La tormenta no cesaba, Hiccup y Astrid se encontraban aun en la casa de sus tíos, él miraba las fotografías que había arriba de la chimenea, logro notar que había varias de Astrid con Mérida de pequeñas, de toda la familia junta en una graduación de Astrid, incluso había una del día de la boda, pero la que mas le llamo la atención fue una, era una pareja y una niña rubia pequeña, él la tomo para mirarla mejor, la señora se parecía un poco a Astrid. Mérida entraba a la sala y vio a Hiccup mirando la fotografía, se acerco a sentarse a uno de los sofás, vio que Hiccup aun miraba la fotografía y no le había tomado importancia.
- Eran mis tíos - le mencionaba Mérida, mientras hojeaba una revista - eran los padres de Astrid.
- ¿Recuerdas como eran? - le preguntaba Hiccup, mientras ponía la fotografía en su lugar.
- No, no los recuerdo, ya que yo era muy pequeña - le respondía ella - pero recuerdo a la perfección, aquel día, el día que Astrid vino a vivir con nosotros.
Astrid entraba a la sala con sus primos y un perrito esponjado, era el mismo que había estado a punto de atropellar, pero después de un baño y alimentarlo se veía aun más tierno.
- Si sigue la tormenta así, no podremos irnos - decía Astrid mientras Hiccup tomaba al perrito - ¿en donde dejaste a Chimuelo?
- Adentro, le deje comida y agua - le respondía él, mientras veía la ventana - pero no me hago responsable de lo que el haga en la casa.
Los tíos de Astrid les dijeron que era bastante riesgoso el irse, que era mejor que pasaran ahí la noche y ellos asintieron. Hiccup se encontraba recostado en la antigua cama de Astrid, el cuarto de ella le pareció un poco extraña, se veía bastante ordenado y acogedor, miro a Astrid que se encontraba en la silla de su escritorio, ella hojeaba un viejo libro. Los primos de Astrid entraron al cuarto sin tocar, al igual que Mérida, Hiccup solo los vio de reojo y pensó que definitivamente no había privacidad en esa casa.
- Astrid - decía Mérida sonriendo - queremos que nos cuentes un cuento.
- ¿Qué no saben tocar? - preguntaba Hiccup sin voltearlos a ver, aun mirando al techo.
- No - respondían los cuatro unísonamente.
- No sé si pueda, no recuerdo ninguno - respondía Astrid mirándolos, ella vio la cara de decepción de sus tres pequeños primos, no quería ver esas caras tristes, miro a Hiccup y sonrió maliciosamente - claro, a menos de que alguien me ayude.
Mérida y sus hermanitos se encontraban sentados en la cama del cuarto de Astrid, mientras que ella les contaba la historia de un poderoso dragón, como este aterrorizaba aquel reino y como el príncipe heredero del reino, había desaparecido poco antes, de que el dragón llegase. Ellos ponían toda su atención y se emocionaban con la historia, Mérida reía al igual los tres pequeños y se sorprendían, al ver como Astrid interpretaba múltiples papeles.
- Yo Scarlett Ruth, la cazadora más grande de dragones - decía Astrid con una capa roja y una espada en su mano - matare y liberare a este reino de ese dragón, vamos dragón sal.
Astrid apunto a la puerta del closet, sus primos miraban, pero no pasaba nada, Astrid volvió a decir la última frase, pero no había respuesta.
- Hiccup debes de salir en ese momento - le decía Astrid recriminándole - ya es hora de que aparezcas.
- No lo hare, no saldré con este traje - decía Hiccup desde adentro del closet - me veo ridículo.
- Te ves bien - le decía Astrid riendo - te vez amm... atractivo con ese disfraz, de furia nocturna.
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¿Un contrato por Amor? (Hiccstrid en la vida real)
FanficHiccup Haddock es uno de los herederos de las empresas más importas de Oslo Noruega, Las Empresas Berk. Sin embargo su abuelo al morir estipula que todas las acciones de las empresas se heredaran al primer nieto que haya contraído matrimonio y es ah...