Décimo Tercera Parte

952 80 11
                                    

(...) Tú eres la manzana y yo soy Eva.
Tú eres el pecado y yo soy una pecadora.

-Qué bien que has podido entrar Naruto, me alegra mucho.- sonreía el joven Sasuke.

-Nada hubiese sido posible sin tú madre.

-Lo sé, mamá es grandiosa- dijo con orgullo el pelinegro

Ambos muchachos caminaban de nuevo a la ferretería, en cuanto entraron, la campana de la puerta sonó.

-Supongo que irás al baile de bienvenida de los de primer ingreso.

-Aún no lo sé.

-Sí cambias de opinión, recuerda que tienes que llevar pareja, sino serás el hazme reír de todo el instituto.

-Eso es estúpido, no me interesa.

Las palabras del rubio hicieron que el autoestima del joven Sasuke se cayeran por los suelos. Bajo la mirada, se sentía un completo idiota al hablar del baile como si fuera un niño de preparatoria.

-Sí, tienes razón.- dijo desanimado, Naruto notó su cambio de humor, no quizo hacerlo sentir así, por lo que intento subirle el ánimo.

-¿Y tú?-le preguntó golpeándolo levemente con su hombro, Sasuke lo miró confundido.

-¿Ya tienes pareja?- volvió a hablar el rubio, las mejillas del chico azabache se tornaron rojas al escuchar la pregunta de su amigo. Sí contestar nada, levanto la cabeza y con la mirada comenzó a buscar a esa chica que le robaba los suspiros. Hinata Hyuuga.
El joven de los ojos azules notó su comportamiento, sabía que esa chica le gustaba.

-¿Por qué no la invitas?- lo incito Naruto.

-No sé, es una chica que no está a mi alcance.-Contesto desanimado.

-Vamos, a puesto que dirá que sí- volvió a animarlo.

El azabache la miró con determinación, ¿en verdad tendría alguna oportunidad con esa chica tan bella? Con las piernas temblorosas y sus manos bañadas en sudor, camino por los pasillos estrechos de la ferretería, lento y con miedo comenzó a acercarse con torpeza hacia el mostrador donde ya hacía la ojiperla. Como si fuera un deja vú, la chica mirando su revista, sintió vibraciones que le hicieron creer que alguien la observaba. A parto su vista de la revista y alzo la mirada.

-Hola- dijo con una breve sonrisa.

-Hola- Sonrío Sasuke con una sonrisa sincera.

-Voy a comenzar a creer que vienes a comprar solo para verme- dijo sarcásticamente la peliazul

-Bueno, pues veras.- contestó Sasuke nervioso, llevó su mano derecha a su cabeza y comenzó a rascarla levemente.

-¿Estás bien?- Preguntó Hinata

-Sí- Afirmo Sasuke. Creyendo que estaba actuando muy desesperadamente intento calmarse.

-¿Sabes? A veces creo que eres muy extraño, como si fueras algun tipo de piscópata que sale en las películas de terror.- Dijo sin más, mientras devolvía la mirada a su revista de adolecentes inmaduras e ignorantes. El azabache llevó una de sus manos a su pecho al sentir una dura punzada en este. Se sentía un completo fracasado, un ridículo al pensar que esa chica podría aceptar una simple cita.

Aceptando su derrota en la guerra del amor, se giró con lentitud, con la mirada en el piso comenzó a regresar por donde vino, eso había sido muy duro, ninguna chica le hablaba, ni siquiera lo miraban, se sentía como un fenómeno, estaba destrozado, cuando por fin perdió el miedo para hablar con Hinata, su amada desde secundaria, ella sólo le dijo que era un "rarito de las películas" creyó que ella era diferente a las otras chicas superficiales.

-¡¿Qué estás haciendo?!- Preguntó el rubio alterado al verlo regresar.

-Olvídalo.- dijo sin más Sasuke.

-¿Qué olvide que Sasuke?- dijo tomándolo con fuerza del brazo, Sasuke lo miró. El gesto del rubio cambio completamente al ver a su amigo.

-¡Olvídalo maldita sea! Olvídalo Naruto, no puedo, soy un fenómeno, nunca podré tener una cita con alguien como ella.- Para el rubio, esas palabras fueron puñaladas en el pecho, ninguna persona debe sentirse miserable, y menos por una estúpida niña superficial y mimada. Pensó Naruto.

-Escúchame Sasuke, está niña, debe saber que existes, hazte notar, demuéstrale que eres lo mejor que le puedes pasar, porque eres un chico grandioso, y que nadie te diga lo contrario.- El peliazabahe lo miró sorprendido,- ella no sabe lo que esta desperdiciando, sácala de su inmadurez. Sé que te gusta y perdón por decir esto, pero esa chica esa una completa imbécil.

-¿Cómo puedes ser tan seguro?- preguntó Naruto atónito

-Es un don.- contestó Naruto.- Ahora ve y enséñale que eres todo un hombre.- dijo mientras lo empujaba de nuevo.

Naruto es increíble, pensó Sasuke.

La inseguridad del joven se debía que nunca tuvo un padre a su lado que le enseñara lo que era el coraje, la valentía, el valor, siempre estuvo con Sakura, su madre, ella solo le enseñó la moralidad, la responsabilidad, el respeto, etc. Eso no quiere decir que tuvo una educación errónea, sólo que aunque Sakura intentara ser su madre y padre, en realidad, no podría tomar el papel de un hombre por completo. Eso es lo que le faltaba a Sasuke, eso le falto, un padre. Y ahora Sasuke reflejaba a Naruto como uno.

-Hinata.- La chica volteo hacía arriba de nuevo.

-Sasuke- Dijo la chica

-Hoy estás muy linda- dijo mientras le sonreía.

-Gracias- La chica se sorprendió por el cumplido del pelinegro.

-Quería preguntarte algo.- comento Sasuke con seguridad.

-Dime-

-Sabes que se acerca el día del baile, y pues... yo quería saber si... - Suspiró.- ¿Quieres ir al baile conmigo?- pregunto por fin. La expresión de la chica lo dijo todo, parecía que estaba a punto de morir de la risa, sin embargo solo soltó un sonrisilla.

-De verdad lo siento Sasuke... pero, alguien más ya me invito.- Y otra vez, fue rechazado por la misma chica tres veces.

-¿En serio?- preguntó desanimado-Pues será en otra ocasión.- dijo para por fin terminar con el sufrimiento. La chica preparada para volver a su revista observo una sombra y regresó la mirada rápidamente, en el fondo estaba Naruto, la estaba observando, tenía esa mirada temerosa. La chica sintió una vibración por toda su columna y justo antes de Sasuke se fuera le tomo de la mano.

-Espera- Dijo un poco alterada, Sasuke sintió la mano cálida de Hinata sobre la suya y enseguida se ruborizo.- No podemos ir al baile, pero, qué te parece si me invitas a salir un día de estos.-

Sasuke volvió a la vida, sonrió de una manera anormal, sin poder exclamar un ¡Por supuesto! Simplemente asintió con la cabeza.

La campana sonó nuevamente cuando ambos chicos salieron de la tienda.

-¿Ves? Te lo dije.- reprocho Naruto.

-Gracias Naruto- agradeció Sasuke con vergüenza

-No te preocupes, eso es lo que hacen los amigos.- Sasuke sonrió al escucharle decir que eran amigos

- Y también los padres.

Sasuke se detuvo.

ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora