Bad Boy. [Sin editar]

.61.

Pasaron cinco largos días desde que Zayn se marcho de la casa negra y no lo he vuelto a ver desde entonces. Sabia que aun venia aquí, pero se quedaba como máximo un par de horas. Por mi parte, todo fue mejorando poco a poco. Aun me costaba lograr que mi estomago se abriera a recibir comida por lo que me sentía bastante débil y mi peso había disminuido. Mi mejor aliado en esto, era sin dudas el cigarrillo. Consumía unos dos paquetes diarios y me tomaba mi tiempo para dsfrutarlos. Básicamente mi vida en estos momentos se basaba en llorar, dormir, fumar y muy de vez en cuando, comer. Todo había cambiado tan radicalmente que no sabia exactamente que hacer con mi tiempo y mucho menos con mi vida.

Bella, había pasado los últimos días insistiendo en que regresara a la academia y continuara con mis estudios de baile, según ella, regresar a la normalidad en ese aspecto de mi vida seria sin dudas una gran ayuda para mantener mi mente ocupada en otras cosas, sin embargo, sabia que no podría regresar sin tener algo de dinero. Esa era una realidad y para mi, debía quedar en el pasado. No tenia ni un solo centavo para pagar y mantener mi lugar, de hecho, no tenia dinero siquiera para encontrar un lugar en el cual vivir. De no haber sido por Zayn y su pelea con Cameron, aun mantendría mi empleo en Mike's. Aun así, si tuviera un empleo, el dinero debería utilizarlo en un alquiler, comida, gastos, etc. Ya no podría seguir con la academia, porque lo que, mi única opción en este momento, era abandonar mis sueños de graduarme en Blair O'Connor.

-Aún no entiendo porque...

-Bella, por favor.- suspiro con angustia.- En verdad no quiero seguir hablando de esto.

La morena suelta una gran cantidad de aire y luego se marcha de la habitación. Me siento nuevamente al borde de la ventana y enciendo el quinto cigarro del día mientras observo el bello jardín trasero. Era un día soleado y se podía ver que la temperatura era la indicada. En los diez días que llevo aquí, no había tenido el coraje de abandonar la habitación, quizás por miedo de ver a Zayn o por la misma agorafobia que he desarrollado este ultimo tiempo a causa de la depresión. Con falso coraje y mucha fuerza de voluntad, decido salir por un poco de aire, tal vez forzandome logre regresar a la normalidad.

Me visto con unas calzas negras y una remera con la cara de Mickey del mismo color, me pongo mis zapatillas adidas blancas y un saco de hilo gris bastante holgado solo por si acaso. Por ultimo, me peine en una cola alta y lave un poco mi rostro para alejar todo rastro de cansancio, aunque, en verdad, fracase en el intento. Mi piel continuaba pálida, mis ojeras ya no eran tan oscuras pero aun así seguían vigentes, mi pelo había perdido brillo y mi expresión corporal, cada vez era más lenta, seguramente, se debía a la poca alimentación que tenia. Comía solo un poco de pan tostado en las mañanas y luego de eso, nada.

Al salir del cuarto, enciendo un cigarro y guardo el resto del paquete para después. Mientras me deslizaba por las escaleras, agudice el oído para asegurarme de que Zayn no estuviera en la planta baja. Si bien una parte de mi seguía amándolo como si no hubiese un mañana, la otra parte no quería volver a verlo nunca mas. Si con solo pensar en su nombre todo mi cuerpo duele y las ganas de llorar aumentan por segundo, no quiero imaginar si lo veo en la misma habitación a escasos metros de mi. Además, su presencia sigue causando en mi esa extraña sensación de protección que solo él puede darme y no puedo permitirme sentir eso. No con él. No de nuevo.

Al llegar a la planta baja, me sorprende el hecho de que nadie estuviera allí. Por un lado, quizás, agradecía la soledad y la calma, pero por el otro, me sentía insegura, desprotegida y muy asustada. Camino lentamente por la sala y me dirijo automáticamente al patio trasero. La brisa que golpea mi rostro es fresca pero no llega a causar frío, sin embargo, considerando mis bajas defensas por la falta de comida, esa pequeña ventisca me eriza con facilidad la piel causandome escalofríos. Dejo caer mi cuerpo en el césped y absorbo con felicidad los rayos del sol. Todo luce tan tranquilo, natural y hermoso, que por un momento logro olvidarme de la mierda que me rodea.