(12)Buena compañía

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Lo detallé por un segundo. Lo que parecía ser parte de un tatuaje se dejaba entrever por su cuello, perdiéndose en el inicio de su abrigo negro.

- ¿Cómo sabes mi nombre?- logré articular luego de un momento,pero el no respondió, sólo siguió caminando. Aún no entendía como había terminado siguiéndolo,una parte de mí no me permitía detenerme y alejarme,pero otra parte sabía que algo malo pasaría.

Podía sentirlo.

- No puedes salir sola tan tarde, es peligroso ¿lo sabes?- Tragué saliva sin responder,clavando las uñas en las mangas de mi suéter.

- ¿Quién eres?- No respondió.

Llevábamos algunos minutos andando y parecía que caminabamos en círculos aunque sabía que era el efecto que causaban la similitud de las calles. Comencé a acelerar mis pasos con discreción al sentir nuevamente las oleadas de escalofríos recorrer mi cuerpo pero me paralicé al sentir su mano sobre mi muñeca, apresándola.

Me detuve.

- Debo mostrarte algo antes de que te vayas- masculló adelantándose y arrastrándome con él, adentrándonos en una casa en construcción. El lugar estaba a oscuras,a excepción de la luz de la luna filtrándose por las ventanas y con una densa capa de polvo en el aire.
Finalmente liberó mi muñeca y clavó su mirada en mí - ¿Qué has hecho tú?- murmuró apartando mi cabello y colocándolo detrás de mí oreja.

Me estremecí.

- No puedo entenderlo y no estoy de acuerdo,quiero que lo sepas. No es nada personal, en serio- su mano acarició la linea de mi cuello- pero... Voy a asesinarte- Me congelé. Mis ojos dejaron de enfocarlo y sentí como el color se iba de mi rostro- Lo sé, es injusto,no tienes la culpa de nada pero a ellos no les interesa,tengo que hacerlo - dí un paso atrás ,chocando contra la puerta- ciertamente, este mundo es injusto...- lo empujé y corrí hacia las escaleras detrás de él, subiendo más y más escalones,como si fueran infinitas. Empujé la única puerta al final al de éstas,siendo golpeada por el viento gélido.

Miré a mi alrededor aterrada. Me negaba a creer que esto estuviera pasando.

- Lo siento...Ieri- mi nombre en su voz me dió escalofríos, haciendome imposible el voltearme. A unos pasos divisé un tubo,al borde del edificio. Obligué a mi cuerpo a moverse y me arrojé sobre él, justo después el sonido seco que creó el choque de su espada y el tubo justo frente a mi rostro me aturdió por un segundo, al siguiente tuve que usar todas mis fuerzas para que sus espada no atravesara mi cuello. Empujé el tubo con mis ultimas energías hasta que perdió el equilibro dándome tiempo apenas para levantarme pues ya se había abalanzado sobre mí nuevamente, retrocedí rápidamente esquivando el filo de su arma,que cortó el aire justo a mi lado. Esta vez fuí yo quien perdió el equilibrio por un instante cuando mis talones quedaron en el aire, al borde del techo. Mi corazón comenzó a latir con violencia en mi pecho -Prometo que será rápido- miré detrás de mí, al menos estaríamos a 3 pisos de altura. Me volví hacia él y miré sus ojos, completamente negros.

Estaba vacío por dentro.

- Tienes muchas agallas Gaijin - aquella mirada asesina había desaparecido, ahora se sentía como si me estuviera viendo realmente.

Sonrió.

- ¿Ahora rescatas a chicas en apuros?- habló sin dejar de apuntarme con la espada. Contuve la respiración, tratando de mantener el equilibrio a pesar de las fuertes ráfagas de viento.

- ¿Sabes que has cometido suicidio al entrar aqui? - su mirada se tornó triste por un momento,antes de volver a sonreír.

- De todas maneras ya estoy muerto- la punta de su espada tocó un costado de mi pecho,justo sobre mi corazón errático y allí lo clavó, sólo un poco. Atravesándose dolorosamente.

Please be nice with meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora