(25)Sin una palabra

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Luego de esa noche todo salió a luz.

Según el reporte de la policía, Erika era mitad japonesa y pertenecía a una de las familias Yakuza más poderosas de Japón. De hecho era su líder. Al ser hija única había heredado el puesto de su padre luego de que falleciera.

El cuerpo de Kris había sido encontrado 6 meses después, en una bahía. Se había determinado que la mafia lo había enviado de "pesca" junto a otras doce personas a las cuales se les crearon cuentas de seguro social a sus nombres y en las cuales se depositaron grandes sumas de dinero. Luego de sus "trágicas muertes" los seguros fueron cobrados poco después por "familiares".

Sólo se encontraron cuatro cuerpos. Incluido el de Kris.

Ninguno de los cuerpos de las personas que estuvieron en la explosión fueron encontrados. Todo había quedado reducido a cenizas.

Kris, Jung Min, Hyun Joong, incluso Kai y Kyu Jong. Todos se habían ido como si nunca los hubiera conocido. Como si no hubiesen existido.

Recuerdo haber visto a Meari entrar a mi habitación de hospital y correr para abrazarme con fuerza. Recuerdo haberme mudado con ella poco después de su ceremonia de graduación de último año a un conjunto de desgatados departamentos en alquiler. A pesar de negarme a arrastrarla a mi desequilibrado mundo, Meari decidió buscar empleo como yo para dividirnos los gastos.

Recuerdo no haber hablado durante un mes. Seguramente debido a que aún no asimilaba lo que había ocurrido. El siguiente mes sólo lloré, incluso cuando ya no salían lágrimas.

A partir del mes siguiente empecé a ver a Hyun Joong, siguiendome a todos lados, pero sin emitir ninguna palabra.

La primera vez me abalancé sobre él cuando de pronto apareció sentado junto a mí mirando a la nada, en el banco de un parque, pero al instante desaparició.

Las veces que siguieron sólo me limité a observarlo caminar cuando yo caminara, detenerse cuando yo me detuviera, mantenerse completamente quieto cuando llorara y contemplar a mi lado la luna sobre la azotea del departamento cada noche. Mi mente había creado una cruel y nítida ilusión que los psicólogos habían catalogado como parte de un efecto post trauma.

A pesar de poder tratarlo y hacer que desapareciera preferí mantenerlo a mi lado, porque además de su vívido recuerdo, únicamente me quedaba Meari en este mundo.










3 Años después...







-No deberían enviar a una chica para que haga el trabajo sucio.

Estaba rodeada.

Podía sentir el calor bajo mis botas de cuero. Podía apostar a que en cualquier momento saldrían chispas de tanto haber corrido hasta el galpón abandonado en el que estábamos.

- Una cara tan bonita no debería ser desperdiciada de esta manera- mi mirada se paseó por los rostros inescrutables de los cinco hombres que me rodeaban mientras gotas de sudor recorrían mi cuello. El sol se filtraba por las ventanas rotas del lugar y el aleteo de las palomas que se alejaban rápidamente me aturdió por un momento, entonces recordé que sólo le quedaban tres balas a las 9 milímetros que descansaba en la pistolera entorno a mi muslo. El círculo que habían formado a mi alrededor se hizo un paso más pequeño - Acabemos con esto de una vez- masculló quien parecía ser el líder, endureciendo su rostro.

Los cinco atacaron al mismo tiempo.

Saqué el arma de la pistolera en un movimiento rápido y las tres últimas balas que disparé terminaron en las piernas izquierdas de dos de los hombres más grandes y en el brazo derecho del líder, haciendo que los tres cayeran al suelo antes de poder tocarme. Tiré la pistola y ésta se deslizó cumpliendo su papel de distracción para sacar la espada oculta en mi espalda. Cuando los dos hombres restantes se dispusieron a atacar los esquivé dando una voltereta en el aire sobre sus cabezas y los derribé desde atrás con cortes limpios y precisos en sus extremidades. Ambos cayeron al suelo antes de poder moverse.

Please be nice with meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora