Ya iban a ser las siete de la noche cuando finalmente había decidido por una película que pudiera ver y rápidamente me quedara dormida, no tenía sueño y poder dormir y salir de la realidad era lo único que quería en ese momento.
Tenía un plato a mi lado con fresas que estaban a punto de acabarse, tenía mi computadora sobre mis piernas y al otro lado bajo mi mano estaba mi teléfono que no dejaba de vibrar por los mensajes que Melanie no dejaba de enviarme.
151 mensajes nuevos de Mels ❤...
Esa misma noche era la anhelada fiesta de Ally, se podría decir que gran parte de la gente adinerada estaba en esa grandiosa fiesta de la que todo el mundo quería ir pero pocos tenían acceso. Y yo, una de las chicas afortunadas que fueron invitadas, me quedé en mi habitación viendo viejas películas clásicas y comiendo fresas.
158 mensajes nuevos de Mels ❤ ...
El computador ya empezaba a calentar mis piernas así que lo dejé a un lado la computadora, me puse una fresa en la boca y me acomodé con mi estómago debajo para empezar a ver la película. No obstante, después de casi cinco minutos de créditos iniciales de la película empezaron los intensos mensajes de Melanie; el teléfono no dejaba de vibrar hasta llegar al momento en el que empecé a recibir llamadas que al instante cancelaba.
Decidí tomar mi celular y ver los 163 mensajes de Melanie, la mayoría eran frases para que vaya a la fiesta, primero la frase completa, después palabras y ahora estaba escribiendo solo letras.
Dejé de recibir mensajes por casi veinte segundos, por lo que me imaginé que finalmente ella se había rendido hasta que recibí una imagen la que decía Te están esperando, debes venir.
Era una imagen de Luke, él estaba sentado en una mesa que parecía de bar, con un vaso de cristal con vodka y hielo dentro. Estaba mirando la distancia, entre la gente. Llevaba una camisa de color berenjena y unos pantalones negros que hacían ver su piel más pálida de lo normal.
La misma razón por la que no voy
Después de casi media hora de no haber tocado el teléfono le envié un mensaje a Melanie y siguiente a eso apagué el teléfono dejándolo debajo de la cama, solo por si Melanie se volvía estresante y empeoraba las cosas.
Continué con mi película, no era la gran cosa pero era lo necesario para poder hacerme dormir en cualquier momento y así poder olvidar de la realidad.
Había tomado un bol con palomitas que ahora tenía en mi mano e iba comiendo cada vez que la película me aburría, lo que era muy seguido.
Sentía como mis párpados empezaban a pesar y seguido dejé salir un bostezo que me hizo cambiar de posicion, me acosté en mi cama, se podía decir lista para dormir. Sin darme cuenta ya tenía el teléfono en mi mano encendiéndolo de nuevo.
Apenas habían pasado veinte minutos desde la última vez que lo había apagado, pero había sido suficiente para que Melanie finalmente dejara de enviar mensajes, así que lo mantuve a mi lado mientras que seguía viendo de la película, a la que ya ni le ponía mucho cuidado.
Pero esto era mejor que permanecer en la fiesta siendo perseguida por Luke sin importar en donde me encontrara, o hasta tener que aguantar de las miradas de los demás invitados cuestionándose si en verdad habíamos terminado o seguíamos simplemente como amigos—y ojalá fuera así.
Dirigí mi mano hacia el bol con palomitas que tenía a mi lado, pero cuando lo hice lo único que sentí fue una semilla de maíz que había quedado al fondo. Ya no quedaban más palomitas, solo unas cuantas semillas que estaban untadas con la mantequilla de las palomitas.
Con dificultad me levante de mi cama, mi cuerpo ya estaba mas pesado por tanto tiempo que había permanecido sobre la cama sin hacer nada excepto comer palomitas como un cerdo.
Si quiera tomé de mis pantuflas de minions que ya me estaban esperando al lado de la cama, me dejé en las medias del colegio y el pequeño short deportivo que había usado ese mismo día durante la clase de Educación Física. Sobre mis hombros tenía de mi kimono rojo con orejas de conejo del que William siempre se burlaba y Melanie siempre intentaba incinerar desde la primera vez que lo vio.
Bajé las escaleras con los pies descalzos donde pude ver que la luz de la cocina estaba encendida. Debe ser que mi madre ya había llegado junto con William, quien ya debió volver de su clase de judo.
Y estaba en lo correcto.
Apenas llegué al primer piso escuché los gritos de William hasta sentir que corría por entre los muebles y saltando sobre la mesa del centro, había cerrado los ojos esperando a que mi hermano dejara caer algún jarrón o alguno de los bustos de cristal que tenía mi madre en la sala de estar.
— ¡Burr!— gritaba él. Me dirigí hacia la pared encendiendo el interruptor de la luz y en cuanto la luz se encendió algo empezó a halar de mi kimono. Vi a William con su uniforme de judo parado sobre el sofá blanco y deduje que no era él lo que estaba halando mi kimono—. ¡Burr, suelta a Liz!— Will corrió hacia mi saltando del sofá
El gato chilló —al igual que yo—cuando mi pierna lo pateó a modo de defensa. Lo siguiente ocurrio de una forma tan inesperada que creí poder verlo en cámara lenta, el bol con los restos de palomitas cayó al suelo, el gato salió volando hasta caer sobre el sofá donde Will estaba parado hace unos segundos. Will giró sobre sus talones siguiendo al gato que se dirigía hacia la cocina.
—¡Will! ¿De donde sacaste ese maldito gato?— le grité dando fuertes pisadas y entrándo en la cocina.
Me detuve en seco.
Will estaba acariciando el gato persa de unos hermosos ojos color esmeralda, mi madre estaba sirviendo trozos de fruta en un mismo bol del que yo había roto, ella se había detenido al verme, su rostro mostraba rabia.
El gato ronrroneo sobre las piernas de Luke cuando el pasó su mano sobre su pelaje, en cuanto él me vio sonrió.
—Yo lo traje.
YOU ARE READING
Menor
Teen FictionTodo comenzó con un rumor creando una reputación que otras personas creyeron y reaccionaron. Algunas veces un rumor puede llegar a tener un gran efecto. Y pensar que todo comenzó con un simple rumor. *** -¿Recuerdas cuando te dije que no hab...