Obsesión

Décimo Octava Parte

(...) ¿Ellos tenían razón?

No las podía ver, no las podía escuchar, pero sé que allí estaban, las críticas, todas esas miradas que ahora mismo me estaban juzgando. Es como si fueses el payaso de la fiesta, me estaban acabando con sus comentarios que aún no llegaban a mis oídos, era insoportable tener que iimagnar todo eso y que en el momento que abra los ojos todo será realidad. Me separé de Kakashi.

-¿Por qué?- le pregunté con vergüenza.

-Tú me lo pediste- Estoy aún más acabada, no lo pensé, por culpa de los nervios y la presión. He dicho eso, le he pedido a Kakashi que me besara. No me moleste en pedirle disculpas, mi mayor confrontación estaba justo detrás de Kakashi. Naruto, creí que seguía allí, pero no. Se había marchado, alcance a notar una cabellera rubia que se iba alejando.
Luego de poder presenciar aquello mire a mis alrededores, a esos vuitres que estaban listos para comerme antes de morir, sin embargo, parece que nadie había notado lo que pasó, la fiesta seguía igual.

-Perdón- me disculpe con Kakashi y después abandone el instituto. Había sido una noche llena de emociones, había recibido suficiente. No quise molestar a Sasuke así que solo le enviaré un mensaje más tarde. Continúe mi camino hasta el estacionamiento, entre en mi auto y conduje hacia mi casa. Sentía mis ojos  pesados, mataría por dormir cinco minutos ahora mismo, encendí la radio para espantar un poco el sueño. Fue un camino largo, así lo sentí yo. El vecindario a esta hora ya estaba completamente abandonado, las luces   apagadas, no había ningún ruido que molestara la tranquilidad de los vecinos, sólo el crujir de las ramas y alguno que otro grillo. Entre a mi hogar, me iría a la cama después de tomar un baño caliente.

Sasuke 12;47 am.

-Me he marchado antes, por favor no tardes en llegar.

Mamá 12:47 am.

-No, estaré aquí treinta minutos nada más.

Sasuke 12:47 am.

-¿Con quién estás? No manejes tú.

Tenía la esperanza de que me contestará que estaba con Naruto.

Mamá 12:48 am .

-Con una amiga.

Esperanzas aplastadas, espero que puedas leer mi mensaje lo más pronto posible Naruto.
Salí de la ducha, con la toalla envuelta caminé hacia mi armario y tome la ropa con la que usualmente duermo, mi teléfono vibró, me había llegando un mensaje. Tenía una sonrisa en el rostro, una sonrisa que se desvaneció en el momento que vi que era de Sasuke.

Sasuke 1:13 am.

-Me iré en taxi, no me di cuenta, pero parece que hace rato Naruto se marchó del instituto.

¿Hace rato? Las luces de la casa de Jiraiya se encendieron, me acerqué a las cortinas y las bajé para que no pudieran verme. Naruto entró, obvio es su habitación, se recosto en su cama, estaba a punto de apagar mis luces e irme a dormir, pero vi que una segunda persona entro. Era Hinata, ella se lanzo sobre él y comenzó a besarlo, Naruto no se movió de su posición, Hinata nuevamente se puso de pie y empezó a desnudarse, Naruto la imitó quitándose solo la camisa que llevaba, Hinata estaba desnuda frente a él, con su cuerpo tan envidioso. Se acercó poco a poco a él, llego a su boca y fue bajando por su pecho hasta su pantalón, lo último que vi después de apagar las luces fue el rostro de Naruto irse hacia atrás por el placer de ese sexo oral.
Corrí al baño, por mi garganta salió todo ese odio, todo ese sufrimiento, salió por mi boca quemando mi garganta. No me dí cuenta en que momento comencé a derramar lágrimas.

-Eres casi perfecta.

Todos son unos malditos mentirosos, esas fueron las palabras que me dije a mi misma por el resto de la noche. Perdí la cabeza por él, bajé mis defensas y deje que el me tomará en sus manos, con lo único que no conté fue en qué él tomaría a otra en sus manos, y que haría todo lo mismo con ella. Y que tal vez esas palabras no sólo me las había dicho a mi.
Vomité por segunda vez para después caer dormida.

