Please be nice with me

(47) Ya no tenemos que seguir viviendo en el pasado

Me levanté de golpe y miré la hora en mi celular. Eran más de las seis de la mañana.

Aún espabilando, salí de la cama de un salto y corrí al baño. Mire a mí alrededor agitada y confundida. No podía recordar como había vuelto a casa pero ahora solo estaba concentrada en arreglarme lo más rápido posible para no llegar tarde al set, aunque era imposible. Necesitaría de un milagro para llegar justo a tiempo.

Entre tropezones salí de la habitación mientras verificaba que todo lo necesario estuviese en mi bolso

- Meari no comeré aquí, ¡ya me voy!- paré en seco y casi me caí al ver a Tao sentado frente al mesón de la cocina tomando una taza de café junto a Meari, tan casuales que se me revolvió el estomago y se me erizó la piel por los nervios. Por alguna razón no pude moverme al ver un atisbo de sonrisa por la comisura de sus labios mientras él me miraba fijamente - ¿qué...haces aquí?- dió un ultimo sorbo a su taza divertido, como si algo le causara gracia. Fruncí el ceño, confundida y más nerviosa que antes.

- Sabía que no despertarías a tiempo. Vamos, te llevaré- quedé en blanco al verlo levantarse de su asiento con total naturalidad e intercambiar miradas de complicidad con Meari- Adiós

- Nos vemos luego- se despidió ella, escondiendo una sonrisa detrás su taza de café, como el había hecho hace un momento

- Tú y yo hablaremos luego- le advertí, y esta vez liberó la carcajada que había estado reteniendo, desconcertándome. Algo escondían esos dos.

Apreté el bolso entre mis manos. Tal vez era solo yo, porque Tao estaba muy relajado al volante, pero había un nudo en mi estomago por la incomodidad en el aire.

- ¿Cómo llegué a casa?- pregunté finalmente pero tensé los labios en una línea recta al poner en evidencia mi nerviosismo a través de mi voz, cosa que el no pasó por alto al sonreír y mirarme de reojo.

- Te quedaste dormida y supuse que no te haría gracia despertar en mi habitación ¿o sí?- me miró burlón un segundo antes de fijar la vista en la carretera de nuevo, esquivando y pasando el trafico rápidamente. No respondí a eso, respiré profundo y miré por la ventana. Mi cuerpo se estremeció cuando sentí su mano envolver la mía de pronto.

Contuve la respiración al volverme hacia él y verlo tan tranquilo y sereno, casi ajeno a todo el caos que liberaba a mi alrededor por ese simple toque.

- Olvidaré todo. Fingiré que no sé quién eres y estaré a tu lado incondicionalmente. Ya no tenemos que seguir viviendo en el pasado...-Me le quedé viendo, confusa, tratando de interpretar sus palabras pero no me fué posible. Sus ojos se encontraron con los míos, congelándome- Todo ha terminado- sonrió cálidamente y yo quedé sin palabras al ver como esa sonrisa en contraste con sus cabellos dorados cayendo sobre su frente, iluminaban su rostro.

De reojo ví el velocímetro ir en ascenso pero no tuve miedo, todo parecía ir tan lento.

- solo seremos tú y yo a partir de ahora- bajé torpemente cuando el auto se detuvo e ingresé a las instalaciones de la preparatoria. Aún con todo el bullicio de los equipos y el staff, pude oír el rugido del motor, como si anunciara que ya se marchaba. Tragué con fuerza y me sacudí involuntariamente antes de buscar entre tanta gente a Woo Bin y los chicos. Al divisarlos camine rápidamente hacia ellos cuando una chica salio de la nada y se planto frente a mí, jadeante

-Señorita, necesita cambiarse, empezaremos a grabar dentro de poco...

- solo un minuto...- pedí algo avergonzada a lo que ella asintió rápidamente y echó a correr de nuevo, esquivando cámaras, tubos y luces

- No hagas eso, ya no eres una doble de cine. Sé más responsable- inflé las mejillas con aire al volverme hacia Woo Bin

- No seas tan duro conmigo, solo quería pasar a saludarlos...- y mis palabras parecieron ser un botón para que Baek se abalanzara sobre mí para abrazarme. Woo Bin no tardó en acercarse y tocar con su dedo la frente de Baek para apartarlo de mí pero el resto, juguetón, se apresuró a unirse, envolviéndonos a todos en un abrazo de grupo.