(41) Sigue tus instintos

103 16 12
                                    

Las piernas me pesaban y los ojos me ardían, pero me obligue a salir de la casa. A pesar del viento gélido me erizó la piel a pesar de la sudadera que llevaba. Suspiré cansada al llegar y recordar cómo había llorado frente a Meari, llorar así estaba prohibido. Llorar así no solucionaría nada.

Mientras conectaba los audífonos en mi teléfono, vi mi reflejo en las ventanas oscuras del auto rojo de Tao. Casi me ahogué cuando mi estomago dio un vuelco,nervioso, pero recordé casi de inmediato que él lo había dejado para irse en un auto negro. Suspiré de nuevo.

Yo no seguiría adelante con respecto a Tao.

A punto de sumergirme en la música que desbordaban los audífonos, un auto plateado apareció, disipando el silencio de la calle con su motor potente y estacionándose justo detrás del Ferrari antes de que Tao bajara de él.

-Buenos días- Contuve la respiración mientras con una sonrisa, él se dirigía al auto rojo

-¿Por qué...haces esto?- él le dio un par de golpecitos al techo del auto antes de que este sonara, señal de que le había desactivado la alarma y el seguro.

-Tranquila. Solo vengo por mi auto- me dedicó un guiño antes de subir a su auto y desaparecer en segundos por donde había aparecido. La calle volvió a calmarse y sumirse en el silencio. Deseé que mi corazón se hubiese calmado con la misma rapidez.







-Pareces preocupada...- la espada que sostenía cayó al suelo al escuchar la voz de Woo Bin detrás de mí- ¿Qué sucede?

-Nada, solo practicaba- murmuré, sin atrever a voltearme

-Claro, y yo de pronto siento que no quiero matar a Baekhyun hoy, que extraño- sonreí al escucharlo desbordar sarcasmo.

-Estoy bien, de verdad

-Bien, veas que has estado practicando- escuché sus pasos hasta verlo frente a mí con una espada en mano. Recogí la mía y me preparé, pero antes de que pudiera notarlo y sin saber cómo,estaba en suelo.
-No tienes equilibrio y no estás sostenido la espada con firmeza, ¿Qué ocurre?

-Me tomaste desprevenida...- me levanté sin ganas pero apenas estuve de pie, Woo Bin volvió a atacar con tanta fuerza que mi muñeca no soportó y mi arma cayó al suelo estrepitosamente. Me quedé allí, viendo la espada a mis pies

-¿ Te tomé desprevenida de nuevo?- mordí mi labio con fuerza cuando los ojos me escocieron mientras me miraba - ¿Qué te ocurre ?

-Solo... Yo no sé qué hacer... No sé qué debo elegir...no es fácil

-Las decisiones importantes jamás lo son- esas palabras me abrumaron al punto que retrocedí un paso, avergonzada, cuando el deseo de llorar se volvió más fuerte pero su brazo se estiró hacia mí y rodeó mis hombros, atrayéndome hasta él para abrazarme- Solo sigue tus instintos, es lo único en lo que puedes confiar si no consigues una respuesta. Sea lo que sea que esté ocurriendo, todo saldrá bien- Mordí mi labio aún más fuerte,cuando empecé a temblar. Sus brazos me estrecharon aún más.

-Gracias...










-¡Bien, terminamos por hoy!- Hae Won aún seguía sosteniendo mi mano sin dejar de sonreír de manera extraña

-Ya dejaron de grabar- murmuré tratando de librar mi mano pero era inútil.

-Lo escuché pero quiero decirte algo

-Puedes hacerlo sin tomar mi mano

-Si me muevo perderé el valor

-Todos están mirando...

-No me importa

-Por favor...