Sábado por la mañana, le mentí a Sasuke diciendole que era la resaca y que no podía ponerme de pie, no era mi estómago quien estaba sufriendo, eran mis sentimientos, mi orgullo. Pude escuchar que varias personas preguntaban por mi y que simplemente Sasuke impedía que alguien entrara.

Domingo por la mañana, mentí nuevamente. Le dije a Sasuke que tenía fuertes cólicos. Mi estómago se revolvía al recordar a Naruto. Tenía justo la enfermedad de las D's: Destruida, Desepcionada y Debastada. En estos momentos aborrecía el nombre de Naruto Uzumaki.

Lunes por la mañana, no podía mentir más. Me levanté según mi costumbre, preparé el desayuno. En el momento de irnos a la universidad, temía que Sasuke preguntará cosas. Pero para mi suerte, no nos dirigimos la palabra. Bajamos del auto y tomamos caminos diferentes, mis papeles cayeron el el suelo cuando choqué con una persona. Sin decir nada, me arrodillé y comencé a levantar todos y cada uno de los papeles, con mi vista en el suelo observé unas segundas rodillas, alguien se detuvo a ayudarme. Esa persona estiró su brazo y me entregó los papeles, agradecí sin levantar la miarada aún.

-No es nada, nena- esa voz es incomparable, era él... ni estómago estaba sufriendo otra vez. No lo miré, simplemente me puse de pie lo más rápido posible, sin decir nada emprendí mi camino, pero él me detuvo.

-Sakura...- sentí un enorme vacío al escucharle nombrarme, finalmente lo miré por un insignificante segundo. Quité su mano con descaro.

-No me toques, me das asco- le dije con palabras frías y me marché de allí.

.

Sasuke camina por los pasillos sin prisa alguna, se detuvo justo en frente de su casillero, giro aquel candado y lo abrió dejando caer cientas de hojas al suelo. Todos los alumnos del alrededor pusieron su atención en aquel azabache. Sasuke tomo una de aquellas tantas hojas.

"Tú madre es una puta"

Eso lo saco de sus casillas, el chico no entendía nada, pero no iba a permitir que su madre fuera su burla. Ahora tomo un puño de aquellas hojas.

"¿Qué se siente tener una madre cualquiera?"

"Literal, eres un hijo de su puta madre"

"Como quisiera que tú mamá me pasara por una mamada"

Aquel chico se molesto tanto, arrugó las hojas de su mano en cuanto escucho varias risas en el fondo, esos eran los culpables. No tenía duda alguna. 5 chicos destacaron del resto.
Gaara, el chico del cabello rojo.
Kiba, el castaño.
Sai, el de piel pálida.
Shikamaru, el chico de la coleta y por último Neji Hyuuga, el primo de Hinata Hyuuga.

-¿Qué te pasa orines?- lo insultó Gaara.

Todos al rededor se burlaron de él.

-Oye idiota- lo llamo Kiba -Tu mamá ayer no hizo el trabajo bien- dijo mientras fingía tener un pene en su mano y después meterlo en su boca. Todos rieron más con ese comentario.

-Espero que salgas igual de perra que ella- continúo Neji quien cayo al suelo después de recibir un puñetazo en el estómago. Sasuke giró y golpeo a Kiba en el rostro haciendo que perdiera el equilibrio. Sai y Gaara tomarón a Sasuke por la espalda, Neji se reincorporo.

-¡Idiota!- lo insulto Kiba.

Tan pronto como Kiba limpió la sangre de su boca, él junto con Neji y Shikamaru comenzaron a golpearlo mientras que Gaara y Sai lo sostenían. Un golpe tras otro, una risa tras otra, el pobre de Sasuke estaba a punto de caer en la inconsciencia, pero por un momento dejo de sentir que lo golpeaban. Al fin alguien se apiadó en llamar a un maestro, fue lo que él pensó. Sintió como lo soltaban bruscamente, cayó en el suelo y nadie lo socorrío, estaba a punto de desmayarse. Hizo su último esfuerzo y abrió su ojo izquierdo un poco.
Él no es tú único héroe mamá. Se dijo a si mismo después de ver a Naruto tomar la cabeza de Neji y golpearla en el casillero.