como estaba, no lucía como mi buena amiga Afrodita pero tampoco era un monstruo.
La puerta sonó y me acerqué nerviosa para abrir.
Que no sea tan feo, por favor.
Abrí la puerta y un chico con frenillos y granos en la cara me miró sonriente.
Y por segunda vez, el cielo se abrió y Dios me envió un regalo.
— Vaya, eh, hola.
Lo miré sin saber que más decir y él no dejaba de sonreír.
— ¿Qué tal? Lamentó la tardanza, la motocicleta se descompuso a mitad del camino.
Y entonces, se rascó la oreja sacando un poco de cerilla y limpiando su dedo en su playera. Me miró apenado y yo forcé una sonrisa.
¿Por qué a mi?
El chico parecía sacado del instituto.
— Sin problema. Tu voz es más gangosa de lo creí– dije nerviosa y él frunció el ceño con disgusto.
— Si bueno, tú no eres miss universo para ser exactos. Mi inteligencia supera a la tuya, seguramente.
Chillé.
— ¡Eres un completo idiota! Lárgate de aquí con tu jodida pizza. ¡Me voy a encargar de que te quedes sin un jodido cliente!
Y entonces una carcajada retumbó.
Me giré lentamente para mirar al tío de Ritha... Esperen, ¿el tío de Ritha?
— Lo que me faltaba, ¿están lloviendo idiotas o algo así?
— Vaya lucky girl, que cordial eres con las visitas.
Diablos.
— ¿Tú eres el chico de las pizzas?
Lo miré desconcertada y me giré hacia el verdadero chico de las pizzas que me veía molesto.
— ¿Y tú quién eres?
— ¿El chico de las pizzas?– explicó con obviedad— Carl me envió aquí– señaló con la cabeza al idiota supremo.
Bufé.
— Muy gracioso, Carl– dije con sarcasmo — Lamento haber sido tan imbécil– me disculpé con el chico.
Él rodó los ojos.
— Bien Matt, gracias. Recibirás una buena propina mañana.
Carl tomó la pizza y Matt se fue como alma que lleva el diablo.
— Ya me conocías– le dije molesta.
— Me sorprendió que no reconocieras mi voz. Tuve mis dudas al principio pero cuando mencionaste al buen hombre que te ayudó en la máquina, lo confirmé– se burló.
Me crucé de brazos.
— ¿Y crees que te perdonaré que lo hayas ocultado?
Me dedicó una sonrisa que me pareció bella.
— ¿Decirte que eres jodidamente hermosa basta?
Bufé.
— Te costará más que eso, chico pizza.
Soltó una carcajada.
— Sí, bueno, me hubiese decepcionado de que aceptaras esa disculpa. ¿Una pizza con queso extra funciona?
Y sonreí.
— Sí, tal vez funcione.
. . .
¡Huola!
Estoy realmente emocionada por este capítulo, al fin Laila pudo conocer al chico pizza. ¿Qué les pareció? Me encanta saber qué opinan, lo saben.
Prometo subir capítulo lo antes posible.😭
Los amo con todo mi corazón,
B.💜
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El chico de la pizza.
Teen Fiction- Pizzas Carlo's, ¿en qué puedo ayudarle? - Mi novio es un hijo de puta... Bueno, ex novio. Me engañó y gracias al cielo que no tengo tantas cosas de él en mi casa. Sólo tuve que lanzar un par de camisetas por la ventana. Como sea, quiero una de pep...