AHORA PUEDES DECIRME POR QUÉ FALTASTE A CLASE HOY?
Volví a llevar mi mano hacia mi boca escupiendo de las semillas de las uvas y lanzandolas hacia el bote de basura. Había permanecido toda la tarde en el inflable de Will en mi habitación sin dejar de comer fruta y preguntándole a Karma la razón por la que me había dejado.
Apenas había llegado de la escuela tuve tiempo de quitarme los zapatos y la chaqueta del uniforme y haberme cambiado la falda escocesa por unos shorts. Aún permanecía con las medias del colegio, pero no me importaba.
AY PERO SI JODE, NO?
Puse mis ojos en blanco aunque ella no me viera.
En cuanto había subido las escaleras hacia mi habitación después de haber saludado a mi mamá me había topado con el inflable de delfín de William justo en medio del pasillo de nuestras habitaciones, lo correcto hubiera sido llamarlo y haberle hecho recogerlo. Pero como ya había tenido demasiado ese día preferí recostarme en el delfín mientras que comía de unas deliciosas uvas.
ME VAS A CONTAR O QUE?
ESTA BIEN, PERO ES UNA HISTORIA LARGA
ENTONCES TE LLAMARÉ
Le reste importancia al Karma está escribiendo... que aparecía en mi teléfono, mientras que esperaba a que Karma contestara la llamada la puse en altavoz dejando el teléfono en el suelo y en vez de eso tomé del control del amplificador de música y lo apagué para que no se escuchara de la voz de Karma en la casa.
¿Liz?— escuché la voz de Karma mientras que con una cuchara le sacaba el interior a la uva ya sin semillas.
—Estoy aquí— dije con la boca con uvas dentro—.Ahora cuéntame.
—Ya hiciste tu parte del trabajo de Biología?— si la hubiera tenido en frente estaba segura que ya le hubiera pegado.
—No, y eso no es de lo que estamos hablando ahora, Karma— escuché como Karma suspiró por el otro lado del teléfono, rendida. Después de unos pocos segundos ella habló.
—Mi padre volvió al país— empezó ella haciendo una breve pausa-. Cuando llegó nos dijo que tenía que irse ese mismo día en la noche. Mi mamá me permitió no ir al colegio hoy sólo para estar un día con él.
Él padre de Karma era uno de esos soldados que iba por diferente partes de su país nativo en la guerra, no era que su país era el más peligroso sólo que el padre de Karma era de uno de los soldados más importantes -cuyo rango no recuerdo- y Karma y su madre sólo lo podían ver durante poco tiempo cada año.
—Uy, perdón Karma, ¿Y qué hicieron?
—Eso es...— volvió a suspirar, pero después me di cuenta que e estaba sorbiendo de la nariz—algo privado— no dije nada, quería darle un poco de tiempo para tranquilizarse.
Mis padres nunca estaban en casa, se iban casi a las siete de la mañana, mi madre volvía a mediados de las dos de la tarde y mi padre hasta las ocho de la noche. Pero lo de mis padres no se comparaba con lo que tenía que vivir Karma diario, ni me imaginaba lo que tenía que ser vivir sin mi padre.
Cuando me puse a pensar sobre ella me di cuenta que estaba a punto de comer otra uva y mi mano estaba a medio camino, pero cuando iva a comermela supe que no tenía nada en la mano.
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Menor
Novela JuvenilTodo comenzó con un rumor creando una reputación que otras personas creyeron y reaccionaron. Algunas veces un rumor puede llegar a tener un gran efecto. Y pensar que todo comenzó con un simple rumor. *** -¿Recuerdas cuando te dije que no hab...