Como si fuera fácil.

Parte 57

En la tarde se reanudo el interrogatorio por parte de la defensa y las preguntas continuaban igual que en la mañana, Sofía un poco más tranquila y segura respondió a todo y así, el juez dio por terminada la jornada.

Al día siguiente continuarían con el juicio.

Había resultado más difícil de lo que imaginó, volver a ver a ese hombre le había impactado demasiado, contar tantos detalles enfrente de todos la hacía sentir muy miserable, después de regresar a casa, no quería volver a tocar el tema, tuvo que tomar un par de analgésicos para el fuerte dolor de cabeza y sentados en el salón se quedó dormida entre los brazos de Sebastián.

Para él, no había sido muy diferente, se sentía más impotente que nunca y su sentimiento de odio por ese hombre se acrecentaba, cada palabra y cada una de sus lágrimas se habían clavado en su corazón y en su mente, esa noche no pudo controlar aquello que sentía y tuvo que llorar, necesitaba dejar salir todo eso, que tanto le oprimía el pecho.

Habló con Manuel y desahogo su interior, necesitaba hacerlo y gracias a que ella dormía, sintió por fin la libertad de desplomarse.

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De nuevo esperaban sentados en la misma habitación que el día anterior a que el juez diera inicio a una nueva sesión. En esta oportunidad la defensa, solicito interrogar a Miguel Rosales.

Todas las preguntas y por supuesto las respuestas mostraban a una Sofía culpable.

- Quiere contarnos qué tipo de relación tenían usted y la señorita Sofía Cáceres? – preguntó el abogado-

- Al principio, recién me case una relación de padrastro e hijastra normal, pero con el pasar de los días, la relación cambio y los últimos meses fuimos amantes.

- Cuando dice amantes, se refiere a una relación sentimental con intimidad sexual?

- Si, así fue.

- Que paso la noche, en que su esposa murió?

- Sofía y yo acabábamos de tener relaciones y Pilar nos descubrió, se alteró mucho, nos reclamó por la traición y salió corriendo de la habitación, escuchamos un ruido pero cuando llegué a la barandilla descubrí que ella se había caído y yacía inconsciente en el primer piso, de inmediato llame a la ambulancia, pero los golpes fueron mortales.

- Que sucedió con la señorita Sofía?

- No lo sé, yo fui a la clínica con la ambulancia cuando regresé a la casa ella no estaba, desde entonces, no supe nada de ella, me robó, se llevó las joyas de mi esposa y un dinero en efectivo que mantenía siempre en mi cuarto, nunca supe porque se fue, siempre me he preguntado porque no fue al funeral de su madre o porque no se comunicó conmigo.

- Es decir que la última vez que la vio, fue esa noche?

- Si, así fue.

Así termino dicho interrogatorio por parte de la defensa, era ahora el turno para John.

Después de algunas preguntas de rigor, John fue llevándolo por un camino diferente y le preguntó sobre sus viajes a México, que lugares de ese país visitaba, todo para terminar mostrando las primeras pruebas, la violación de una joven mujer en Tuxtla y demostrando así su comportamiento agresivo y dejando en evidencia que Sofía no era a la única mujer de la que había abusado.

Una prueba tras otra y por último el testimonio del médico forense que cambio bajo amenazas los motivos del deceso de la primera esposa y las declaraciones de sus dos hijos que narraron como mato a su madre muchos años atrás.