CAPITULO 9

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Era una de las pocas personas que estaba utilizando del teléfono en clase, mi maleta estaba sobre la mesa cubriendome mientras que le volvía a enviar un mensaje a Rebecca.

DONDE ESTÁS?

ESPERO NO TE HAYAN QUITADO EL TELÉFONO OTRA VEZ

Volví a levantar la mirada hacia el profesor intentando pasar desapercibido, miré hacia el puesto vacío de Rebecca de nuevo viendo de una silla vacía.

CONTESTAAA

Estaba a punto de rendirme y olvidar el tema de Rebecca cuando a mi lado Nolan toma de su silla y poniéndola al lado de la mía. Rápidamente guardé del teléfono.

-Espero que esta vez trabajen, sino, será la última vez que los dejaré hacer en grupo para un trabajo- dijo el maestro al pasar al lado de ambos. No le presté mucha atención.

-¿Mason, sabes por qué Rebecca no vino hoy a clase?- preguntó Nolan, por su mirada azulada pude ver lo preocupado que estaba-. Eres su mejor amigo, debes de saber.

No era normal que Rebecca faltara a clase, era una chica bastante inteligente que podría pasar cada grado si se esforzara en hacerlo, pero sus aventuras y planes malévolos se le hacen mas importante que el estudio. No obstante, era una chica a la que le encantaba venir al colegio solo por el hecho de escapar de su casa.

-No- dije volviendo a sacar de mi teléfono-. Le he estado intentando escribir toda la clase pero no contesta.

-¿Ya intentaste llamarle?- preguntó Nolan vigilando que el profesor no los estuviera mirando.

-No- apagó de su teléfono guardándolo en el bolsillo de su chaqueta y caminando hacia donde estaba el maestro-. Voy a llamarla en el baño- le informé yendo de allí.

En el tablero estaban escritas con la letra cursiva el taller que el profesor nos había puesto a hacer en clase y que probablemente lo termine haciendo de Internet.

En cuanto le pedí permiso al profesor para ir al baño este me miró con una cara de incredulidad a la que después fue sustituida por una afirmación clara.

Los pasillos estaban silenciosos cuando salí del aula, las ventanas de vidrios de colores hacían que en el suelo se reflejaran de las abstractas figuras como un camino indicándome hacia donde ir.

En cuanto entre al baño no tardé en sacar del teléfono y llamar al teléfono de Rebecca, se escuchó el sonido de su celular unas cuantas veces. No contestaba. Cuando finalmente creí que ella iba a contestar fue su contestador el que me aclaró las dudas: Rebecca volvía a estar castigada, no podría estar en el colegio y mucho menos usar el teléfono.

***

Una figura femenina estaba parada bajo el marco de la puerta recostada sobre el lado derecho a espaldas a mi. No supe si seguir caminando o esconderme cuando vi que Nolan era sacado de clase con la secretaria.

Su cabeza estaba gacha como la de un preso y sus manos dentro de sus bolsillos, su cabello caía sobre la pasta negra de sus gafas cubriéndole el rostro. Su mirada se levantó cruzando con la mía.

-¿Mason?

Intenté esconderme detrás de un muro pero estaba seguro que ya no podía hacer nada más, sabía que me estaban buscando pero no estaba del todo seguro el motivo por qué,

La secretaria se volteó llamando de mi nombre haciendo mi corazón palpitar dentro de mi pecho.

-¿Si?- pregunté.

-Te necesitan en la rectoría.

El camino hacia la rectoría fue un completo sufrimiento, Nolan y yo íbamos detrás de la secretaria sin nada que decirnos el uno al otro. Pero sabía que él ya tenía bastantes teorías de porqué éramos llevados hasta la rectoría de esta manera.

Yo por el otro lado creí que esto tenía que ver con el hecho del que Elizabeth estuviera detrás de mi, quizás no era permitido y ahora la habían llevado a rectoría. Ese sólo pensamiento me causó un escozor bajar por la garganta. Se veía peor de lo que pensaba.

No obstante, cuando llegamos en frente de la puerta de la rectoría escuché un sonido familiar por dentro, casi como un quejido.

Nolan me dio de una mirada preocupado y volvimos la mirada cuando la secretaria nos abrió la puerta y volví a escuchar del llanto.

Mis ojos se abrieron como platos al ver a un chico de décimo grado sentado en una de las sillas con la cabeza bajo sus manos y a su lado estaba sentada Rebecca con los ojos rojos de tanto llorar.

Traté de imaginarme que habrán hecho ahora los dos para que hayan llegado hasta allí y conmigo y Nolan detrás, recordé de los momentos en los que esos dos estuvieron involucrados en grandes problemas, pero por sus rostros supe que está vez era diferente.

Holis! Espero les guste la novela y quiero este momento para agradecerles de tomar de su tiempo para leer esta novela y los votos de su parte, no saben cuánto me alegro de saber que les está gustando la historia. Y como este capítulo es bastante corto dentro de poco (por lo mucho mañana) publicaré otro.

Nos leemos luego.

RBH.

MenorWhere stories live. Discover now