-Me gustas Ieri. Me gustas mucho, así que salgamos...- no pude escuchar una palabra más y con una rápida maniobra lo aparté y salí a paso rápido del gimnasio de la preparatoria y fingir que nunca había escuchado aquello pero enseguida escuché sus pasos detrás mí. El silencio que se creó dentro del set me abrumó al punto que sentí que me quedaba sin aire y me ahogaba, bajo la mirada de todos me dirigí al camerino por mis cosas. Ya no había oxígeno en el ambiente y sentía que me desplomaría en cualquier momento. La mente me pedía a gritos salir de ese lugar.

-¿ Puedes esperar un segundo?- Oí a Hae Won con la voz agitada dete de mí pero eso empeoró todo

-No saldré contigo...- La cabeza me daba vueltas y el corazón latía vertiginosamente - No te veo como hombre, solo como un amigo, lo siento...- jadeé mientras él me miraba con ojos abiertos de par en par. Luché para que mis piernas no cedieran en ese momento, decirle lo que pensaba se sentía horrible porque avía exactamente cómo se sentía. Realmente odié ver esa expresión desesperanzada en su rostro-Discúlpame por favor...

-Si te disculpas, me haces sentir aún más patético- su rostro se volvió inexpresivo. Soltó una sonrisa amarga- Ni siquiera lo consideraste un segundo para rechazarme... -Su mirada se había perdido en algún punto del camerino. No me veía. Apreté mi bolso con fuerza- Bien... Te veré mañana- dijo antes de darme la espalda y salir del camerino.

Esperé fuera de la preparatoria a los chicos para despedirme. Sin muchos ánimos arrastre los pies hasta la parada de autobús. Aparté el cabello de mi rostro y expulsé todo el aire de mis pulmones con fuerza.

"Perdóname Hae Won...''

-Asistente- me detuve al oír esa voz a mi lado. Hacía un tiempo que no era llamada de esa manera.
Me giré, encontrando a Tao en el interior de su auto junto a la acera- Sube- estuve a punto de dirigirme al auto pero me detuve de golpe a Hyun Joong al otro lado de la calle, observándome. Por un momento me paralicé, pero luego reaccioné, desvié la mirada y con un suspiro me subí al auto- ¿Estás bien?

-Si...- clavé la mirada en la carretera mientras él se unía al tráfico.

Tal como la última vez, en el trayecto nos mantuvimos en silencio pero al llegar al departamento, fué un tanto diferente. A punto de abrir la puerta, Tao tomó mi mano, impidiéndome bajar.

-¿ A dónde vas? ¿Soy tu chofer?

-¿Qué ocurre?- pregunté, ocultando la vergüenza al ver su mano tomando la mía con firmeza

-Empaca algo de ropa mañana. Te llevaré a un lugar

-¿A dónde?

- Es sorpresa- soltó junto a una tonta sonrisa que me incomodó

-No puedo, tengo cosas que hacer- él negó con la cabeza sin dejar de sonreír

-No, eso no funciona conmigo. Mañana es sábado. No tienes cosas que hacer, así que empaca. Vendré temprano, el viaje será largo. Lo miré descolocada.

-¿Viaje?- repetí, provocando que su sonrisa se expandiera

-Será mejor que descanses. Te veré mañana- cuando finalmente soltó mi mano carraspeé para recuperar la compostura al tiempo que salía torpemente del auto. Apreté los dientes al no escuchar el auto marcharse mientras caminaba, solo cuando alcancé la manilla oí el rugido del motor, haciéndome dar un salto del susto . No me atreví a voltear hasta que oí el auto alejándose. Me maldije y lo maldije por asustarme de esa forma.

Totalmente agotada, me dirigí al baño para ducharme con agua caliente.

Arrastré los pies hasta la cama para acurrucarme con Meari entre los edredones.

-Llegaste...- le oí balbucear con la voz adormilada

-Duerme...-murmuré, cayendo rápidamente en el mismo estado de inconsciencia, en parte por voluntad propia, para no pensar en nada más por hoy o más bien... En nadie.

Please be nice with meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora