¿Qué?
-¡Mierda!- dije al ver las tres palabras que Karma había escrito y pensando en lo que estaba ocurriendo.
Mason se va.
¿Se va a donde? ¿Se va del colegio? ¿de la ciudad? ¡¿del país?! ¡¿del mundo?! ¡¿va a morir?! ¡Mason no puede morir!
-¿Lizbeth? ¿Liz?- me preguntó Camille moviendo su mano en frente a mi llamando mi atención de mi repentino shok.
-¿Quién?- volví a preguntar mordiendo de mi labio.
-Estas pálida, ¿te encuentras bien? ¿Qué sucedió?
-¿Quién me está buscando, Cammy?
-Luke, es Luke- dijo con el sueño fruncido-. ¿Segura que te encuentras bien?
¡Verga!
Primero Mason se va y ahora Luke aparece ¡Esto no es lo que tenía planeado!
-¿Dónde está Luke?- pregunté de forma brusca y sentí como Camille intentaba apartarse al ver lo furiosa que estaba- ¿Dónde está, Camy?
-En el estacionamiento.
-¿Frente a los salones de décimo?- dije mirando hacia el lugar donde los autos estaban estacionados.
-No, está frente a nuestro salón- voltee mi rostro rápidamente hacia ella con el ceño fruncido sin creer lo que me estaba diciendo. Al ver mi rostro ella se explicó-. Atravesó las canchas de fútbol en su auto y le dio toda la vuelta al bloque de décimo.
-¿Qué?- pregunté alterada imaginandome a Luke haciendo todo eso- ¿Porqué hizo eso?
No le di tiempo a Camille de responder, ya estaba corriendo por los pasillos de la escuela de vuelta a mi salón. Pasaba entre la gente corriendo de lateral y tratando de pasar entre ellos sin molestar.
Había pensado en escapar y alejarme de Luke después de que Camille había dicho, pero había un solo problema con eso: no tenía auto y la mayoría de mis buenos amigos ya debieron de haberse ido.
En cuanto estaba a punto de llegar a mi salón, no sabía si esconderme o enfrentarlo de una vez por todas, decirle que ya no estábamos juntos y nunca más lo estaremos. Opté por esconderme detrás de la ventana.
Luke estaba al frente, con su gran camioneta en medio de las zonas verdes de la escuela y entretenido hablando por teléfono.
-No, no la he podido encontrar.
Supuse que estaba hablando de mi, ¿Por qué Luke tenía que estar ahí? ¿Por qué no me deja en paz de una buena vez?
-La voy a encontrar.
Se pasó la mano por el cabello para después colgar el teléfono y guardarlo en su chamarra.
Entonces me había dado cuenta de algo peculiar en él y que tenía que ver con la razón con que él estuviera en mi escuela esperándome.
Paseó su mirada por todos sus alrededores buscándome, su mirada se detuvo encima mío. Me metí detrás de una pared para que no pudiera verme, quizás no me había visto. Volví la mirada por el lado de la ventana y encontrandome de nuevo con la mirada de Luke.
-¿Beth?
Nop, si me había visto.
-¡Beth!- me llamó bajandose de su camioneta y llenado hacia mi.
-¡Luke!- le grité molesta al salir de mi escondite y encontrandomelo al frente- ¿Qué diablos crees que estás haciendo?- dije alterada haciendo que su sonrisa desapareciera- ¿Cómo puedes creer que puedes ir con tu auto por todo el colegio sin importarte?
-He venido a llevarte a casa- mis sospechas fueron aseguradas-. Tu madre me llamó para que viniera a recogerte de la escuela, ella se ha llevado tu auto ¿no te dijo?
-¡Claro que si me dijo!- le grité-. Pero, Luke. Comprende que nunca vamos a volver a ser novios y no tomes esto como una oportunidad para que volvamos porque ¡No lo es!
-Pero si yo te amo, Beth.
-¡Ya te he dicho que yo no!
