(17)Continuaré luchando por ti entonces

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Las puertas se cerraron justo en su rostro, resguardandome, alejándome de todo. Tropecé con mis pasos cuando mis piernas no pudieron continuar sosteniendome y terminé apoyándome en la pared detrás de mí, esforzándome por estabilizar mi respiración, aferrándome a la idea de que todo estaría bien, de que Hyun no lo descubriría, de que cuando amaneciera sería como si nada hubiese pasado, sin embargo parecía que mi cuerpo no estaba convencido. Las lágrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas y a pesar de que intenté no rendirme, sólo eso bastó para que el dolor en mi pecho se intensificara de tal manera que se volviera tan insoportable como la idea de que Hyun fuera consciente de mis sentimientos.

Las puertas del ascensor se abrieron lentamente. Vacilé en salir. ¿De verdad quería irme? ¿De verdad quería dejar todo de esta forma?
Me sentí patética por llegar a considerarlo, como si no tuviera orgullo. Respiré profundamente y salí del ascensor pero sólo dí un paso. Kai apareció de la nada, obstruyendo mi camino. Retrocedí por la sorpresa.

-¿A donde vas? ¿No me oíste llamarte?- su pecho subía y bajaba forzosamente, como si hubiera corrido, aún así pude notar su tono de reclamo.

-Lo siento...- musité inclinandome y esquivándolo rápidamente.

El viento golpeó mi rostro sin piedad al salir del lugar, erizando mi piel. La noche había caído por completo. Empecé a caminar pero de nuevo fuí detenida por su figura, de pie frente a mí.

-¿Ahora qué diablos sucede contigo? ¿Eres estúpida?- lo miré a los ojos, a pesar de la oscuridad y las escasas luces de los postes pude ver lo molesto que estaba.

-Lo siento...- musité bajando la mirada

-¡Ya deja de disculparte!- gritó tan fuerte que me hizo dar un respingo. Cerré los ojos con fuerza.

Estúpida Ieri ...

-Lo siento...- repetí tratando de frenar las lágrimas que caían sin remedio - Es que...no quería quedarme a ver cómo era humillada frente a él, ¿como sería capaz de verlo a los ojos de nuevo? No podía quedarme... Lo siento...- me sentí miserable al terminar llorando delante de Kai y no poder detenerme, al darme cuenta que con cada lágrima el dolor en mi pecho se fundía en mi corazón, haciéndolo latir dolorosamente.

Por su causa, me sentí realmente miserable.

Oí a Kai suspirar con frustración y un momento después cierto calor caer sobre mis hombros.

- Hay un puesto de asados cerca ¿quieres ir?- asentí mientras subía un poco el abrigo que había colocado sobre mis hombros.

Caminamos un par de calles en silencio y como había dicho, llegamos un puesto de asados, llamativo por la carpa roja que lo cubría.

En silencio lo observé colocar un par de trozos de carne sobre la cocina eléctrica acoplada a la mesa que habíamos ocupado. El sonido de la carne friéndose era de cierta forma relajante, al punto que me ensimismé en ese sonido.

-Aquí están- levanté la mirada, encontrando a Jung Min de pie, frente a ambos. Clavé la mirada en la mesa- ¿por qué te fuiste así?- mi cuerpo se tensó

-Lo siento- fué lo único que pude decir

- Se sentía mal, es todo- Añadió Kai y extrañamente Jung Min no insistió.

- Bien, me sentaré con ustedes, ¡Dos botellas de Soju por favor!- la voz de una señora se oyó al fondo.

-¡Enseguida!

-Yo no he dicho que puedes hacerlo- inquirió Kai, descansando su mentón sobre sus manos, apoyadas en la mesa.

- Yo no dije que podías ir al cumpleaños de Hyun- contraatacó Jung Min.

Please be nice with meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora