(...)¿Qué iba a encontrar? Aún no lo sabía, pero ten por seguro que voy a saber quién eres en verdad. Naruto Uzumaki.
Sostuve el volante con fuerza, mis piernas me fallaban, sentía un gran nudo en el garganta, en momentos como este mi cuerpo entraba en completo descontrol, podía sentir el frío sudor recorrer mi espalda y de allí hacia todo mi cuerpo. Mis pensamientos estaban destrozando mi cabeza, no estaba prestando atención en el camino, miles de ideas e incluso estuve sacando mis propias teorías sobre Naruto Uzumaki, pero nada de eso importará, estoy a nada de saber la verdad y entonces, en el momento en el cruce nuevamente esa puerta no será para estar entre sus sábanas, sino entre sus obscuros secretos.
Por fin la luz verde me cedió el paso, podría jurar que ese último semáforo duró horas, giré en está última salida y por fin me encontraba en la Universidad, miré un poco asustada mi reloj ya que había perdido completamente la noción del tiempo, suspire, aún quedaban 10 minutos. Baje todo mi material e inmediantamente entre al instituto, los pasillos estaban completamente vacíos, por ende mis pasos se escuchaban con total claridad haciendo un pronunciado eco. Llegue a mi aula de trabajo, esta cerrada como de costumbre, abrí mi bolso y con toda la tranquilidad estaba buscando mis llaves, mi cabeza estaba a centímetros de la puerta, escuché un sonido proveniente de adentro, era mi impresora. ¿Alguien estaba allí?
Saque con rapidez mi llaves, entre tanta desesperación de sacar mi mano esta se atoraba entre mis cosas, entre mis cables, mis lentes y otras tantas cosas que llevaba. Saque mi mano y abrí la puerta con rapidez, entre a el aula cerrando la puerta detrás de mi. En efecto, lo que se escuchaba era la impresora, pero no había nadie más en ese lugar, sólo estaba yo y un millón de imágenes esparcidas por todo el salón, eso, eso era lo que estaba sacando la impresora, fotos, fotos mías con Naruto, fotos de aquella noche, estaban por todos lados, en el suelo, colgadas, en el pizarron, en cada una de las mesas, en la ventanas e incluso en el maldito mapa mundial. En cada lugar, en cada maldito lugar estaban esas fotos. Sentía la sangre caliente en mis mejillas, sentía tanta vergüenza, vergüenza y coraje. Tenía ganas de gritar, de tirarme en un rincón y llorar como una niña pequeña, ese infeliz...
Sin siquiera respirar, jale el cable de la impresora y la desconecte, inmediatamente me tire al suelo para recoger todas y cada una de las fotos, parecía que estaba en un concurso de esos en los que te meten a un tubo con ventiladores, para después arrojarte dinero, todo lo que recojas es tuyo, en este caso. No recojo dinero, estoy recogiendo la poca dignidad que me queda.
La situación empeoró cuando tocaron la puerta. ¡Demonios! Pensé, les avise a mis alumnos sin salir que tardaría un poco, estuve maldiciendo todo el tiempo, las fotos eran infinitas.~ ~
Con camino a su oficina, con su típico chaleco de rombos cruzados, sus pantalones beige, y con un vaso de café en la mano, el director caminaba por los pasillos, estaba todo muy tranquilo y eso lo ponía feliz, al menos hasta que visualizo a todos los alumnos de la maestra "Haruno" fuera del salón en total descontrol, eso lo saco de sus casillas, no iba a permitir que ningún profesor llegará tarde. Comenzó a caminar con más fuerza, frunció el ceño y con voz grave preguntó: ¿Qué están haciendo aquí? Hubo total silecio, hasta que una voz aguda en el fondo se le escucho decir: "La miss está encerrada en el aula" era una típica chica superficial la que habló. e inmediatamente después de eso comenzaron los murmuros, el director se acercó a la puerta alejando a todos de allí. Toco 2 veces.
-Señorita Haruno, habrá la puerta.
