Destiny [T.1]

Capítulo 30

POV DAKOTA

Despierto al día siguiente con Dul casi encima de mí y me tengo que aguantar la risa para no despertarla. Tiene bien ganado el apodo de terremotito, lo es hasta dormida.

Me levanto dejando a la peque abrigada y me doy una ducha, luego preparo el desayuno y despierto a Dul. No me cuesta mucho, no es de hacer pataletas al despertarse.

Desayunamos y después de bañar a mi pequeña tomamos rumbo al hospital. Vamos escuchando música en la camioneta y cantando como locas. Hoy desperté de un buen humor y aparte, hace un día fantástico.

Llegando al hospital, estacionamos y luego vamos hasta donde queda la habitación de Jamie. Entro por mamá y le digo que es su hora de irse a descansar.

Dul se queda jugando en la sala de espera con una enfermera que se encarga de vigilar ahí. Ahora entiendo por qué no hay problema en que la peque se quede en la sala de espera. Este hospital piensa en todo.

Cuando estoy a solas en la habitación, me acerco a Jamie y le doy un pequeño beso en sus labios. Sigue igual que ayer, pero no dejaré que eso me desaliente.

-Hola, mi amor.- le digo frotando nuestras narices.

Me alejo de él y abro las cortinas para que le entre un poco de claridad. Abro un poco la ventana dejando entrar la rica brisa que hace afuera. Es un muy lindo día.

Ordeno un poco y luego tomo asiento en el sofá. Unos minutos después entra una enfermera para chequear todo y me dice que está todo en orden.

Eso me relaja por dentro, espero que todo siga mejorando para tener pronto a Jamie junto a mí.

La enfermera vuelve a dejarme sola y yo comienzo a leer una revista que encontré, seguro se le quedó a mamá.

Se me pasa el tiempo leyendo así que cuando paro voy por algo que comer. Vuelvo con unas galletitas de la máquina y un café. A Dul le dejé un jugo en cajita de naranja y unas galletas de chocolate antes se volver a la habitación.

Tomo asiento al lado de Jamie y empiezo a hablarle. Dicen que eso ayuda a la gente cuando está en coma.

-A ver...comenzaré por el principio.- tomo un profundo respiro y comienzo a relatarle desde el momento en que me enteré que estaba embarazada.

Sigo hablando sin parar. Riéndome, llorando un poquito y recordando con nostalgia algunas cosas.

Le relato día a día como fueron los pasados seis años. Desde cuando ese test dio positivo, hasta cuando acepté mi papel en Cincuenta Sombras.

Le cuento como ha ido la vida para todos. Como mamá tiene una pequeña boutique, como papá es un loco aficionado al basket ahora que Jasper juega en el equipo de su cole, que Jesse y Alex siguen siendo los mismos inmaduros de siempre, que Stella y Grace son inseparables apesar de no ser nada sanguíneamente y de como ha crecido Deacon en estos años.

Hablo de todo. Tengo miedo de que despertando no recuerde quien es.
Mientras le sigo contando, voy dejando besos en sus brazos, manos, cara y labios.

Ahora estoy relatándole la elección del nombre de Dul y me es imposible no reírme mientras lo hago.

En ese momento se me viene a la mente lo que dijo Dul el día anterior, así que me acerco lentamente y dejo un beso en su cabeza.

Dejo otro, y otro, y otro, esperando que esa idea que me dio mi bebé con tanta inocencia sirva y Jamie despierte.

Vuelvo a mi lugar en la silla y cuando veo que Jamie sigue inmóvil la tristeza vuelve a mí.