El día de su cumpleaños sería el próximo viernes y para esa noche tendría lugar en su casa aquella no muy deseada fiesta, esa que fuera motivo de discordia entre su madre y ella.
Sebastián desde aquella mañana que ella llegara a su apartamento, no dejaba de pensar en ella y su situación y buscar alguna solución, para que no volviera a pasar por algo similar, estaba más pendiente de ella que antes, para tratar de descubrir si la volvían a maltratar. Tanta era su necesidad de saberla bien que le conto a su amigo Alex todo lo que sabía y pidió su ayuda y su consejo, si bien entre los dos no encontraban alguna solución que no implicara que Sofía abandonará su casa, era por lo menos alentador, tener con quien poderlo hablar.
El jueves en la tarde después de clases como acostumbraban todos salieron por un café y en aquel lugar al que siempre iban, dos mesas estaban reservadas para ellos en el lugar más alejado del lugar, un pequeño pastel de cumpleaños y unas bolsas de regalos esperaban por ella, sus amigos y su novio habían planeado una pequeña sorpresa, para festejar sus 20 años, estuvieron en aquel lugar cerca de una hora y media, entre risas y abrazos y los mejores deseos dieron la bienvenida a un año más de su vida, esa tarde fue la mejor que tuviera hacía mucho tiempo, no había vuelto a festejar sus cumpleaños desde aquella noche trágica en que su hermano y su padre se marcharon. El ultimo cumpleaños que celebro fueron sus 16, aun podía recordar como esa mañana antes de ir al colegio su padre la había despertado con un gran beso y el ultimo regalo que él le diera. Esa mañana su padre le había regalado ese reloj que aun usaba todos los días y que significaba poder llevar a su padre siempre con ella.
A la mañana siguiente, despertó muy temprano, aun de madrugada y no pudo evitar recordar a su padre y a su hermano y por un momento soñó despierta que su padre entraba en su habitación y la despertaba con un gran beso, como solía hacerlo, el sonido de su despertador la trajo de regreso de aquella ensoñación y la enfrento de nuevo a su realidad, un suave bip sonó avisando la entrada de un mensaje.
- Buen día amor mío, espero despiertes con una enorme sonrisa, si pudiera te habría despertado con un gran beso, pero no importa, ese te estará esperando, espero que nada sea tan importante que sea capaz de nublar tu felicidad, ni hoy ni nunca, que esa hermosa sonrisa siempre ilumine tu rostro y de paso mis días. Eres lo mejor que me ha pasado y espero este sea el primero de muchos cumpleaños a mi lado. Te amo linda. Te espero en 30 minutos afuera de tu casa, un beso y hasta pronto.
Sofía sonrió al leer aquel mensaje y corrió a la ducha, 30 minutos después salió de su casa, unas casas adelante el carro de Sebastián esperaba estacionado.
Antes de llegar a clases, fueron a desayunar y Sebastián le entregó, una cajita roja aterciopelada que adentro llevaba una hermosa cadena en oro con un dije en forma de ángel que llevaba una S de pequeños diamantes en sus manos.
- Ese pequeño ángel eres tú, y esa "S" soy yo. Es para que nunca olvides que me tienes en tus manos – le susurró al oído y después beso sus labios –
- Esto quiere decir, que eres mío? – pregunto ella, sonriéndole-
- Desde siempre y para siempre. – Respondió él besando nuevamente sus labios-
- Pues ese es mi mejor regalo, saber que eres mío.
- Te amo.
- Y yo a ti
Aunque hubieran preferido no entrar a clases Sebastián debía sustentar un informe y no podía dejar de asistir, así que en cuanto terminaron las clases se la llevo a un restaurante a las afueras de la ciudad en el que había reservado para almorzar. Ese día había sido mágico y perfecto hasta que miro su reloj.
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Como si fuera fácil.
RomanceSofía y Sebastián se conocen y descubren el amor, sin embargo una serie de sucesos pondrán a prueba sus fortalezas y sus deseos de estar juntos. Ella tendrá que enfrentarlo todo, huir es lo más fácil, pero tarde que temprano entenderá que de ella...