Mi cabeza volvió a caer sobre la pared golpeandome con ella, volví a golpearme con la pared unas cuantas veces más con los ojos cerrados pensando una y otra vez en lo que había hecho en la cafetería.
-¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?- me repetía en susurros mientras que volvía a golpearme a propósito con el muro.
-¡Elizabeth! Ya no te golpees más, no es para tanto- dijo Melanie la cual no había dejado de mirarme por casi diez minutos-. ¿Vas a jugar?- ella volvió a pasar las cartas por el suelo acercandolas a mi.
-¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?- volví a repetir sólo que está vez movía la cabeza de un lado a otro con los ojos cerrados.
-Tampoco es para tanto, Liz- dijo Karma en frente de mi volviendo a rovelver la mano de Barajas que sobraba-. Melanie sólo estaba jugando cuando te dijo que tenías que ir por el jugo.
Mis ojos se abrieron y sentí como mis mejillas iban a explotar de la rabia.
-Dile eso mismo a la sal- dije y sin mirar a Melanie que debería también de estar a punto de explotar de la rabia-. Ella fue la que hizo que media escuela se enterara que me gusta Mason cuando lo que había dicho era que me parecía lindo, y eso es lo que es, es lindo ¡Nada más!
-Pero Liz- renegó Karma dejando de revolver.
-¡Pero Liz nada! Ella fue la que te dijo que le dijeras a Mason lo que había dicho, que, para que lo tengan claro, fue con sarcasmo. Además, su comportamiento para unirme con un niños dos años menor que yo nadie se lo aguanta ¡Nadie!
La cara de Melanie estaba roja, pero de una forma en la que el puente de su nariz se empezaba a arrugar creando una mancha blanca en el nacimiento de su nariz y además de eso sus cejas ya estaban unidas una contra la otra.
-¡Bien! Pero recuerda que tú fuiste la que quisiste ir tras de ese niño al que te aseguro nunca le vas a importar por ser tan necia, idiota y estúpida- ella se levantó lanzando las cartas al suelo.
-¡Yo no voy detrás de Mason!- le grité poniéndome de pie de nuevo- y seamos honestas, Mel ¡Se nota por demasiado que no soy la única que va detrás de un chico menor ¿o me equivoco?!
Los gritos ya empezaban a llamar la atención de los estudiantes que estaban jugando en la cancha, entre ellos estaba uno de los chicos al que había visto que Mel había estado interesada desde que llegué.
Karma aún seguía en el suelo con la baraja de cartas en las manos petrificada con la boca abierta y sus oscuros ojos azules abiertos de par en par sin dejar de vernos.
-Liz, son sólo meses de diferencia ¡Pero tú vas por alguien dos años menor que tú! ¿Quién podría ser más Asaltacunas que tu? ¡Nadie, Liz! ¡Nadie!
Esa fue la gota que hizo llenar el vaso, se había pasado de la raya y lo había hecho de una forma de la que ni yo me podía aguantar.
-Mel, me parece que deberíamos de dejar de juntarnos más- dije en un tono más bajo que antes.
Ella con la barbilla en alto cruzó de sus brazos sobre su pecho.
-Me parece lo correcto- dijo recogiendo de su bolsa que estaba en el suelo-. Si me disculpas, me tengo que ir con Ann, ella si debe de comprenderme.
Caminó con sus largas piernas por el camino que atravesaba el parque hasta salir de nuestras miradas. Karma que no había hecho nada todo ese tiempo habló por primera vez.
-¿Eso de qué 'sólo Ann la comprende' fue una indirecta?
-Espero que no.
-¿Ahora que voy a hacer?- preguntó bajando la mirada hacia las cartas- ¿Santo Jesucristo, qué haré?- dijo hablando con su típico acento latino.
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Menor
Teen FictionTodo comenzó con un rumor creando una reputación que otras personas creyeron y reaccionaron. Algunas veces un rumor puede llegar a tener un gran efecto. Y pensar que todo comenzó con un simple rumor. *** -¿Recuerdas cuando te dije que no hab...