-En un segundo se le escuchó decir a la pelirosa con una voz muy tranquila. Los murmuros aumentaron, los oídos sensibles de Shinigami no podía con tanto escándalo.
-Haruno- tocó una segunda vez- habrá inmediatamente esa puerta
Está vez no obtuvo respuesta de la ojijade. Los nudillos del director golpearon a la puerta por tercera vez y de nueva cuenta, la puerta no se abrió. Con los nervios de punta, el director metió su mano en el bolsillo de su pantalón, y entre tantas llaves sacó aquella que decía "AB" Aula B. Resignado a la coperacioon de la profesora, decidió abrir el mismo la puerta. Tocó la fría manecilla, pero está se movió sola, abriendo la puerta desde adentro. La pelirosa abrió la puerta completamente mostrando el cual estaba en total orden, el director se hizo a un lado para poder dejar pasar a todos los alumnos, tan pronto como todos entraron, el director inmediatamente le hizo una señal la ojijade.
-Quiere explicarme que fue lo que pasó.
-Lo siento Shinigami, estaba en una llamada urgente.
-¿En una llamada? Sabe que no está permitido contestar en horas de trabajo.
-Lo sé y lo siento mucho, pero en serio, era algo de urgencia
-¿Urgencia? ¿y cuál era la urgencia?
-Mi ex- esposo.
-¿Qué sucede con él?
-Tuvo un pequeño accidente hace unos días con mi hijo, el está en el hospital, fue algo leve. Pero hoy me llamaron y me dijeron que falleció. - la mirada de la pelirosa se notaba completamente tranquil.
-¿Disculpe?- el director se situó fatal, estaba a punto de darle un gran sentido pésame a Sakura, pero ella lo interrumpió.
-No se preocupe, se equivocaron. Al parecer hay otro Itachi en la ciudad.-continuo con tranquilidad. El director suspiro, sabía que se había ahorrado la vergüenza y una que otras palabras.
-Entiendo, que no vuelva a pasar- esa fue la despedida del director, dio media vuelta y comenzó a caminar
-Vaya y dígale eso a el hospital- Shinigami se volteo sorprendido, Sakura también se sorprendió, a pesar de que sabía que había mentido, esas palabras salieron sin querer de su boca, Shinigame alzo unas de sus cejas y fruncio el ceño, Sakura intentando salvar la caída, sonrió nerviosa y entró al salón.
~ ~
Joder, suspiré hondo, estaba sentada en mi silla, frente a todo el salón vació, ya era la hora del descanso. Tenía que hablar con Ino de inmediato, abrí el cajón de mi escritorio, salieron volando varias fotografías que después tome y metí en mi bolso. Camine con rapidez por los pasillos, mi respiración se agitaba más y más, estos malditos tacones, eran un infierno para mis pies. Llegue por fin a la oficina de Ino, no me moleste en tocar, sólo cruce la puerta, y le lance en el escritorio las fotos que anteriormente había tomado.
Ino se alteró al verme, estaba recostada en su silla, muy cómoda, tenía varias fotos en la mesa, todas eran de Naruto, incluso en unas tenía la misma ropa de hoy, se incorporó de su asiento y tomo las fotos entre sus manos, jamás olvidaré la expresión que tuvo. Al principio fue de sorpresa, después de coraje, la siguiente fue de decepción y al final de preocupación.-¿Sabes lo que es esto Ino?- le grité, coloque mi dedo índice sobre todas las fotos. La sangre me hervia, primero Sasuke, ahora mi trabajo- ¿quién diablos se cree? -Puso en riesgo mi trabajo- dije mientras levantaba y volvía a golpear las fotos con mi dedo, no tenía ningún derecho, es un maldito infeliz. -Sabes lo qué es esto?
Ino colocó sus codos en la mesa y sus manos en su barbilla. Te has metido con la persona equivocada, te voy a acabar Naruto Uzumaki.
-Es la maldita guerra.
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Obsesión
FanfictionSakura una profesora de bachillerato se involucra con un joven que llega a vivir al vecindario. La pasión y obsesión nunca estuvieron tan cerca.