-Beth déjame al menos decirte algo...- dijo intentando coger mi brazo, me aparte bruscamente abrazando mis brazos-. ¿Liz, recuerdas la casa de campo a la que fuimos el día después de Navidad juntos?
¿Cómo olvidarlo? Nuestras familias se habían juntado para poder ir a aquella casa, donde habíamos pasado un gran momento Luke y yo. No me culpen, apenas habíamos empezado la relación juntos.
-Luke, todo lo que intentes o digas no me va a hacer cambiar de opinión.
-Voy a suponer que lo recuerdas- dijo él-. Quiero que vayas de nuevo conmigo, no va a ser una cita, vamos a ir como amigos. Liz, por favor. No quiero perderte.
-Ya me perdiste. ¿Por qué no mejor llevas a otra chica? Te llueven de chicas bonitas todos los días en especial ahora que hemos terminado ¿Por qué no te aprovechas de eso y me dejas finalmente en paz?
-Porque nadie es como tú.
-¡Luke!- grité molesta. ¿Acaso se cree lo dulcemente encantador para con unas simples palabras volver a ganarme?-. Yo no te amo- dije haciendo énfasis en cada palabra.
Creí que lo había logrado, estaba enfadado y triste. Vi como tensaba la mandíbula y al mismo tiempo cerraba las manos en puños haciendo que sus nudillos se vieran blancos.
-¿Hay otro, no es así?- preguntó él-. No me vayas a mentir, sé que hay otro.
-No, Luke. Claro que no- automáticamente apareció la imagen de Mason en mi mente, cuando él estaba recibiendo la carta de esa chica.
Él se acercó a mi acogiéndome de la cintura rápidamente y manteniéndose encerrada con su cuerpo. Intenté de usar la fuerza que había obtenido durante mis clases de Taekwondo pero mis intentos fueron en vano.
-Liz, tu me amas a mi. Puede que no lo digas pero sé que sientes lo mismo que yo siento por ti- dijo con su rostro a poca distancia del mío, moví mi rostro hacia un lado y traté de alejar mi torso de él evitando que me bese de nuevo-. Voy a encontrarlo, Liz. Lo voy a encontrar.
Él me soltó haciendo que dejara de ponerme tan nerviosa y pudiera respirar con normalidad. Luke ya estaba subiéndose a su auto, estaba esperando a que yo fuera con él pero no estaba segura de hacerlo.
Me acerqué a la puerta del conductor donde Luke asomo su rostro por la ventana con el rostro neutro.
-No me voy a ir contigo- le dije pero él sacó de su teléfono y me lo mostró, para ser exactos me mostró su conversación con mi madre en donde ella le pedía recogerme.
-Ella me lo pidió, yo no se lo pedí- me dijo volviendo a guardar su celular.
Suspire molesta, me senté en los puestos trasteros ganandome una mirada de Luke por el espejo retrovisor. Supuse que él creía que me iba a ir en el asiento del copiloto a su lado y el hecho sentarme lejos de él lo ponía aún más molesto.
-Tengo que ir por mi maleta- le dije molesta.
-Por eso no hay problema, le diré a Rafael que traiga tu maleta luego.
Recordé al chico que estaba en la camioneta de Luke la última vez que él había ido hasta el colegio, él debía de ser el acompañante de Luke.
-Sólo para que quede claro- le dije-, no voy a ir a la casa de campo contigo Luke, consigete a otra.
Vi como sus manos se aferraba con fuerza al volante del auto y él daba una mirada por la ventana de al lado, Luke arrancó el auto volviendo a pasar por las canchas de fútbol y está vez no merecía de mi regaño.
Esta vez tampoco revisé la ortografía, pero es que estuve ocupada con química *guiño* que no pude revisar. Bueno espero les haga gustado el capítulo nos leemos luego.
Camille en multimedia.
YOU ARE READING
Menor
Fiksi RemajaTodo comenzó con un rumor creando una reputación que otras personas creyeron y reaccionaron. Algunas veces un rumor puede llegar a tener un gran efecto. Y pensar que todo comenzó con un simple rumor. *** -¿Recuerdas cuando te dije que no hab...