(6)El inicio del Fin

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Una mano se posó en mi hombro.

-Disculpa,te encuentras...-esa voz insegura me inquietaba, moví mi hombro apartando la mano con brusquedad y siguiendo a toda prisa la camilla que acababa de girar hacia otro pasillo, el grupo se adentró a una sala resguardada por un par de puertas eléctricas que se cerraron justo después. Me detuve.

-No puedes en..

-lo sé - Murmuré interrumpiendo a quien fuera la chica que me hablaba

-deberias ir al baño...-ese tono inseguro de nuevo me descontrolaba. Tomé aire.

- Estoy bien

- Puedes sentarte por...

- Estoy bien- repetí, deseando que desapareciera. Escuché un suspiro pesado y luego silencio. Temía perder el control por completo si llegaba a bajar la guardia y sentarme.

"Todo estará bien Ieri"

Me repetí eso por al menos una hora, hasta que un hombre de uniforme verde cruzó aquellas puertas eléctricas, quitando con un gesto de cansancio su tapabocas.

-¿eres familiar del niño?- asentí lentamente- sigueme por favor- lo miré alejarse y finalmente lo seguí, cuando estuve segura de que mis piernas no me dejarían caer.
Dobló una esquina antes de abrir la puerta de un pequeño consultorio y cederme el paso para cerrar la puerta y tomar asiento del otro lado de un amplio escritorio- toma asiento

-Estoy bien- alcancé a decir, evitando su mirada.

-¿Estás segura?

-Si, señor- susurré conteniendo las ganas de llorar,apreté mis labios,temblorosos.

-¿Cuántos años tienes?

-18- mentí, suspiró de nuevo.

-Lo siento- contuve la respiración.

Lo había visto en tantas películas. No era mi familiar. Era un niño, lo había visto llegar,lo había visto reír, había pasado tardes enteras con él y había muerto en mis brazos.- Sé que esto debe ser muy difícil para tí pero...

-¿Podría prestarme un bolígrafo y papel?-sin decir nada los deslizó por el escritorio. Los tomé.

-Llame a este número, lo atenderá el señor Hong, preguntele por la señora Sarah- Tragué saliva- es su madre- Deslicé el papel hasta él y salí del lugar. Me detuve y miré fijamente las puertas eléctricas, deseando ver por última vez a Ben. Me recosté a la pared,dejándome caer hasta el suelo, sólo entonces me atreví a ver mis manos, manchadas de sangre. Rompí en un llanto que oprimió mi pecho, haciéndome casi imposible respirar,abrace mis rodillas contra mi torso,esperando impaciente despertar.

-Ieri...- lloriqueé con más fuerza al oír mi nombre. No quería seguir escuchando,quería silencio. Una mano se posó sobre mi coronilla, un acto que terminó de desmoronarme. Grité con todo el dolor que sentía y las lágrimas continuaron cayendo, calientes,por mi rostro.
La mano se dirigió a mi nuca y otra por debajo de mis rodillas,alzandome. Rodeé su cuello y oculté mi rostro, sin poder parar de llorar.

-Era un niño...- y de sólo recordarlo volví a romper en llanto. Sus mechones de cabello rozaron mi frente- ¡dijiste que todo estaría bien!- grité lloriqueando como una niña, como si hubieran arrancado algo de mí. De nuevo.
Me aferré a él con más fuerza.

-Supongo que me equivoqué-susurro en mi oído, transformando la ira en más dolor y tristeza,pensando en como una madre tendría que enterrar a su propio hijo- lo siento- y eso le dije a Ben desde mis pensamientos.

Please be nice with meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora