Trigésima Parte

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Tomé mi teléfono e inmediatamente le llamé a Ino en cuánto salí de aquel lugar, sin embargo no respondió.
Intenté algunas veces más y al final me rendí. Debo admitirlo, me inquietó un poco que no cogiera mi llamada, ya que al verme en el estado crítico en el que me encontraba, cualquiera creería que después de eso estaría muy al pendiente de mi o de las acciones que haría.

Pero no exagerare, tal vez le llamaron de la universidad para algo de suma importancia. Estaba marcando el número de un taxi. Estaba a unos cuantos metros de aquel lugar, me giré para verlo una vez más, entonces me di cuenta de la presencia de dos patrullas, los oficiales estaban hablando con el sujeto que me había dado toda la información. Esto me dio mala espina, el señor pudo verme a lo lejos y entonces me vendió.

Me señaló con su dedo.

Estaba a punto de tener otro ataque de ansiedad. ¿la policía estaba involucrada en esto? No puedo creerlo, no puedo creer que Naruto tenga tanto poder aquí. Me tiré a correr para esconderme, en cuanto los oficiales fijaron su mirada en mi. Subieron a sus patrullas y comenzaron a perseguirme. Corrí con rapidez a la carretera y paré al primer auto que encontré.
Era una señora de la tercera edad.

-¿Qué pasa cariño?- me preguntó asustada

-Necesito que me lleve a mi casa, es una emergencia. Unos sujetos me están siguiendo.- respondí con la voz entre cortada

-¡Ay Dios mío! Subete querida, yo te llevaré a casa.

Enseguida me subí al auto y le dije cuál era la dirección. Las patrullas no lograron verme cuando entre al auto de la señora, lo cual me da un poco de tiempo. Esto que acaba de ocurrir cambia completamente todos mis planes. No puedo ir con la policía y contarles lo que sé y tampoco puedo ir a enfrentar a Naruto por obvias razones.

Estoy acorralada, no tengo ningún lugar al que ir, no puedo pedirle ayuda a nadie, porque ya no sé en quién puedo confiar. Lo único que puedo hacer es desaparecer.

Ya no puedo hacer como si nada hubiera pasado, porque ya pasó. Naruto sabe que yo conozco la verdad y no me va a dejar hasta encontrarme y atraparme. No puedo ir con la policía porque es corrupta

Ya no tengo lugar aquí, tengo que irme, tengo que ponerme a mi hijo a salvo.

Le agradecí a la señora por su ayuda, entré por la puerta trasera a mi casa.

-¡SASUKE!

Lo llamé con gran agitación.

No obtuve respuesta.

-¡SASUKE!

Nada

Me asusté al instante ¿dónde está? ya debió haber salido de la universidad. Ya debe estar aquí. Al menos que... al menos que Naruto haya venido aquí primero y se lo haya llevado. No puede ser. No mi hijo. Subí las escaleras corriendo.

Jamás me perdonaría perder a Sasuke por un absurdo romance, prefiero morir primero antes de perderlo. Él es mi todo, es el único hombre en mi vida que realmente tiene mi corazón en sus manos.

Es mi todo.

-¡SASUKE!

imaginar mi mundo sin el, ¡maldita sea!. Maldito seas Naruto.

abrí la puerta del cuarto de Sasuke con gran fuerza y desesperación. Sentí un gran alivio en mi corazón.

-¿Qué sucede mamá?

Estaba en la cama con los audífonos.

-Recoge tus cosas. Nos vamos.

-¿Qué?

-Recoge tus cosas Sasuke, nos vamos del país.

-Estás bromeando ¿verdad? ¿esto es por lo de antes? Estás loca.

Sasuke se puso de nuevo los auriculares

-No, no es una broma.

Tomé el cable de los auriculares y se los arrebate de los odios.

-Deja de ser un idiota y comportarte como un hombre.

Ciertas lágrimas me salieron de sorpresa.

Sasuke se levantó de la cama y me miró con atención.

-¿Qué sucede contigo?

-Recoge tus cosas

Salí de la habitación y camine hacia la mía para comenzar a empacar todas mis cosas.

-¿Puedes decirme que pasa al menos?- Sasuke me había seguido hasta mi habitación.

-Hazme caso por una vez en tu vida.

-Mamá, dime que rayos sucede, tienes las manos vendadas y muchos golpes ¿qué ha pasado?

ignore cada una de sus palabras, estuve caminando por la habitación, sacaba cada prenda del cajon y después la metía en mi maleta de viaje, sin preocuparme en lo más mínimo si la acomodaba, como de costumbre lo hacía cada que salía de vacaciones.

-Mamá.

Seguía metida en mis pensamientos, no sabía exactamente que hacer, por un momento creí que podría ir con la Policía, pero después lo pensé y me di cuenta que es un tema muy delicado, estoy segura que el pedir ayuda a las autoridades sólo me traerá más problemas, luego de lo que descubrí, demonios. Mi única salida es irme lejos de aquí, lejos de él, de ellos

-¡JODER SASUKE! ¡SOLO HAZ TU PUTA MALETA!

Sasuke se quedó en shock. Jamás le había hablado así. Nunca le había levantado la voz, pero está vez era necesario. Quería que me tomará en serio. No tenía tiempo para bromas, ni para explicarle que era lo que estaba sucediendo. No tenía tiempo para ver su reacción cuando le dijera que me había enamorado de Naruto. Su único amigo que lo había estado apoyado en todo este tiempo. Que pensara que yo no era diferente a como era su padre. Y lo peor de todo, tener que decirle que Naruto asesino a sus padres y que por eso tenemos que huir.

No tenía tiempo.

Mi teléfono comenzó a sonar. Era Ino, que alivio, ella también tiene que ir con nosotros.

-Ino ¿dónde estás? Necesito que recogas tus cosas. Tenemos que irnos.

...

-¿Ino?

-¡Sakura por favor ayúdame, él me tiene, me atrapó!

Cuando creí ir un paso delante de él, en el momento más oportuno, en cuanto me descuido un momento el me toma la delantera.

-No te atrevas a tocarla idiota.

-Sino quieres que le pasé algo a esta prostituta, ven a la dirección que te mandé. Y no se te olvide traer contigo a Sasuke.

Colgó.

Su voz había sido distorsionada. Por lo que Sasuke no lo reconoció.

-Mamá ¿vas a contarme que esta pasando?

Miré a Sasuke asustada.

-Naruto tiene a Ino.

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