CAPITULO 1

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-¿Recuerdas cuando te dije que no había ningún chico lindo en el colegio?- pregunté sin apartar la mirada de los niños que jugaban en la cancha.

-Si- respondió Melanie desinteresada tomando otro poco de su sopa de su plato. No la estaba viendo pero sin duda sentía sus movimientos a su lado-. Desde que Dimitri se fue los hombres aquí no han vuelto a ser los mismos.

-Y menos Anna, se veía que esos dos iban a terminar con algo- dije partiendo un trozo de la barra de chocolate con mis dedos, mantuve unos segundos la mano en mi boca viendo como en frente los hombres seguían jugando-. Todo ha cambiado bastante desde que me fui.

La cabeza de Melanie giró bruscamente mirándome fijamente y la cuchara con sopa a medio camino.

-Habló de que varios se fueron, varios llegaron, parejas nuevas, ex novios por doquier. Me, deberías de saber de lo que hablo- dije juntando de mis cejas.

No me equivocaba, había vuelto a estudiar hace casi una semana y ya habían tres estudiantes nuevos a los que poco conocía, no obstante, con sólo verlos ya sabía que por lo mucho intercambiaríamos unas cuantas palabras.

Doblé del papel de la barra de chocolate cuando había terminado y la guardé en uno de los bolsillos de la falda. Dejé mis manos sobre el regazo dejando caer mi cabeza en la pared sin dejar de ver el partido que se desarrollaba delante de mí.

-¿Eso tiene que ver con que te la has pasado toda la semana viendo al mismo chico?- alcé la cabeza en cuando escuché las palabras de Melanie, ella sonrió y seguido preguntó:- ¿Tiene que ver con que ahora ves a los chicos de la escuela más atractivos de lo que eran antes?

-¿Qué?- pregunté rápidamente-. Yo nunca he dicho que ahora veo a los chicos más atractivos que antes.

-Pero lo ibas a hacer- volví a juntar mis cejas, está vez molesta.

Finalmente exhale y dejé que mi cabeza fallera en el muro detrás de mi espalda ¿para qué mentirle Mel? Era claro que algún día estaré obligada a contarle, y ese algún día siempre será una semana máximo.

-¿Ves el chico que está allí?- pregunté señalando al chico con el que me había chocado hace una semana. Melanie asintió.

-¿El mismo por el que has estado perdida en toda la semana?- preguntó alzando las cejas, por lo que yo la omití.

-Él es lindo- dije sin quitar la vista de él. A mi lado Melanie se estaba riendo y cuando me giré a verla ella sostenía de su plato hermético con las manos intentando que no se le regara su sopa.

Después de unos momentos me percaté que estaba sonriendo, como una chica soñadora.

-¿Sabes en qué grado está?- pregunté cuando finalmente se dejó de reír.

-No, pero no en el nuestro- dijo ella y solo pude asentir pesadamente. Nosotras ya estábamos en el último año de clase lo que nos daba la opción que estaba en un grado menor.

-¿Décimo quizás?-pregunté.

-Pues ahí hay un chico de décimo- dijo restándole atención y volviendo a su comida.

No distinguía al chico del que Melanie me hablaba, pero sólo esperaba a que el chico con el que me había chocado hace una semana tuviera al menos mi edad.

-¿Enserio?

-¡Liz, escucha! No me la paso todos los benditos días vigilando a cada persona que me pasa en frente y saber de qué grado es- dijo molesta, sentí que debía de moverme para darle un poco de espacio-. ¿Sabes? No importa, el chico sí que es lindo- sonrió.

-Bipolar- le espeté en un susurro esperando a que no me oyera.

-¿Qué?

-Olvídalo- ella levantó las cejas sin creerme-. Voy a acosar a ese niño- dije sarcásticamente lo que hizo que Melanie se riera.

-¿Serías su novia?- preguntó señalándolo con la cuchara.

-Quizás- dije jugando con mis uñas y ella sonrió maliciosamente.

-Imagínate como serían sus hijos- Melanie movió sus cejas de arriba a abajo juguetona.

Lo pensé un momento antes de hablar.

-Van a ser unos hermosos niños rubios- a Melanie se le cayó la cuchara dentro den la sopa en cuanto hablé.

-Pero si ninguno tiene el cabello rubio natural.

-No me importa, van a serlo.

-¿Pero cómo...?- la interrumpí.

-Mel ¿Nos vamos?- ella me dio una cara de póker para después cerrar de su tarro hermético azul con la cuchara adentro.

-Está bien, pero si sólo me dejas contarle de esto a Karma.

-¿Y si digo que no?

-Me voy a quedar aquí solita viendo a tu hombre.

Me levanté, limpié de mi falda mientras que ella no se movía ni un centímetro. Puede que Melanie fuera un poco molesta, pero aún así era mi amiga.

-Él no es mi hombre, Mel- tomé de la bolsa azul de la que Melanie traía todos los días de su comida esperando que con eso ella se levantará.

-Déjame decirle a Karma sobre tú y tu nuevo hombre- dijo ella haciendo pucheros-. A propósito, ¿Qué ha sucedido con Luke?

-Te lo diré en cuanto me hayas acompañado- le dije y en ese momento ella farfulló algo que no logré comprender. Se levantó del suelo acomodándose de la falda azul y caminando a mi lado mientras nos alejábamos.

Holi! Espero les esté gustando de la historia, voten y comenten como les está pareciendo la historia.

MenorWhere stories live. Discover now