Parte 56

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Sebastián viajó para poder estar con ella, pues al día siguiente por fin el juicio empezaría, por fin todo terminaría. Sofía los últimos días no podía controlar la ansiedad, las últimas noches había dormido acompañada de Manuel, las pesadillas volvían a atormentar sus sueños y el miedo a dominar su voluntad.

Aunque al lado de Sebastián, ella se sentía segura y protegida, esa noche fue imposible alejar los malos sueños, fue muy poco lo que durmieron, pues Sebastián tampoco encontraba la calma, hubiera preferido evitarle todo aquello, sin embargo, ella lo había preferido así y no estaba en sus manos. Dormir fue imposible y estar en la habitación asfixiante, así que los tres pasaron gran parte de la noche hablando sentados en la sala, pues ni siquiera Manuel consiguió conciliar el sueño y se unió a ellos.

El día del juicio llegó, cuando Sofía, Sebastián y Manuel llegaron al consulado ya John los esperaba.

- Estas preparada? – preguntó John-

- No, nunca lo estaré, pero aquí estoy

- Prométame, que no va a permitir que todo esto resulte peor de lo que ya es – suplicó Sebastián-

- Claro que entiendo a qué se refiere y así será.

- Podremos estar cerca todo el tiempo verdad, necesito estar a su lado? – preguntó Sebastián-

- Sí, no creo que exista inconveniente, es un juicio, cualquiera puede asistir.

Un joven salió hasta el lugar donde esperaban y les indicó que debían seguir al cuarto donde ya todo estaba dispuesto.

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Miguel llevaba cerca de 2 meses preso, esperando los dos juicios que tendría en contra, sus abogados le había advertido de lo grave de su situación, el primer juicio sería el más complicado, pues desconocían las pruebas que pudieran tener en su contra, aunque habían tratado de averiguarlo había sido imposible.

Aunque Miguel se encontraba nervioso aún confiaba en que podría persuadir al juez de su inocencia, sabía que Sofía no tenía como demostrar que la muerte de Pilar su madre había sido un asesinato y mucho menos demostrar la violación, no después de tanto tiempo. Habían pasado ya muchos años y todo sería muy difícil de comprobar, igual pensaba de sus hijos, así que se mostraba confiado, había pasado días enteros junto a sus abogados planeando la defensa y la forma en que desviarían las acusaciones, para mostrar que era víctima de calumnia, injuria y falsas acusaciones.

Se habían adelantado a lo que pudiera suceder y tenían un par de testigos falsos que de ser necesario, atestiguarían sobre la mala reputación de Sofía e incluso afirmarían que ella fuera amante de ellos, se proponían mostrar a Sofía como una mujer fácil e interesada.

Miguel deseaba volver a verla, además quería vengarse, la mataría cuando todo eso hubiera terminado, confiaba plenamente en sus abogados y estaba seguro que todo saldría a su favor, sabía que tendría que pasar algunos años en la cárcel por los delitos de contrabando y tráfico de partes de autos, pero estaba dispuesto a negociar información a cambio de beneficios, entregaría algunas personas a la justicia y en unos pocos años estaría libre.

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Una habitación con una larga mesa en la mitad y un par de sillas dispuestas para Sofía y para John, en frente de ellos estaban instaladas un par de cámaras y al fondo y de frente de todos, una gran pantalla que mostraría lo que sucedía en el juicio en Colombia. Detrás de ellos y muy cerca, algunas otras sillas estaban listas para los asistentes. Cerca de las cámaras algunas sillas más esperaban a las personas que se asegurarían de que todo marchara de acuerdo a los protocolos.

Como si fuera fácil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora