Parte 40

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Sebastián se quedó sentado, todo lo que acaba de escuchar lo había dejado sin palabras, lo sobrepasaba, lo dejó sin que pudiera conectar en su mente nada.

Sin embargo tenía muy claro que, no podía dejar que ella se volviera a ir, salió corriendo tras ella, no podía dejarla ir, no así, no de nuevo, antes de poder dejar aquel lugar tuvo que pagar los cafés que tomaron y para cuando estuvo en la calle, solo pudo ver que ella tomaba un taxi, así que el tomo otro y la siguió.

 

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Nada de lo que acababa de suceder podía ser real, parecía un mal sueño, una maldita pesadilla, Sebastián había estado frente a ella, lo había visto de nuevo, después de tantos años, después de tanto tiempo...

El taxi paro y ella entro corriendo a su casa, al cerrar la puerta en su espalda se desplomo, cayó al suelo de rodillas y rompió en llanto.

Manuel que la esperaba, porque habían quedado de salir juntos, vio cuando su amiga solo se dejó caer y ahora lloraba desconsolada.

- Nena que te pasó? Estas empapada, que pasó?

- Manuel, era él, lo vi, él está aquí.

- Quien? De quien me hablas? Miguel está aquí? – preguntó muy preocupado-

- Nooooooo, Sebastián...

- Nena ven quítate esto que esta mojado, cálmate y cuéntame donde lo viste? Como así que Sebastián está aquí?

- No solo lo vi, el a mí también, hablamos, él me odia... le conté todo.

- Que hiciste qué?

- Es que me presiono, me exigió saber lo que pasó, yo, yo no supe ni que hacer, no sabía que decir y se lo conté.

- Y? que te dijo?

- Nada, no sé, salí corriendo y él se quedó allá.

- Salome nena, trata de calmarte.

- No, no puedo calmarme, es que tengo miedo, pudo ser Miguel, que hago? Crees que es mejor que me vaya de aquí?

- No, calmémonos y analizamos todo.

Después de dejar salir todas las lágrimas que había dentro de ella, más calmada conto a su amigo como sucedió todo y entre los dos trataron de convencerse de que con Miguel sería muy difícil de que algo así sucediera.

Sofía esa noche no pudo dormir, las pesadillas regresaron a recordarle todo su pasado, el encuentro con Sebastián fue doloroso, no podía dejar de sentir esas miradas llenas de odio y rabia sobre ella, él tenía toda la razón en odiarla, pero dolía mucho saberlo, tantos años soñando que volvía a verlo y hubiera preferido no haberlo visto de nuevo, era él, sin embargo ya no era el mismo, estaba lleno de rencor y no podía culparlo.

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Sebastián la siguió, vio cuando ella corrió y abrió la puerta de aquella casa, estuvo por unos minutos parado enfrente de ese lugar y después regreso al hotel, necesitaba procesar todo lo que ella había pasado, volver a verla, escuchar todo lo que ella había dicho, sabía que algo la había obligado a huir, pero jamás imaginó algo tan horrible. Todo era superior a él, había quedado en un estado que no sabía describir, como si le hubieran quitado un pedazo de su corazón, sentía odio por ese hombre y dolor, por ella, por él, por los dos.

Tenía que volver a hablar con ella, pero en ese momento no era una buena idea, debía primero terminar de comprender lo que ella había vivido, aclarar sus ideas y controlar todas las sensaciones que emergían como un volcán dentro de él, quería correr tras ella, abrazarla, protegerla, necesitaba saber qué hacer, así que era mejor que por ahora él, regresara al hotel.

Como si fuera fácil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora