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La casa negra.

Hace exactamente diez minutos que me encuentro frente a este lugar que trae a mi mente tantos recuerdos. Mi cuerpo se rehúsa a avanzar y mi mente repite una y otra vez que esto estaba mal.

En cuanto el taxi estaciono frente a esta propiedad deteriorada, todo mi mundo se detuvo y de golpe me nuble. Cada parte de mi ser temblaba y mi corazón no dejaba de latir de forma inhumana.

-Señorita, no quiero ser grosero, pero necesito seguir con mi trabajo.-

-Si, lo siento.- susurré avergonzada.- Aquí tiene.

Le extendí al conductor el dinero correspondiente al viaje y luego, muy a mi pesar, salí del vehículo. Aun no estaba lista, mi mente no había logrado ese estado de relajación "zen" que necesitaba para afrontar esto. Pero no había vuelta atrás, el taxi se había marchado y yo me encontraba de pie a unos cuantos metros de una casa que comenzaba a llenarse de gente.

Cuando un grupo de mujeres pasa junto a mi e ingresaron con total normalidad por las puertas, me di cuenta que no solo mi mente y cuerpo no estaban listos, sino tampoco lo estaba mi vestimenta.

Mire hacia ambos lados, como si pudiera ser capaz de encontrar una salida y regresar a casa de forma mágica, pero no había nada que pudiera transportarme directo a mi habitación.

Debía entrar, tenía que hacerlo, o de lo contrario pasaría el resto de la noche parada frente a esta casa como si fuese una psicópata.

Tome aire, unas cuantas veces y reuniendo mucha pero mucha fuerza, camine a paso tembloroso hacia la entrada.

Al ingresar, me sorprendí al no ver tantas personas como imaginaba, es decir, el lugar estaba repleto pero no de una forma exagerada. Mi único objetivo, era encontrar a Bella antes que a cualquier otro y por otro, me refiero a Zayn.

Avance entre la gente y de vez en cuando preguntaba si sabían el paradero de la morena. La mayoría, no sabia que contestar y los pocos que pudieron responderme, tenían destinos distintos para ella.

"Debe estar en la cocina" "Acabo de verla subir las escaleras" "Creo que esta en el jardín" "Esta sirviendo tragos por allí"

Ninguna de esas respuestas coincidía con el paradero de Bella. Poco a poco comenzaba a alterarme al no verla por ningún lado y las miradas que algunas mujeres le dedicaban a mis pantalones deportivos, tampoco ayudaba a que me sintiera cómoda.

De pronto, un fuerte gritito de emoción detrás de mi fue suficiente para reconocerla y sentir como el alma volvía a mi cuerpo.

-Si viniste.- grito con una enorme sonrisa.-

-Te dije que lo haría.- sonrei antes de abrazarla.- ¿Crees que puedas..-

Le señale a Bella mi pantalón y al instante ella comprendió a lo que me refería. Me tomo de la mano y con total rapidez me guió hacia la habitación que compartía con Ryan.

"Elige lo que quieras" fue la frase que utilizo al abrir las puertas de su armario. No tuve la necesidad de pensar demasiado, solo quería algo que no fuera deportivo y un jean rasgado y claro me pareció la mejor opción. La parte superior decidí mantenerla ya que era bastante comoda, lo único que agregue fue una camisa verde militar, la cual deje completamente abierta.

Como maquillaje utilice un poco de cobertor de ojeras, delinee mis ojos con una linea negra tanto el la parte superior como en la inferior, coloque rimmel para darle volumen a las pestañas y en cuanto al cabello, simplemente mantuve mi rodete desordenado.

Estaba claro que no vestía de la misma forma que el resto de las presentes. Ellas traían vestidos ajustados o faldas brillantes que cubrían a duras penas hasta la mitad del muslo.

Bad Boy. [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora