CAPITULO 25

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—Sólo tú eres capaz de querer jugar después de una clase de Educación Física— dijo Mel sentándose bajo la sombra del árbol. El sudor ya le estaba empapando toda la camisa naranja y su piel brillaba con el reflejo del sol. Ni me imaginaba como estaba yo en ese momento.

Mantenía la pelota golpeando la con el suelo y empezando a jugar con ella en mis manos.

—Vamos, sólo una partida— traté de animarla, Karma a su lado estaba ya acostada en el suelo casi muerta sin decir nada—. Vamos, Mel. No quiero jugar sola.

—Pídele a alguien más que juegue contigo, yo después jugaré— dijo levantándose de la roca en la que estaba sentada, hasta podía ver la dificultad de Melanie para levantarse del suelo—. Voy a comprar algo de beber.

—¡Ay! ¿Me compras algo?— dije dejando caer la pelota hasta mis pies y empezando a darle pequeñas patadas sin dejarla caer al suelo.

Sabía que después el profesor de Educación Física me iba a llamar la atención por patear el balón de voleibol, pero las ganas de poder rebasar mi récord me hacían poder olvidar aquello.

Cuándo sentí que no podía seguir le di una patada más fuerte y me preparé para recibirla con mis brazos, en medio de eso se acercó un chico de décimo grado corriendo por la cancha.

—¡Aquí, Elizabeth! ¡Aquí!— dijo mientras que con torpeza corría a mi lado bajando la cabeza bajo la malla hasta llegar al otro lado de la cancha. En cuanto recibí la pelota en mis manos la golpee suavemente hacia adelante, no obstante la pelota subió hasta llegar al otro lado de la cancha.

Bajé mi mirada hacia el chico que estaba al otro lado de la cancha, sonreí ante mi competencia cuando vi que el chico no era nada más que Raphael. Era el chico de décimo, era un chico lindo, pero no era mi tipo. Cuando lo vi por primera vez me sentí atraída por su mirada y no había sido la única —hasta creo que aún me atrae—, él era heterocromano, su ojo derecho era de color grisáceo mientras que el izquierdo era de un tono más azulado.

También era el interés platónico de Melanie desde Noveno grado, cuando Raphael fue transferido a Worsterhire.

Y el medio-hermano de Tyler.

Ambos compartían la misma madre, por lo que no tienen de los mismos apellidos pero si las mismas suaves facciones con la única diferencia en los ojos de Raphael. Similares a los de su padre.

Actualmente Tyler vive con su madre y Raphael tiene de una madrastra. Nunca he conocido a la familia de Raphael, casi ni hablo con él.

Y Melanie es igual —aunque ella sea vecina de su medio-hermano y esté completamente enamorada de él— aunque no se puede decir lo mismo de Karma, no desde la gran amistad que tuvo con Tyler.

Raphael saltó, me asusté de que él fuera a hacer un remate hacia mi sin haberme dado tiempo suficiente para prepararme, y todo por haberme pasado pensando en él.

Alzó sus brazos encima de su cabeza y levantando sus pies del suelo para pasar la pelota de una forma muy suave y sutil encima de la malla.

—¡Vamos Elizabeth!— me gritó él haciéndome correr hasta la malla, por un momento sentí que me iba a tropezar con las cuerdas de la malla hasta que con mis piernas flexionadas y con mis manos juntas golpee la pelota.

Cerré los ojos pensando que lo peor había sucedido, pero en cuanto los abrí vi como la pelota no había cogido dirección alguna y simplemente subió por los aires; tan alto que tuve que apartar la mirada de los rayos del sol.

—¡Mía, mía, mía!— escuché decir a Raphael. El ya estaba pasando por debajo de la malla para ir a por la pelota.

Me agaché en el momento en el que sentí la pelota volver de nuevo hacia mi y casi al mismo momento Raphael saltó sobre mi diminuto cuerpo solo para llegar a la pelota. Su figura me cubrió del sol por unos momentos y por el miedo de que él llegara a golpearme me quedé ahí, no fue hasta que escuché el golpe del balón cuando me volví a levantar.

MenorWhere stories live. Discover now