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Maraton 1/2



Mire el techo y envolvi mis piernas con ambos brazos. Hoy era el dia, habia llegado ese maldito dia en el que mi mundo se derrumbaba por completo, el dia en el que todo emprendia un nuevo camino, el dia en el que perdi al ser que mas habia amado en mi corta vida, mi ejemplo a seguir, mi mejor amiga.. Mi madre. Hoy, se cumplen exactamente doce años de su partida, doce largos, dolorosos e irreversibles años sin ella.

Acababa de despertar, y ya sentia la urgente necesidad de cerrar los ojos una vez mas. Cada aniversario de su muerte, lo vivia exactamente igual desde los seis años y no importaba que tanto intentaran levantar mi animo, simplemente no habia forma de que siquiera pudiera sonreir.

Extendi mi mano hacia la mesa de luz y luego de abrir el cajon, extraje una foto que yacia dentro. Esa fotografia solo la observaba una vez por año y este era el momento de hacerlo. En ella, apareciamos mi madre y yo, ambas sonreiamos hacia la camara mientras que sosteniamos mis primeras zapatillas de puntas. Recuerdo que mi padre tomo la fotografia un año antes de la muerte de mi madre. Sus ojos, su cabello, su sonrisa. Todo de ella era simplemente perfecto y no habia dia en el que no deseara verla para contarle todo lo que he vivido desde su partida. La extrañaba y sobre todo, la necesitaba.

A pesar de haberla perdido a mis cortos seis años, los momentos que he vivido con ella permanecen intactos en mi mente como si hubiesen sucedido tan solo unos minutos atras. Acaricie su rostro a travez de la foto y las lagrimas no tardaron en salir. Cada año era la misma rutina.

La puerta de mi habitacion se abre con lentitud dejando ver la melena revuelta de Amy quien tambien acababa de despertar. Regreso mi vista a la fotografia y luego de observarla unos segundos mas, la regreso al cajon del cual la habia sacado y finalmente lo cierro por otro largo año mas.

El colchon de repente se hunde junto a mi y sin previo aviso, los brazos de Amy rodean mi cintura mientras deja caer su cabeza sobre mi hombro y suelta un simple suspiro. Por mi parte, apoyo mi mejilla sobre su cabeza y con mis manos, sujeto las suyas. Ambas nos quedamos en silencio unos segundos hasta que, como era de esperarse, Amy lo corrompe.

-¿Piensas ir este año?.- pregunto en un susurro y simplemente negue con la cabeza.- De acuerdo.- suspiro.- No te perocupes.- me dedico una pequeña sonrisa llena de tristeza y se puso de pie.- Papa aviso en la academia que te ausentarias hoy, aunque luego de tres años ellos ya lo saben.- se encogio de hombros y sin siquiera mirarla, asenti.- ¿Estas segura que no quieres venir con.....- Amy se detuvo al saber que mi respuesta claramente, seria no, asi que simplemente suspiro y acaricio mi cabello.- Deberias encontrar algo para distraerte.- aconsejo mientras se alejaba lentamente.-

Esto, era lo que mas valoraba de Amy, su enorme empatia. Ella sabia perfectamente como el dia de hoy me afectaba y no solo eso, sino tambien que respetaba cada una de mis decisiones en cuanto a quedarme encerrada en mi cuarto el resto de la tarde o simplemente, dormir cada minuto del dia.

Luego de insistirle unas cuantas veces, Amy decidio de mala gana asistir a la academia. Antes de marcharse, puse sentir como los pasos de mi amiga se acercaban nuevamente hacia mi habitacion y sin siquiera entrar en ella, dijo que habia dejado algo de cafe preparado para cuando quisiera salir de la cama.

Al cabo de unos minutos, mi estomago rugia e insistia por algo de alimento y sin preocuparme por mi desastroza vestimenta, sali de mi habitacion. Me sentia desganada, triste y muy pero muy decaida, francamente rogaba poder dormir el resto del dia para que pudiera finalizar mas rapido, pero ni aunque lo interara podria lograr que acabe.

Calente un poco del cafe que Amy dejo listo, me prepare unas dos tostadas y mientras aun seguian tibias, les unte una gran cantidad de nutella y luego, regrese nuevamente a mi habitacion. No queria ver television, tampoco leer y mucho menos salir de la casa, solo necesitaba un poco de musica, comida y ver el cielo desde la ventana. Necesitaba relajarme y alejarme de todo sentimiento de culpa. Los minutos pasaban transformandose finalmente en horas.

Bad Boy. [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora