Un Amor Complicado. (Bethyl)

Capítulo 34: Disparando a Sophia.

Dedicada a mi hermana LaybeTWD que siempre me inspira y me hace sentir muy muy bien con todo lo que me dice. Te amo muchísimo, corazón. Eres un amor.

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Pov Carl:

Salimos de la granja nada más recoger todo. Yo llevaría una pistola y un cuchillo al igual que mi padre, Daryl llevaría su ballesta y otro cuchillo, Prit una automática, Beth una katana y Sophia dos machetes. El joven de los Dixon y mi padre irían al frente, el ucraniano y yo en medio y por último las chicas detrás; cubriéndonos los unos las espaldas de los otros.

Caminamos durante horas y horas sin ningún altercado por el bosque, ni un animal salvaje, ni un soldado, nada, solo la apacible naturaleza y una brisita que hacía que los árboles se moviesen suavemente. Ya era de noche así que nos echamos en el primer lugar seguro en el que quedarnos por la noche. Sophia y Beth se acostaron nada más llegar a nuestro refugio provisional y tras ellas se echaron mi padre y Daryl, quienes nos relevaría, por el gran cansancio que nos había producido el camino, dejándonos a mi y al ''mejor amigo'' de Sophia vigilando.

Carl: Se lo de la otra noche, Prit.-dije rompiendo el silencio

Prit: ¿Qué?-dijo impresionado por lo que había dicho.

Carl: Sé que Sophia fue junto a ti ayer en la noche y sé que salisteis a tomar el aire...

Prit: Carl, yo...-lo interrumpí.

Carl: No sé lo que habrá pasado entre vosotros pero espero que no vuelva a pasar. Sé que no puedo reteneros siempre porque seguramente tendré que ir a alguna que otra misión pero espero poder confiar en vosotros y en que no se repita.

Prit: Carl... Te equivocas.-lo miré expectante, esperando a que siguiese hablando.-Ella me vino a despertar porque tenía que hablar conmigo de algo que no la dejaba dormir y no te la podía contar a ti porque tiene que ver con tu amigo el policía. Yo la quiero y lo sabes, pero tampoco quiero dañarte a ti porque eres un tío de puta madre.

Carl: Yo...-iba a disculparme pero el ruido de unas pisadas nos hizo alarmarnos. Buscamos con las linternas por todas parte hasta que vimos a dos siluetas.- ¡Alto ahí! ¡Quedaos quietecitos y esperad a que nos acerquemos nosotros!-grité al mismo tiempo que los dos apuntábamos a los desconocidos.

Voz desconocida: ¿Carl?-al escucharlo me quedé petrificado.

Carl: ¿Quién eres y por qué sabes mi nombre?

Voz desconocida: Carl... Soy Carol. Por favor, baja el arma.

Carl: Prit, baja el arma-susurré.-Acercaos.

Las dos siluetas se acercaron hasta que la imagen de sus rostros y sus cuerpos se hizo más nítida. Una de ellas era la de la mujer a la que Sophia había llamado un día mamá, con arrugas, con pelo gris, una altura algo más baja que la de mi querida pelirroja y unos ojos azules. La otra sombra pertenecía a una chica joven, más o menos de mi edad, preciosa, con el cabello negro, pálida, de mi altura, un cuerpo perfecto y unos preciosos ojazos grises. Me quedé pasmado, mirando a la chica hasta que una voz me hizo despertar.

Sophia: ¿Carol?-dijo en tono enfadado-¿Qué haces aquí?

Carol: Oh.... mi pequeña-dijo corriendo para abrazarla pero Sophia la frenó antes de que pudiese tocarla siquiera.