(...) Sasuke se detuvo.
-Sí, supongo- contestó Sasuke al comentario rígido de Naruto.
-Pero, no te preocupes, apuesto a que tu madre hizo todo lo que estaba a su alcance para llenar ese vacío, estoy seguro de eso, ahora eres un gran chico, sin embargo, lo que más heredaste de Sakura, fueron los sentimientos, eres muy frágil, tienes que controlar tus emociones.- le sugirio Naruto, el ojinegro cada vez más se sorprendia por los consejos que le daba, estaba seguro que si los seguía paso por paso, su vida cambiaría radicalmemte.
-Pero si no lo haces y en un futuro te casas con Hyuga, escucháme Sasuke- Sasuke lo miró dándole a entender que lo esuchaba atentamente- a ti te tocará ser la ama de casa.- Sasuke fruncio el ceño.
-Eres un imbécil- lo insulto mientras lo empujaba hacía atrás, Naruto reía sin parar.
Los dos jovenes se acercaban más a su destino, todo el camino fue agradable para los dos, lo que no esperaban era que al girar la esquina se contrarían a Sakura colgada del techo y a Itachi ayudandola.
-Sasuke...- Naruto giró la cabeza aterrado.
-¡Esa es mi mamá!- gritó mientras veía horrorizado como Itachi intentaba subirla.
-No va a poder-
-¡¿De que hablas?!- preguntó aún más asustado Sasuke.
-El techo no es una buena superficie para hacer presión sobre el- dijo Naruto para luego quitarse se chaqueta con rápidez- Itachi hará un agujero en el techo y caera en el, también lo hará Sakura, a menos que Itachi suelte a Sakura, en el peor de los casos Itachi resvala y ambos caen. Distintas acciones y le espera a Sakura el mismo final.
A menos que...- Naruto le entrega su chaqueta a Sasuke y comienza a correr con gran rápidez, su gran cabellera rubia vuela con forme el viento se estrella en su cara, la entrada está más lejos, necesito 7 segundos adicionales, pensó el rubio. Para conseguir esos 7 segundos, Naruto saltó la barda de su abuelo Jiraiya y por consiguiente la de Sakura. Estando a penas en lo alto de la barda pudo observar como Itachi soltaba a Sakura. Miró la distacia, 15 metros, no. Se negó, 7 segundos no eran suficientes para 15 metros. Saltó de la barda, se incorporo y extendió las manos para poder atraparla.7 segundos, 15 metros, 6 segundos, 12 metros, 5 segundos, 10 metros, 4 segundos, 8 metros, 3 segundos, 5 metros, 2 segundos, 3 metros, 1 segundo...
Naruto se lanzo de rodillas y tomó a Sakura en sus brazos. Justo a tiempo, pensó, tuve que lanzarme, me faltan dos metros, así que decidí a usar 1 metro de mi cuerpo y otro de la distancia en la que me tire. Se dijo a sí mismo.
-Joder- se quejó- ¿Siempre tengo que salvarte?
Sakura lo miró
-Na... Na...ruu..-
-Gra... cias... por... nada...- se burlo de su tartamudez
No pasó ni 3 segundos cuando Sakura rompió llanto, se aferro a el pecho de Naruto para desahogarse. De sentimiemtos fragiles, recordó.
-Tranquila- dijo mientras le acariciaba la cabeza en modo de consolación- siempre quise que una mujer bella cayera del cielo en mis brazos.
-¡Auch! No era necesario ese pellizco.
-¡MAMÁ!- Sasuke ya estaba con ellos.
-Cállate- le gritó Naruto, no quería que interrupieran su tranquilida.
-Lo siento- se disculpo.
-Cúbrela con mi chaqueta.- le ordeno, Sasuke colocó la chaqueta en la espalda de la pelirosa. Naruto se pocisionó para levantarse, aún con Sakura en brazos camino hacía la casa.
-¡Sakura, Dios mío!- Itachi estaba en la entrada, apenas y podía mantenerse de pie. -Dámela- Itachi extendió los brazos.
-No- Sasuke negó
-¿Qué?- Itachi insistio- ¡Dámela! yo puedo con ella- Itachi intento arrebatarle a Sakura de los brazos, pero Naruto retrocedió.
-¿Qué haces?-lo cuestiono.
-Ya oíste a Sasuke.- Itachi soltó una pequeña carcajada.
-Entregaméla.- Le ordeno de nuevo.
-Basta papá, no creo que puedas cargar con mamá- lo miró molesto- ni siquiera puedes mantenerte de pie, lo mejor será que te vayas.
-¡¿Qué?!- el tono de Itachi cambio completamente.
-Por suerte Sakura no salió herida gravemente, pero aún así se lastimo- entro Naruto en la conversación- los dejaré solos, yo llevare a Sakura a su habitación.- dicho esto, Naruto entro a la casa. Con forme Naruto se adentraba a la casa, las voces de Sasuke e Itachi, se volvian initengibles, no obstante, se podía notar con claridad que estaban discutiendo, aún seguía satisfecho con lo que dijo, así tendría tiempo para estar con Sakura.
Naruto comenzó a subir las escaleras, acercó a Sakura a su pecho con fuerza, en cuanto entro a la habitación de la pelirosa, la dejó con extremo cuidado sobre la cama, después cerro las persianas, luego las cortinas, se acerco de nuevo a la cama y se sento en la orilla.-¡¿Qué dibablos crees que hacías allá ariba?!- le preguntó, aunque sonó más un regaño, Sakura se incorporo en la cama.
-Dañaba la tubería- contestó molesta
-¿Por qué?- le preguntó nuevamente
-¿Por qué? Porque tu fuiste el genio que dijo esa estúpidez- estaba enfadada, lo golpeo con la almohada varías veces, Naruto no pudo contenerse y comenzó a reír.
-¡¿De qué te riés?!- ahora lo golpeaba con más fuerza, le arrojó el cojín y justo le dio en la cara, a Naruto no le gustó eso, se reacomodo el cabello y tomó el cojín, Sakura saltó de la cama para evitar enfrentarlo.
-¿Crees que es un juego?- habló Naruto, Sakura estaba de espaldas a la pared, Naruto rapidamente quizó acorralarla pero Sakura saltó hacía la cama.
-No me amenaces Uzuma....- La ojijade no termino la oración, Naruto le lanzó la almohada y justo le dio en la cabeza.
-¡JAJAJAJAJA!- Reía Uzumaki, tanta era su diversión que sintió un ardor en el estómago que le impidió seguir de pie, se tiró a la cama donde aún estaba Sakura de pie, con el cabello destrozado.
-No te rías- Sakura se tiró sobre el mientras lo golpeaba levemente con la palma estendida, el rubio le sujeto la muñeca para que así ya no pudiese golpearlo. Se detuvieron, los dos, tenían la mirada fija en el otro, ambos babeando por el deseo que se tenían, con la respiración ajitada y el corazón latiendo con rápidez, y al fin, los labios de una boca se movieron.
-Eres hermosa, Sakura.- La pelirosa se ruborizo.
- Huyé conmigo-
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Obsesión
FanfictionSakura una profesora de bachillerato se involucra con un joven que llega a vivir al vecindario. La pasión y obsesión nunca estuvieron tan cerca.